11 diciembre 2006

Misión Árbol: logro ambiental de 2006












Las organizaciones no gubernamentales como Provea y Vitalis concuerdan en señalar que la ejecución de este programa del Ejecutivo Nacional “podría significar el paso hacia una visión complementaria entre ambiente-desarrollo”

Los informes anuales de la organización ambientalista venezolana Vitalis y el Programa Venezolano Educación y Acción en Derechos Humanos (Provea) concuerdan en señalar que la implementación de la Misión Árbol por parte del Gobierno Nacional es uno de los avances más importantes en materia ambiental registrados el pasado año.
Para la organización de Derechos Humanos Provea, el mencionado programa que busca enfrentar el grave problema de deforestación en el país “podría significar el paso hacia una visión complementaria entre ambiente-desarrollo, en el marco de la propuesta de desarrollo sustentable”. La Misión Árbol pretende sembrar en un lapso de cinco años 100 millones de árboles en 150 mil hectáreas del territorio nacional, un esfuerzo que según Provea “pretende revertir la tendencia a la creciente deforestación que de acuerdo al Viceministro de Conservación de MinAmb lacera anualmente alrededor de 140.000 hectáreas de bosque”. No obstante, la contaminación atmosférica generada por el incremento del parque automotor, la falta de mantenimiento de los vehículos y la deficiente supervisión de las autoridades gubernamentales fue considerada el principal problema ambiental de 2006, según el informe presentado por Vitalis, el cual recoge el análisis de 179 expertos de todo el país. Lo anterior coincide con lo señalado por Provea en su informe anual sobre la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela al señalar que los indicadores de la calidad de los recursos suelo, agua y aire no registraron una mejoría “sustancial” durante el mismo periodo.

BALANCE VITALIS El informe de Vitalis numera un total de 37 problemas ambientales de los cuales la contaminación del aire producto del crecimiento del parque automotor; el inapropiado manejo de los residuos sólidos domésticos (basura) y la minería ilegal en el sur del país, destacaron entre los tres primeros lugares. De igual forma, reconoce 36 logros importantes alcanzados tanto por la gestión pública como privada en 2006, a saber: el establecimiento y desarrollo de la Misión Árbol; la reconversión minera al sur del país y el cierre de seis minas en el Estado Bolívar; la aprobación de la Ley Orgánica del Ambiente, que sustituye a la ley de 1966 introduciendo las tendencias y principios más novedosos del derecho internacional y desarrollando las normas constitucionales en la materia; el hallazgo de nuevas especies desconocidas para la ciencia en Venezuela con las trece especies de peces y crustáceos encontrados en el Orinoco y el Ventuari y el fortalecimiento del Sistema Nacional de Alerta y Pronóstico del Clima, entre otros.

BALANCE DE PROVEA
1 Aire: Con relación al problema de la contaminación del aire, el informe de Provea destaca la firma del convenio particular entre el Ministerio de Ambiente y la estatal petrolera venezolana Pdvsa para la “Evaluación de la Calidad del Aire en las principales Ciudades del País”, el cual tiene como objetivo continuar la realización de los muestreos de contaminantes atmosféricos, tales como partículas totales suspendidas (PTS) y plomo en partículas suspendidas (Pb en PTS), Óxidos de Nitrógeno, Compuestos Orgánicos Volátiles, Dióxido de Azufre, Monóxido de Carbono y Ozono.
2 Suelo: Provea se hace eco del balance ambiental de Vitalis al señalar el problema de la contaminación de los principales niveles de la cadena trófica (suelos, aguas, vegetales, animales y seres humanos) por plaguicidas y agroquímicos en general, particularmente en la región de los Andes y los Llanos. Incluso advierten sobre el permiso de uso del producto BIORAT, que tal como lo señalan, es “de origen cubano usado para el control de roedores que se encuentra prohibido en Argentina y Europa, por sus posibles efectos negativos en el ambiente y la salud humana”.
3 Agua: El informe de Provea reconoce el crecimiento de la inversión pública destinada a los proyectos de saneamiento y tratamiento de aguas servidas, “llegando a representar una porción significativa” de un 40% del presupuesto anual asignado al Ministerio del Ambiente, equivalente a 325.995 millones de bolívares a la ejecución de obras.
“Sin embargo, aún son muchas las demandas a satisfacer, lo que obligaría a pensar en un plan especial de asignaciones por parte del gobierno nacional para cubrir el déficit de obras que presentan las distintas comunidades del país. A pesar de las promesas de saneamiento de los cuerpos de agua principales del país, la lemna sp (lenteja Acuática) volvió a aparecer en las aguas del Lago de Maracaibo”.
4 Leyes: En este sentido, la ONG de Derechos Humanos subraya el adelanto de las discusiones en la Asamblea Nacional sobre la Ley Orgánica de Conservación del Ambiente a pesar que, a su juicio, no han sido tomadas en consideración las opiniones de las organizaciones de la sociedad civil ambientalista, además de haberse postergado la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Planificación y Gestión del Territorio.
5 Impactos: El informe muestra preocupación por los impactos ambientales asociados a los proyectos energéticos y mineros que se han venido proponiendo y ejecutando durante el período evaluado, así como los problemas de control y monitoreo de los Parques Nacionales. “En la ciudad capital se está edificando sobre áreas verdes protegidas y se registró la reemergencia de la bora o jacinto de agua en el embalse La Mariposa”.
6 Participación: Para Provea “el protagonismo de las comunidades en la defensa de sus derechos ambientales se mantiene limitado ante la ausencia de oficinas de la Dirección General de Ambiente del Ministerio Público en 11 de los 24 estados de la República”. Consideran que el Estado no ha diseñado planes que garanticen la contraloría social ambiental y el fortalecimiento de las organizaciones de base, como las Mesas Técnicas de Agua que tienen potencial de incidencia en la lucha ambiental.
7 Tecnología: Otro de los logros de este período, reseñado en el informe, es la inauguración del Centro Nacional de Alertas y Pronósticos Hidrometereológico, “que se espera sirva para iniciar los estudios, cálculos y análisis que permitan mejorar la capacidad de respuesta frente a las distintas amenazas hidrometereológicas que gravitan sobre el territorio venezolano”.

