23 enero 2006

Retos de la investigación ecológica y la flora de Guayana serán temas a discutir en el I Congreso de Biodiversidad del Escudo Guayanés


Entre las nueve conferencias magistrales del evento a celebrarse en Santa Elena de Uairén destacan las ponencias del antropólogo Alexander Mansutti y el botánico Paul Berry

Los retos de la investigación ecológica y la especial flora de la Guayana son dos de las nueve conferencias magistrales que estarán presentes en el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés, evento a celebrarse del 20 al 24 de marzo de este año en Santa Elena de Uairén, Municipio Gran Sabana, al sur de Venezuela. La Universidad Nacional Experimental de Guayana, Uneg; Fundacite Guayana y el Programa Bioguayana, son las instituciones organizadoras de este encuentro mundial que tiene como fin compartir experiencias sobre el uso y manejo de la biodiversidad del Escudo Guayanés. La sede del evento será el hotel Gran Sabana.

EL RESPETO POR EL CONOCIMIENTO LOCAL
El antropólogo e investigador de la Uneg, Alexander Mansutti tendrá a cargo la conferencia magistral sobre “La emergencia de la complejidad social: retos para la investigación ecólógica”. En la misma, el especialista intentará desentrañar la compleja relación que se establece entre el investigador y la población local objeto de estudio. A juicio de Mansutti aquellos días en los que el investigador-explorador heroico que viajaba a regiones inhóspitas en pos de la celebridad y la gloria por el valor asociado a sus descubrimientos y la intensidad de sus aventuras, se acabaron. Considera Mansutti que en otros tiempo el investigador llegaba a los sitios de estudio luego de un proceso “arduo” de recaudación de recursos financieros y materiales, “hacía cortos trámites con los gobernantes de los países o regiones visitados y luego ingresaba a las áreas de investigación sin otra restricción institucional”; desestimando la capacidad de las poblaciones locales de aportar conocimientos más allá de su capacidad para servir de obrero, baquiano o informante. “Sus derechos eran limitados a la relación salarial establecida, cuando mucho”. Para Mansutti, el investigador de hoy “enfrenta un mundo diferente, un mundo en el que se ha universalizado el dominio de la mercancía, un mundo en el que los actores locales, antes regulados por valores sociales ajenos a la valorización de la fuerza de trabajo, han cobrado conciencia del valor mercantil de sus recursos y conocimientos”. En tal sentido, recalca que la defensa que estos actores locales vienen haciendo del “carácter social y comunitario de sus recursos y conocimientos y negar su condición de mercancía apropiable privadamente o por el contrario para exigir que se les reconozca el pago de su valor según sea el caso”. Igualmente, añade Mansutti “hemos visto implantarse estrategias institucionales y normas jurídicas de obligatorio cumplimiento que protegen la integridad sociocultural de posibles excesos investigativos o los conocimientos locales de la biopiratería. Biólogos, ecólogos, geógrafos y antropólogos hemos visto como nuestra libertad para estudiar la biodiversidad y la sociodiversidad se ve severamente constreñida por regulaciones que limitan nuestro derecho a disponer de los resultados de nuestras investigaciones o por pesadas y a veces dilatadas negociaciones previas con los actores emergentes quienes se constituyen en filtro y contralores de los procesos investigativos y de su impacto, por controles más o menos presentes de su interpretación y por controles en la forma y manera como los hacemos públicos”. Esta nueva realidad compleja y llena de retos para la investigación será explorada por Mansutti con el fin de conocer, tal como lo expresa el autor: “el proceso que ha dado lugar a estas nuevas circunstancias, la solidez de su institucionalización y las necesarias estrategias adaptativas que han de hacerse habituales a fin de que podamos continuar investigando sin afectar los derechos del otro diferente”.

