16 noviembre 2005
Niños del Amazonas liberan 5000 tortuguillos arrau en el río Orinoco
La actividad busca incorporar cada vez más a un mayor número de organizaciones públicas y privadas en la conservación de una de las especies en peligro de extinción
Los niños y adolescentes de la Unidad Educativa Bolivariana Provincial del estado Amazonas, al sur de Venezuela, fueron los encargados de liberar los 5 mil tortuguillos arrau en el sector Laja de Miranda en el río Orinoco, una actividad que va incorporando cada vez más a un mayor número de organizaciones públicas y privadas en la conservación de una de las especies en peligro de extinción. Esta actividad se llevó a cabo el pasado 30 de junio y contó con la participación de la dirección estadal del Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales, Corporación Venezolana de Guayana, seccional Amazonas, Gobernación del Estado Amazonas y la comunidad educativa antes mencionada. Durante el acto, los alumnos escenificaron el cuento “Rere y sus amigos”, escrito por la joven estudiante del tercer grado, Disneida Belisario a través del cual dieron a conocer la necesidad de crear campañas de concientización en la población para preservar la fauna en peligro de extinción, como la tortuga arrau.
Para el biólogo Pedro Cortés, adscrito a la dirección estadal del Ministerio de Ambiente en Amazonas, en las faenas de liberación “se integran gran cantidad de escuelas, niños y adolescentes pasando por los padres y maestros, con la finalidad de ir construyendo e incorporando conocimientos en la población que favorezcan la permanencia de esta especie y otras con iguales condiciones, hasta sacarlas del peligro de desaparecer y poder eventualmente someterlas a manejo”. Cortés explicó que desde hace más de 25 años se realiza el rescate de tortuguilos arrau recién nacidos, en las playas de desove en el río Orinoco para luego liberarlas en áreas con menos enemigos naturales donde puedan superar tallas que les permitan sobrevivir a un mayor número de animales, “incluidos los humanos que más presión ejercen sobre las diezmadas poblaciones que aun quedan”. Explicó que desde mediados de los años 80 se estable el Refugio de Fauna de la Tortuga Arrau y la Zona Protectora del Refugio y se plantean los zoocriaderos en Puerto Ayacucho “en los cuales se mantienen las tortugas bebes hasta un año de nacidos para ser liberados en áreas protegidas”.
Según cifras de la dirección de Biodiversidad del Ministerio de Ambiente, en los últimos 15 años se han liberado 150 mil tortugas arrau y sólo este año se alcanzó la cifra de 50 mil ejemplares distribuidos en el refugio La Tortuga, el Parque Nacional Aguaro Guariquito y en el estado Amazonas.
QUELONIO DULCEACUÍCOLA
La tortuga arrau, cuyo nombre científico es Podocnemis expanda, es un quelonio de agua dulce que puede llegar a pesar cerca de 40 kilos. Es la tortuga más grande de Latinoamérica, la hembra puede llegar a medir hasta 70 centímetros de longitud. El color de su carapacho es casi negro formado por placas lisas y grandes, la parte de abajo llamada peto o plastrón es de color amarillento, las patas son cortas y provistas de fuertes y largas uñas y sus dedos están unidos por una membrana que le permite nadar. Se alimenta de plantas acuáticas, frutas y semillas que encuentra en el agua, pero también se incluyen en su dieta algunos invertebrados. Se las encuentra en las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, pero al momento de poner los huevos prefiere sólo algunas islas del río Orinoco con suelos arenosos. La tortuga adulta puede llegar a poner hasta 200 huevos de los cuales sólo el 5 por ciento llega a adulto. El proceso reproductivo de las tortugas arrau comienza en el mes de octubre con el descenso de las aguas en el Orinoco que permite la congregación de la especie; luego durante el mes de febrero las hembras inician el ritual de tomar el sol en las orillas de las islas que comienzan aparecer a lo largo del cauce del río antes del desove. Este asoleo les toma varios días, entre febrero y principios de marzo, hasta el momento en que anidan, proceso que llevan a cabo durante la madrugada excavando hoyos de hasta 80 centímetros de profundidad. En él depositan entre 50 y 150 huevos blancos y redondos que son cubiertos con arena convirtiéndose el hoyo en una especie de incubadora. Al cabo de 45 y 70 días, los tortuguillos arrau salen a la superficie de la arena para sortear toda clase de amenazas.
AMENAZAS
Según el Libro Rojo de la Fauna venezolana, “la principal amenaza para la tortuga arrau es la sobreexplotación de sus poblaciones como fuente de alimento y para la obtención de otros productos”. Otro de los aspectos que reseña la publicación editada por Fundación Polar se refiere a la alta mortalidad natural de los tortuguillos. “Al momento de emerger y antes de llegar al agua, son depredados por zamuros, oripopos, gabanes, garzones, cigüeñas y caricares, entre otros. Los sobrevivientes tienen luego que enfrentarse a depredadores acuáticos como caribes bagres y babas”.
EN VEDA POR TIEMPO INDEFINIDO
Pedro Cortés, biólogo adscrito a la dirección estadal del Marn-Amazonas recuerda que el naturalista Alejandro Humboldt, durante su visita a Venezuela en el año 1800, compara las tortugas arrau con enormes caminos de piedra debido a la gran cantidad de especies existentes en el Orinoco y que estimó en cientos de miles, “pero que para la segunda mitad del siglo pasado la captura superó en gran medida la tasa de reproducción de las especies que estuvieron a punto de desaparecer”. Señaló que a partir de 1996 las tortugas arrau permanecen en régimen de veda por tiempo indefinido.
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