Urge crear el Consejo Nacional del Ambiente El Informe de Vitalis recomienda por segundo año consecutivo exhortar al Presidente de la República a crear el Consejo Nacional del Ambiente, instancia que se dedicaría a la consulta de las políticas sectoriales y al seguimiento de los grandes proyectos nacionales en materia ambiental. Este Consejo serviría para “promover la coordinación y la cooperación interinstitucional e intersectorial, particularmente con los gobiernos municipales, a los fines de cooperar efectivamente en el desarrollo de agendas de conservación, mejoramiento y defensa del ambiente en el ámbito local”. Asimismo, recomiendan crear el Fondo Nacional del Ambiente cuyos recursos estarían destinados al “desarrollo de proyectos y programas locales, regionales y nacionales, con la activa participación de la ciudadanía, las ONG, las universidades y las empresas e instituciones del gobierno”.

La biodiversidad del Estado Amazonas: un reto para la ciencia

Fotos cortesía de J. Senaris y O. Lasso-Alcalá

Un inventario de los recursos naturales presentes en la confluencia de los ríos Orinoco y Ventuari en el Amazonas adentro, demostró la existencia de trece especies de peces y una especie de camarón nuevas para la ciencia

Una evaluación rápida sobre la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos presentes en la confluencia de los ríos Orinoco y Ventuari, en el estado Amazonas, llevada a cabo en el año 2003, permitió descubrir trece nuevas especies de peces y una especie de camarón hasta hoy desconocidas por la ciencia, confirmando así el sitial de Venezuela como uno de los diez países con mayor biodiversidad del planeta. Según los científicos que participaron en la investigación, “la confluencia de ambos ríos mostró una riqueza de especies muy superior a la registrada en otras evaluaciones rápidas realizadas previamente en aguas de Suramérica”. Los resultados del estudio fueron dados a conocer recientemente en un documento que será distribuido entre las principales universidades, bibliotecas e instituciones científicas de todo el mundo.