UNA FLORA ESPECIAL
Otro de los aspectos en los cuales se profundizará durante el congreso, es el referido a las plantas propias del Escudo Guayanés. Uno de los expertos en este tema es el profesor de Botánica de la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos, Paul Berry quien será el encargado de ofrecer su análisis sobre “La flora de la Guayana venezolana, historia y futuro de una flora muy especial”.
Berry, junto a los investigadores del Jardín Botánico de Missouri (Estados Unidos), Kay Yatskievych y Bruce Host; y el investigador de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela, Otto Huber; continuó los estudios de recolección de datos sobre la vegetación y la flora iniciados en el año 1983 por el botánico Julian Steyermark que luego dieron origen a la publicación “Flora de la Guayana Venezolana”, cuyo noveno y último volumen fue editado en diciembre de 2005. Berry detalla que esta obra presenta en forma gráfica la clasificación de casi 9.500 especies de plantas distribuidas en 235 familias y 1.800 géneros. Explica el botánico estadounidense que la flora del escudo Guayanés se distingue por su alto nivel de endemismo, con 120 géneros y 3.750 especies ubicadas sólo en esta vasta extensión de territorio. “Ahora que se cumplió esta base provisional de la flora, se pretende usarla como trampolín para profundizar trabajos sistemáticos en grupos aún pobremente conocidos. Y si se quiere comprender la evolución de la flora tepuyana y guayanesa, es imprescindible la incorporación de técnicas de filogenética molecular modernas”. Paul Berry, espera presentar no sólo la historia del proyecto de la flora compilada en nueve volúmenes, sino también los aspectos necesarios para emplear este conocimiento florístico “en estudios que arrojen luz sobre la evolución de la flora y de las impresionantes radiaciones adaptativas que han ocurrido en la zona”. Una conferencia que estará soportada con la proyección de imágenes de algunos grupos de flora característica del Escudo Guayanés como las Bromeliaceae, Rapateaceae, Bonnetiaceae, Saccifolium, Heliamphora, Saccifolium, y Pakaraimaea, entre otros.

Conferencias
1. “La emergencia de la complejidad social: retos para la investigación ecólógica”, Alexander Mansutti
2. “Biodiversidad del bosque en el protector de Guayana y el mantenimiento de los procesos del ecosistema dominante”, Hans ter Steege
3. “Los bosques de Mora gonggrijpii de la Guayana Venezolana”, Valois Gonzáles
4. “Variación altitudinal en los ecosistemas herbáceos de la región del Escudo de Guayana”, Otto Huber
5. “Relaciones Planta-Vertebrado en el Escudo de Guayana”, Jean-Pierre Forget
6. “La obra Flora de la Guayana Venezolana”, Paul Berry
7. “La importancia de entender y de manejar la conectividad hidrológica para la conservación de la biodiversidad en ecosistemas de agua dulce”, Catherine Pringle
8. “Servicios de la biodiversidad y valuación económica”, Dolf de Groot
9. “Biocomplejidad un enfoque para la conservación y manejo de la biodiversidad que integra lo biótico, físico y socio-económico”, Miguel Acevedo

19 enero 2006

Minería ilegal en Guayana: principal problema ambiental del 2005


Aunque para algunos investigadores locales no pudiera categorizarse como el de mayor importancia del país, por estar circunscrito sólo a Guayana, concuerdan con el balance que cada año realiza la organización ambientalista venezolana, Vitalis en el daño que ocasiona la minería ilegal en los ríos, los suelos, la flora y la fauna

La afectación de los recursos naturales producto de la actividad minera no pasó desapercibida en el balance que cada año realiza la organización ambientalista Vitalis sobre la situación ambiental de Venezuela en el cual participan más de 200 expertos en la materia. La minería ilegal en Guayana resultó ser el principal problema ambiental del país durante el año 2005. Aunque para algunos investigadores locales no pudiera categorizarse como el de mayor importancia del país por estar circunscrito sólo a Guayana, concuerdan con el balance de Vitalis en el daño que ocasiona la minería ilegal en los ríos, los suelos, la flora y la fauna.

Afectaciones que trascienden
Hernán Castellanos, coordinador del postgrado de Ciencias Ambientales de la Uneg considera que en Venezuela existen muchos problemas ambientales por lo que tratar de señalar que uno genera mayor impacto que otro dependerá de muchos factores y análisis.
Para el biólogo de la Uneg, las empresas básicas de Guayana generan un impacto ambiental local urbano que trasciende a nivel global por las emanaciones de gases de efecto invernadero que generan y que van a la atmósfera ocasionando una contaminación global; mientras que la contaminación generada por la actividad minera es más localizada, no tiene tantos gases de efecto invernadero, siendo su mayor impacto la modificación al medio ambiente en especial los ríos como sistema. Dijo que al remover los suelos con los monitores hidráulicos -usados por los mineros- se produce erosión y cuando llueve todos esos sedimentos van a los ríos y si a esto se le agrega la contaminación mercurial, el proceso de afectación es más global, “así empieza el proceso que no tiene recuperación inmediata en especial por los suelos guayaneses que son pobres en nutrientes”.
No obstante, a su juicio “hablar de que la minería es el principal problema de contaminación en Venezuela, lo dudo mucho, porque tiene que haber un marco de referencia para decir que es la minería”. Como investigador considera que antes de emprender cualquier proyecto minero o forestal se debe conocer todo lo relacionado al medio ambiente - morfología, geología, dinámica- y tratar de emular el sistema, “porque hasta ahora el sistema natural ha demostrado ser perfecto, de contar con mecanismos de recuperación y retroalimentación propia”. A su juicio es prioritaria una mayor investigación, “pero idónea porque no se hace nada con investigar y después no resolver los problemas de base”. Castellanos recomienda que grupos de investigadores de la región abran líneas de investigación para poder abordar los problemas y tratar de resolverlos de forma conjunta. “Si aquí no se insta a las instituciones a la investigación, iremos de mal en peor. Si no se investiga no se produce información y el país vive en un atraso total, porque lo que hacemos es copiar tecnologías y aquí existe gente capacitada para poder adelantar investigaciones, generar conocimiento e inclusive crear tecnología, pero el Estado no incentiva la investigación”.

Una resolución que impactó
Por su parte, la investigadora y coordinadora del Centro de Investigaciones Ecológicas de Guayana, Judith Rosales piensa que el tema de la minería en Guayana destacó durante el año 2005 por la resolución del Ministerio del Ambiente que determinó la necesidad de eliminar la minería de la cuenca del río Caroní. Una política de Estado que a su juicio no se logró “porque finalmente, por los problemas políticos y sociales y de defensa de los 40 mil mineros, pesaron más que las 20 millones de personas que dependen de la electricidad que se genera de la cuenca del Caroní”. Recalcó Rosales que la consecuencia más grave de la minería en Guayana son todos los sedimentos que se liberan en corredores de casi 30 kilómetros, donde no hay vegetación, a lo largo de los cauces de todos los ríos tributarios del río Caroní, principal cuenca donde se genera el 70 por ciento de la energía hidroeléctrica del país.
“Esto es algo que no había visto en los 20 años que tengo aquí. El año pasado pude sobrevolar la zona y es un destrozo tal que por algo la ministra de Ambiente tomó esa decisión, porque ella es hidrólogo y conoce de las consecuencias de la movilización de sedimentos y el peligro que representa para las presas. Hay hasta formación de islas de lodos en los cauces del Caroní”.
Como especialista en bosques ribereños, Rosales subrayó la afectación que se observa en estos paisajes de la cuenca del Caroní, situación ésta que considera preocupante por la función misma de los corredores ribereños de incrementar la diversidad del paisaje. “Ahí hay especies únicas que toleran condiciones de inundación, de velocidad del río y de sedimentación que de manera natural se depositan en la ribera, de forma tal que aquellas especies presentes incrementan la diversidad del paisaje, lo cual significa que hay un impacto negativo importante a nivel de paisaje”. Precisamente, Rosales, ante lo que ha pasado y viene pasando en la cuenca del río Caroní, defiende enfáticamente la posición de muchos investigadores de no tocar la cuenca del río Caura. “Estarían impactando una nueva cuenca prístina”. En tal sentido, la investigadora concuerda con el planteamiento inicial de eliminar la minería en la cuenca del Caroní, incluso la minería legal, para ella “no hay ninguna concesión minera, ni legal, ni ilegal, que se esté haciendo con los análisis ambientales y la mitigación del impacto inmediato”.

¿Y el Orinoco?

Para el experto en aves, Rosauro Navarro el principal problema ambiental es la contaminación del río Orinoco, que no es precisamente por minería de oro, sino por residuos industriales mal manejados y desechos sólidos. Sin embargo, piensa que el informe de Vitalis trata de llamar la atención sobre un problema puntual que se podría agravar en la Reserva Forestal Imataca donde se dio apertura a la explotación minera. Navarro explica que la minería de cielo abierto es la más destructiva, porque al talar todo un bosque se destruye todo un ciclo natural, fuentes de agua y el hábitat principal de la fauna. Añade que aunque se intente recuperar el área afectada por la actividad minera, el ciclo total, lo que es la recuperación desde la copa del árbol hasta el piso, no se cumple en su totalidad, “hay sitios donde la recuperación es a medias y a muy largo plazo. En cualquier caracterización nocturna de las áreas afectadas por la actividad minera, no se observa ningún tipo de fauna -aves, ranas, sapos- en esos riachuelos producto de la bioacumulación de mercurio que las aniquila. Un problema que afecta de igual forma a los grupos humanos como las comunidades indígenas asentadas en los cauces de estos ríos”.
Navarro sentenció que tanto la tala como la actividad minera “nos están dejando un pasivo ambiental negativo a veces incobrable e insustituible”.