AQUARAP El estudio conocido como AquaRAP fue una iniciativa de la organización ambientalista mundial Conservación Internacional Venezuela (CI), coordinada y ejecutada por la Fundación La Salle de Ciencias Naturales con la participación de la Universidad Central de Venezuela, el Jardín Botánico de Venezuela, la Universidad de Los Llanos “Ezequiel Zamora” de Guanare, la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto, la Fundación Cisneros, la Colección ornitológica Phelps y la Fundación Terra Parima.
Carlos Lasso biólogo de la Fundación La Salle, uno de los científicos que participó en la investigación y coeditor de la publicación, explicó en exclusiva para El Diario de Guayana –vía telefónica- que el objetivo de este estudio fue el de conocer y garantizar la protección de la biodiversidad y el manejo sostenible de los recursos en una de las regiones poco conocidas de Venezuela. “Generamos información que puede ser usada rápidamente no sólo por los miembros de la comunidad para conocer y manejar sus recursos adecuadamente sino también para los tomadores de decisiones en materia ambiental como las autoridades del Ministerio de Ambiente, Instituto Nacional de Parques, Instituto Nacional de Pesca, Dirección de Asuntos Indígenas, entre otros”. Según Lasso, tres aspectos motivaron la realización de este estudio: el desconocimiento de la biodiversidad de la región presente en la confluencia Orinoco Ventuari; la confirmación de ser una zona con una alta diversidad de peces; y por ser un área donde las comunidades indígenas dependen en su totalidad del uso de los recursos naturales y que además está amenazada por el tema de la minería ilegal.
Explicó que durante el trabajo de campo se evaluaron “la calidad del agua, todo lo que es la hidroquímica de los ríos Orinoco y Ventuari y sus afluentes, el marco geográfico del área de trabajo, la flora y vegetación, los invertebrados acuáticos que viven en ese medio natural haciendo más énfasis en los crustáceos de campo (camarones y cangrejos), los peces y los anfibios, los reptiles, las aves y el uso de todos esos recursos naturales por parte de las comunidades indígenas aledañas a la confluencia de los ríos Orinoco y el Ventuari”.
Esta técnica del AquaRAP fue patentada por Conservación Internacional, según informó Patricia Bandres, coordinadora de medios de la mencionada organización ambiental y la misma se inició en el año de 1990 con evaluaciones rápidas en las regiones de Papúa, Nueva Guinea, Sudáfrica y en los países de Suramérica como Ecuador, Perú y Venezuela, siendo en esta última donde se han realizado el mayor número de evaluaciones rápidas o AquaRAP, cuatro en total.

ÁREA DE ESTUDIO Según reseña la publicación, el área de estudio se encuentra en la confluencia de los ríos Orinoco y Ventuari ubicada en el centro-oeste del Estado Amazonas, extremo meridional de Venezuela. Para el estudio fueron seleccionadas a su vez tres subregiones: un área situada en el río Orinoco, aguas arriba de su confluencia con el Ventuari hasta el caño Perro de Agua; otra área ubicada en los alrededores del Campamento Manaka; y otra escogida entre la zona del bajo Ventuari y el poblado de Arena Blanca, en el caño Guapuchí. Explicó Lasso que durante el proceso de recolección de información participaron cuatro comunidades indígenas pertenecientes a las etnias curripaco, guanibia, piaroa y maco siendo las poblaciones más importantes las de Macuruco, Guachapana, Arena Blanca, Sejani y Caño Guinare, ubicadas a orillas de los ríos Orinoco y Ventuari.

HALLAZGOS QUE DESLUMBRAN Los científicos encontraron un total de 13 especies de peces y una especie de camarón (Euryynchus amazoniensis) que son nuevas para la ciencia además de datos muy interesantes sobre otros organismos como dos lagartijas que no se conocían en el país, dos especies de pericos, el perico cara sucia y el oscuro; también encontraron una especie nueva de planta acuática que vive en los raudales del Orinoco y que no se conocía para el territorio nacional. La publicación destaca entre los nuevos registros para Venezuela: una especie de planta, tres especies de crustáceos decápodos (camarones y cangrejos), 14 especies de peces y dos especies de reptiles. Asimismo registran para el Estado Amazonas: una especie de planta, tres especies de crustáceos decápodos, 14 especies de peces y dos especies de aves.
“Hay una especie de raya de agua dulce, peces ornamentales, bagres miniaturas, una guabina, corroncho, pirañas. Organismos que no habían sido descritos previamente”.
Lasso añadió que esta evaluación rápida permitió registrar nuevas especies de lagartijas, pájaros y plantas que se encuentran en países limítrofes pero que no se habían descubierto en Venezuela, “son registros nuevos para el país”. “Ahí hemos encontrado la mayor riqueza de especies de todo el Orinoco y del país. La confluencia de los ríos Orinoco y Ventuari posee casi la mitad de las especies de peces registradas en Venezuela, de las 1200 especies conocidas, cerca de 500 habitan en este ecosistema. De igual forma encontramos la mayor riqueza en camarones y cangrejos de agua dulce (crustáceos) comparado con otros países de América del Sur”.
Lasso cree que la mezcla de aguas tan distintas -las aguas del Alto Orinoco son más bien oscuras y las aguas del río Ventuari son cristalinas-, “genera una diversidad de ecosistemas y de características físico químicas que determinan esa enorme diversidad de peces y de otros organismos acuáticos”.