Debate constructivo
Cada año la organización ambientalista Vitalis presenta un balance de la situación ambiental del país basado en la opinión de más de 200 expertos en la materia que fueron consultados mediante una encuesta realizada durante los dos últimos meses del año 2005. Con esta iniciativa, que desde el año 2001 se viene realizando, Vitalis busca “impulsar un debate constructivo, propositivo y de altura, dirigido a conciliar posiciones e intereses a favor de la conservación y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos en nuestro país, así como a explorar los mecanismos y las acciones a emprender a las puertas de un nuevo año en la gestión oficial y no gubernamental ambiental”. Para mayor información visitar http://www.vitalis.net/

Informe de Provea evidencia débil actuación oficial frente a los ilícitos ambientales


El informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela durante el periodo octubre 2004-septiembre 2005 totaliza 145 denuncias relacionadas con el derecho a un ambiente sano

El informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela para el periodo octubre 2004 a septiembre 2005 que cada año publica el Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos, Provea, pone en evidencia la débil actuación oficial frente a los ilícitos ambientales, especialmente de la Fiscalía y la Defensoría del Pueblo. El informe anual de Provea señala que durante el año 2004, la Defensoría del Pueblo recibió un total de 145 denuncias relacionadas con el derecho al ambiente sano, siendo las principales denuncias referidas a la contaminación atmosférica, de suelos y aguas en áreas naturales y urbanas por descarga de desechos industriales, aguas servidas domésticas, productos agrícolas y pecuarios; y la invasión e intervención de áreas protegidas.
Provea es una organización no gubernamental especializada en la defensa y promoción de los derechos económicos, sociales y culturales que tiene como fin la plena realización de los derechos humanos y el respeto al Estado de Derecho, en el marco de una sociedad democrática y participativa.

Aspectos negativos
El informe dado a conocer este viernes en la sala B del Ateneo de Caracas por el director de Provea, Carlos Correa, destaca como principales aspectos negativos del derecho a un ambiente sano: el crecimiento incontrolado de la especie vegetal Lenteja Acuática (Lemna sp.) en el Lago de Maracaibo, “reflejo de los procesos de eutrofización que confronta este ecosistema, y que han evidenciado que dicha proliferación es solo la punta del iceberg de la problemática lacustre”. Asimismo, la contaminación atmosférica debido al poco mantenimiento de los vehículos por parte de la ciudadanía y las empresas transportistas y denunciando “la deficiente supervisión de las autoridades municipales y nacionales”. Otro de los aspectos que preocupa es “la contaminación de los cuerpos de agua como consecuencia de la falta de tratamiento de aguas residuales de origen doméstico e industrial, con la consecuente degradación de las áreas naturales, incluyendo las playas, ríos y balnearios; venteo y quema de gas excedente en la industria petrolera, particularmente en Anzoátegui y Zulia; contaminación a todos los niveles de la cadena trófica (suelos, aguas, vegetales, animales y seres humanos) por plaguicidas y/o agroquímicos en general, particularmente en la región de los Andes y los Llanos”. La basura es otro de los aspectos que denuncia el informe de Provea a pesar que fue aprobada la Ley de Residuos y Desechos Domésticos y el Ministerio del Ambiente creó el Grupo Interinstitucional para desarrollar el soporte económico para la gestión de desechos sólidos.

Aspectos positivos
Para Provea destacan positivamente “la ratificación de Venezuela del Protocolo de Kyoto, los logros en materia de suministro de agua para consumo humano y el establecimiento de las mesas técnicas de agua, en las que las comunidades participan en el manejo y conservación del recurso en forma directa”. Asimismo, el informe considera como positivo la presentación del “Plan de Reconversión Laboral y Redimensionamiento de la Minería en Bolívar y Amazonas” organizado por la Gobernación del Edo. Bolívar y el Ministerio del Ambiente, en especial el anuncio de la titular de Ambiente de paralizar la explotación de hierro y diamante en la cuenca del río Caroní por estar destinada a la generación del 70% de la hidroelectricidad que produce el país. Argumenta el informe de Provea que “la minería resulta ecológicamente nociva y socialmente devastadora, en abierta contradicción con los postulados constitucionales del desarrollo sostenible independientemente del lugar del país donde se realiza”.

Caso Guayana
El informe anual hace especial mención sobre el caso de Guayana donde el mercurio que se utiliza en la explotación aurífera, en muchos casos ilegal, está afectando los ríos guayaneses. El informe recoge las informaciones del biólogo Luis Pérez, de la Fundación La Salle, especialista en contaminación por mercurio, sobre un estudio del año 2004 realizado por Naciones Unidas en el cual se evidenciaron los niveles muy altos de intoxicación por mercurio entre los residentes de El Callao. “Esta situación atenta contra el principio de la solidaridad intergeneracional del desarrollo sustentable”, asegura el informe por lo que recomienda “una acción desde los altos niveles de decisión del país, que defina una verdadera política de Estado para el resguardo patrimonial de las aguas continentales y marinas de la nación, así como en el seno mismo de las bases de la sociedad, mediante un proceso que eduque y forme al ciudadano en el marco de los valores de la conservación, protección y uso racional de este bien natural”. En tal sentido, propone que las Mesas Técnicas de Agua se conviertan “en agentes clave de este proceso”.

Contaminación del aire
La contaminación atmosférica por polvos tóxicos en Guayana también fue un caso de especial significación para la lucha por los derechos a un ambiente sano, según detalla el informe. El caso de la empresa Hevensa, CE Minerales, Vemprecar, Ferroven, así como varias empresas del grupo CVG fueron referidas en el informe de este año por las denuncias interpuestas ante el Ministerio de Ambiente y la Asamblea Nacional por trabajadores de CVG Venalum. Precisamente, el informe advierte sobre el crecimiento de los pasivos ambientales en diversas regiones del país, sin la debida atención de las empresas públicas y privadas responsables de los mismos, así como también la degradación de las diversas cuencas al norte del Río Orinoco. “Canaima es uno de los Parques Nacionales en los que se evidenció conflictos entre la conservación y la intervención por actividades insostenibles”, alerta el informe al tiempo que señala que el continuo flujo de visitantes que recibe, ha limitado el cumplimiento de las disposiciones establecidas en la normativa para su protección como Zona de Recuperación Natural en el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Sector Oriental del Parque Nacional Canaima.

Participación social
A manera de reflexión, el informe de Provea sugiere que el ejercicio pleno por parte de la sociedad en su conjunto de sus derechos ambientales se logra toda vez que las acciones incidan “directamente en los problemas que el ciudadano común asocia con sus condiciones cotidianas de vida”. En tal sentido, consideran que los Comité de Tierras Urbanas (CTU) y las Mesas Técnicas de Agua (MTA), “se pueden convertir en las verdaderas bases de soporte popular para alcanzar el objetivo del desarrollo sustentable en Venezuela. La incorporación de estas nuevas formas de organización social a la lucha por la defensa general de los derechos ambientales de los venezolanos sería un extraordinario punto de apalancamiento para la acción que los grupos ambientalistas han venido realizando en el país hace décadas. Con ello se lograría consolidar la necesaria presión social para que los distintos instrumentos que determinan el marco de la defensa de las condiciones de vida en Venezuela puedan aplicarse”. El informe concluye que los CTU y las MTA desde la acción que realizan a nivel local y enmarcado en la nueva perspectiva “nacionalista y globalizadota…permitiría lograr la base de soporte necesaria para lograr que los derechos a un ambiente sano se cumplan en Venezuela”.