MINERÍA: LA GRAN AMENAZA Aunque no fue el objetivo fundamental de este proyecto, Lasso explicó que decidieron evaluar la existencia de concentraciones de mercurio en los peces debido a la presencia de la actividad minera ilegal en el estado Amazonas. “Se tomaron 19 muestras de peces de las cuales, en al menos nueve de ellas, se encontraron indicios importantes de contaminación mercurial. Hemos encontrado en especies de peces como la payara, valores seis veces por encima de los permitidos por la Organización Mundial de la Salud para consumo del ser humano”. Aunque Lasso reconoce que la situación no es tan grave como la registrada en los ríos Caroní o Paragua, “estamos hablando de una zona que está muy alejada y enclavada en el Parque Nacional Yapacana donde está prohibida la minería y donde el impacto de la minería ilegal en la biodiversidad del Amazonas es comparable con los problemas ambientales que se generan en el país vecino de Colombia con los cultivos ilícitos y la fumigación, que son dos temas muy diferente pero la consecuencia es casi la misma”. Esta situación es preocupante, según advierte Lasso por cuanto una de las conclusiones del estudio es que el 80% del recurso de la proteína animal que consumen las comunidades indígenas proviene del pescado.
“Aspiramos que una vez que hemos producido este documento y que existe la información de línea base, se sigan las recomendaciones ahí expuestas”.
Lo cierto es que para los científicos queda un largo camino por recorrer en la incógnita selva del Amazonas venezolano. Para la directora Técnica de Conservación Internacional Venezuela, Ana Liz Flores, coeditora de la publicación, junto con los científicos Carlos Lasso, Josefa Señaris y Leeanne Alonso, este es sólo “una pequeña muestra de las grandes riquezas que existen en el área, nosotros sólo hicimos un estudio rápido de la zona, estoy segura que en este delta interno hay docenas de plantas y animales resaltantes que serán completamente nuevas para la ciencia”. Tal como lo dijo Carlos Lasso, “lo que hicimos fue un pequeño arañazo, todavía queda mucho trabajo por hacer”.

Último delta interno del país
El biólogo de la Fundación La Salle, Carlos Lasso añadió que en Venezuela existen tres deltas importantes, el delta del Orinoco que es marino, luego está el delta interno de los Llanos ubicado en la confluencia del río Apure con el río Arauca y el nuevo delta conformado por el Ventuari-Orinoco donde, según Lasso, existen islas fluviales tan enormes como las que observamos frente a San Félix lo que a su juicio “condiciona la existencia de muchas lagunas y de mucha fauna interesante”. Recordó Lasso que en el año 2002, Fundación La Salle y CI ejecutaron un AquaRAP en el Delta del Orinoco y en el Golfo de Paria “y cuatro años después, en 2006, iniciamos un programa de monitoreo ecológico con la participación comunitaria. Estamos evaluando la biodiversidad y el efecto de la pesca camaronera de arrastre incorporando a los estudiantes del Liceo de Pedernales”.

Recomendaciones para la Conservación
Entre las recomendaciones planteadas en la publicación ““Evaluación Rápida de la Biodiversidad de los Ecosistemas Acuáticos en la confluencia de los ríos Orinoco y Ventuari, Estado Amazonas” para la conservación de la biodiversidad y ecosistemas del área se encuentran:
Incorporación activa de las comunidades locales, especialmente las indígenas, en actividades de protec­ción y conservación de los ecosistemas.
Alertar y pedir mayor presencia gubernamental en la región, especialmente en actividades de vigilancia del Parque Nacional Yapacana.
Ejecutar programas de estudio y monitoreo de la pesca orna­mental de cara a su manejo sustentable.
Realizar estudios detallados sobre el uso de los recursos faunísticos locales (pesquerías y cacería). Iniciar estudios con especies en categorías especiales de amenaza (p. ej. caimán del Orinoco, tortugas del género Podocnemis).
Realizar estudios detallados sobre la contaminación mercurial en la cadena trófica acuática, incluyendo muestras de sedimen­tos y de la población rural e indígena, para su análisis com­parativo.
Apoyar e incentivar actividades dirigidas al desarrollo de pro­gramas para el uso sostenible y manejo racional de los recursos de la zona.
Apoyar y fomentar actividades de turismo eco lógico o ecotur­ismo con participación local a través de cooperativas indígenas y/o empresas de trayectoria conservacionista.
Promover una nueva actividad de pesca sostenible y ecotur­ismo eco lógico especializado: la pesca ornamental.
Complementar los resultados de este AquaRAP con otras dos exploraciones en épocas climáticas contrastantes.