Denuncias ante la Defensoría del Pueblo

  • La contaminación atmosférica, de suelos y aguas en áreas naturales y urbanas por descarga de desechos industriales, aguas servidas domésticas, y/o productos agrícolas y pecuarios.
  • La invasión e intervención de áreas ambientalmente protegidas.
  • Fallas de construcción y mantenimiento de equipamiento ambiental; invasión e intervención de parques recreacionales.
  • Ausencia de prevención al impacto por contaminación; fallas en el saneamiento ambiental
    invasión e intervención de áreas naturales privadas
  • Exterminio de poblaciones silvestres.
  • Degradación ambiental y desaparición de ecosistemas naturales; y solicitudes de estudio de impacto ambiental

14 enero 2006

75% de venezolanos encuestados desconoce quehacer científico de Venezuela



La encuesta nacional de percepción pública de la ciencia realizada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología reveló el escaso conocimiento que los venezolanos tienen del desarrollo científico-tecnológico en su país


Los resultados de la primera encuesta nacional realizada para conocer la opinión que tienen los venezolanos sobre la situación actual de la ciencia y la tecnología que se desarrolla en el país, reflejaron el poco conocimiento que se tiene del quehacer científico-tecnológico en el país. El Ministerio de Ciencia y Tecnología (MCT) se propuso elaborar una encuesta nacional de percepción pública de la ciencia con el objetivo de hacer participar a la colectividad en el diseño y formulación del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación contemplado para el periodo 2005-2030, cumpliendo así con “las orientaciones esenciales de la democracia definida como participativa y protagónica”. La intención del MCT era “formular objetivos de política pública y estrategias de acción dirigidos a responder a las necesidades expresadas por los actores con respecto a cómo la ciencia, la tecnología y la innovación, contribuyen con el desarrollo nacional y concretamente con el mejoramiento de su calidad de vida”.

Metodología

El documento que recoge los resultados de la encuesta fue presentado en la región el pasado noviembre. En el mismo, se señala que para la realización de la encuesta, el MCT seleccionó una muestra de 853 personas de ambos sexos, mayores de edad, según los registros del Consejo Nacional Electoral. Esta muestra fue distribuida proporcionalmente en los estados más poblados del país, en los que se concentra más del 80% de la población nacional. Las encuestas se aplicaron mediante la técnica de la entrevista personal con base en un cuestionario semi-cerrado diseñado especialmente para este estudio.

Resultados
La encuesta reveló que el 63% de los venezolanos encuestados considera que el avance de la ciencia y la tecnología influyen en la mejora de la calidad de vida de la humanidad. Sin embargo, el 40% cree que las actividades científicas y tecnológicas no tienen ningún papel en el desarrollo industrial del país; pero el 38% opina lo contrario.

Ciencia útil pero desconocida
Sobre la ciencia y la tecnología que se hace en Venezuela más del 80% parece reconocer que la investigación que se realiza es útil y sólo un 17% duda de la utilidad de ésta. Sin embargo, apenas un 25% de los encuestados recuerda algún hallazgo científico importante realizado por investigadores venezolanos, mientras que el 75% no recuerda alguno. Pero, al consultar sobre esos hallazgos importantes que recuerdan, las respuestas sorprenden: clonación de la oveja Dolly; medicina sistémica, el bisturí de diamante, descubrimiento de un Mamut en Falcón, cocodrilo prehistórico, tortuga gigante, cura del Mal de Chagas, orimulsión, cura del cáncer con grasa del hipopótamo, descubrimiento de una célula en el cerebro, etc. Lo de la medicina sistémica alarmó a más de un investigador en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), institución considerada como la más importante por el 48% de los encuestados. El desconocimiento de la ciencia incluye a los científicos venezolanos de quienes sólo un 9% de los encuestados recuerda algún nombre, entre los que destaca el de Jacinto Convit quien aparece en primer lugar con 23%. Pero, en tercer lugar, recuerdan al ingeniero promotor de la medicina sistémica José Oralde. Por otra parte, casi un 90 % cree que el gobierno no consulta a los científicos e ingenieros para asuntos relacionados con sus actividades. Por otro lado, más de un 60% no conoce los organismos que se dedican a hacer investigación científica y tecnológica en el país. Para los encuestados las prioridades de la investigación deben estar dirigidas hacia los temas de salud pública (46%), producción agrícola y pecuaria (17%), mejoramiento de las ciudades (13%), y procesos industriales (10%).

Científicos peligrosos
Según los resultados de la encuesta, al parecer existe en una importante porción del imaginario colectivo, un temor por lo que pudieran estar haciendo los científicos en sus laboratorios. La encuesta reveló que un 44% de la muestra aprueba la afirmación según la cual, de acuerdo a sus conocimientos, los científicos pudieran ser peligrosos y por otro lado, un 32% la desaprueba. “Empero, en las respuestas de ambas tendencias -que están relativamente equilibradas- el sesgo se nota aún más observando el nivel educativo. En este sentido, los grupos de mayor formación se muestran en desacuerdo con la afirmación. Dentro de los grupos de menor nivel educativo, en cambio, hay mayor desconfianza en el trabajo de los científicos respecto de la «inocuidad» del producto de su trabajo”. Con respecto a la reacción de los encuestados frente al tema de la deshumanización de la vida y el papel de la ciencia en ello a través de la tecnología, un 45% se muestra de acuerdo; mientras que un 29% se muestra en desacuerdo.

Astrología como ciencia
Sorprendió que más de un 40% de los encuestados le asigna un carácter científico a la astrología. Asimismo, para los encuestados la economía tiene menor consideración de ciencia que la herbología y la acupuntura, “pese a que la economía está más influida por el conocimiento y pensamiento matemático y probabilística”. No obstante, al consultar sobre las profesiones más respetadas, los investigadores científicos ocuparon el segundo lugar con 82%, luego de los médicos con 90%. “Los agricultores aparecen en tercer lugar como ocupación respetable, y de las diez ocupaciones propuestas, los abogados y periodistas -de similar calificación-, además de los empresarios y banqueros, son percibidos como «menos respetables»”.

Apropiarse de la ciencia
La Encuesta Nacional sobre Percepción Pública de la Ciencia recomienda una serie de estrategias para promover la participación social en temas de ciencia y tecnología, “utilizando los recursos simbólicos procedentes del denominado Arte de Calle, los espacios no convencionales de nuestras ciudades y comunidades. La idea es motivar y promover en el pueblo el interés por acercarse a toda la belleza y a los recursos prácticos ofrecidos por la ciencia y la tecnología, y que puedan serles útiles en la construcción de condiciones de vida más dignas y justas”.

Fuga de cerebros
La encuesta también refleja el éxodo de “muchos científicos e ingenieros formados y con capacidades intelectuales para impulsar el desarrollo científico y tecnológico”. Así lo percibe un 56% de los encuestados mientras que sólo un 5% piensa que no se va ninguno, “lo cual refleja que un significativo porcentaje de los venezolanos percibe este fenómeno como problema”. No obstante, un 42% piensa que se van básicamente debido a que fuera del país consiguen mejores oportunidades económicas para desarrollar sus trabajos.
Los resultados evidenciaron una realidad que lejos de desmotivar al conjunto de actores de la ciencia y la tecnología en el país, los reta “a innovar y trabajar con creatividad para lograr superarla”. El documento del MCT concluye que es imperiosa la necesidad de incrementar la labor de “divulgación y apropiación de los temas científicos y tecnológicos entre los jóvenes y en la sociedad en su conjunto, como una herramienta indispensable para la solución de los problemas cotidianos y de su contribución invalorable con el esfuerzo nacional dirigido a desarrollar el país”. Ante esta realidad, aún falta mucho camino por andar para que la “ciencia para todos” se logre.
Fuente: Ciencia y Tecnología: Venezolan@s participan y opinan, MCT

Filtro ambiental dañado


La progresiva destrucción de la capa de ozono alertó en el año 1974 a científicos de todo el planeta; sin embargo, no fue sino hasta 1987 cuando se adoptó el Protocolo de Montreal para la protección de este gas que sirve de filtro contra los rayos ultravioletas procedentes del sol

Si los rayos ultravioleta del sol entraran directamente a la superficie del planeta Tierra, todos los seres vivos que habitan en ella sufrirían una serie de mutaciones tales como tumores cancerosos, alteración química de las plantas, deterioro del ecosistema marino, entre otros. Pero, gracias al perfecto equilibrio del universo, el planeta Tierra cuenta con la capa de ozono, una zona en la estratosfera que permite filtrar los rayos ultravioletas procedentes del sol evitando los dañinos efectos sobre la humanidad y el medio ambiente. La importancia de esta zona para el mantenimiento de la vida terrestre llevó al ambientalista venezolano Erick Quiroga, director de la organización no gubernamental venezolana Amigos del Año Internacional de la Capa de Ozono a tomar la iniciativa, que luego fue aprobada por las Naciones Unidas, de celebrar cada 16 de septiembre el Día Mundial para la Protección de la Capa de Ozono.

A POCOS KILÓMETROS
El ozono es un gas que se encuentra en una de las capas de la atmósfera llamada estratosfera. La alta densidad del ozono en la estratosfera forma lo que se conoce como la capa de ozono cuya mayor concentración se encuentra aproximadamente entre los 20 y 27 kilómetros de altura (Randel, Stolarski, 1999) sobre la superficie terrestre. Este gas se forma debido a la acción de los rayos ultravioleta procedentes del sol y de las descargas eléctricas sobre las moléculas de oxígeno, las cuales absorben esta energía transformándose en ozono (O3). De forma tal que esta capa actúa como filtro de las peligrosas radiaciones ultravioletas, llegando sólo una pequeña cantidad de ellas a la superficie de la Tierra, las cuales son necesarias porque facilitan la absorción de la vitamina D.

ATAQUES
Sin embargo, la capa de ozono es atacada por elementos como el cloro, metano, bromo y flúor; los cuales se liberan de los compuestos sintéticos que se originan en los aerosoles, frigoríficos, aires acondicionados, extintores, productos de limpieza, disolventes y también en la fabricación de los materiales de aislamiento térmico a espumas plásticas. Estos compuestos, mejor conocidos como clorofluorocarbonos, van debilitando la capa de ozono generando los conocidos “agujeros negros”, los cuales se ubican sobre los polos. Uno de los primeros científicos en comprobar los efectos perjudiciales de los clorofluorocarbonos fue el mexicano y Premio Nobel de Química, Mario Molina quien dijo que estos compuestos “pueden permanecer en el medio ambiente varias décadas, y algunos de ellos casi un siglo. Los efectos que en la capa de ozono vemos hoy en día son debidos a los compuestos emitidos hace uno cinco, diez o quince años" (http://www.eco2site.com/news/capa.asp). Asimismo, además del efecto de los gases y productos químicos producidos por el hombre, las erupciones volcánicas y el efecto invernadero provocan un recalentamiento de las capas inferiores de la atmósfera, las cuales generan un enfriamiento de la estratosfera que a su vez estimula la formación de partículas de hielo que facilitan la liberación del cloro y por consiguiente la destrucción de la capa de ozono. Sin embargo, “desde 1950 la producción mundial de clorofluorocarbonos crece entre un 7 y un 10% anual. Esa tasa de crecimiento significa que se duplica la producción de estos gases cada diez años, aproximadamente. En los años 80 se alcanza y supera la producción anual de un millón de toneladas de clorofluorocarbonos”
(www.platea.cnice.mecd.es/~jpascual/cambiclima/problemaozono.htm).

CONSENSO MUNDIAL
Un primer trabajo científico de Mario Molina y Sherwood Rowland alertó en 1974 sobre el peligro de los compuestos químicos; sin embargo no fue sino hasta 1987 cuando se logró un fuerte consenso internacional sobre la necesidad de proteger la capa de ozono. El Informe de la Unidad de Acción por el Ozono del Programa de las Naciones Unidas detalla que “la necesidad de un protocolo surgió casi de inmediato, cuando se publicó en junio de 1985 la primera demostración de la existencia del agujero de la capa de ozono de la Antártica. Las negociaciones mundiales sobre un protocolo se iniciaron sin tardanza y dieron lugar a la aprobación, en septiembre de 1987, del Protocolo de Montreal el cual constituye el fundamento jurídico de los esfuerzos mundiales por salvaguardar la capa de ozono mediante controles sobre la producción, el consumo y el uso de sustancias que agotan el ozono”.
Más de 150 países han ratificado el Protocolo de Montreal, de los cuales un tercio de éstos son desarrollados y dos tercios son países en desarrollo. Por otra parte, en febrero de este año entró en vigencia el Protocolo de Kyoto con la aprobación de más de 140 países que decidieron asumir el compromiso de disminuir para 2008-2012 las emisiones de gases de efecto invernadero a un 5 por ciento menos del nivel de emisiones de 1990.

ESPERANZAS
Aunque parezca lejana la recuperación de la capa de ozono, el científico mexicano, Mario Molina vislumbra una esperanza para mediados de este siglo. “En la actualidad los agujeros de ozono de los polos se mantienen estables y será dentro de unos veinte años cuando empezarán a disminuir debido a la desaparición progresiva en la estratosfera de los clorofluorocarbonos”. Molina está convencido que las medidas adoptadas por los países signatarios del Protocolo de Montreal han surtido efecto.

EFECTOS GLOBALES
La organización ambientalista venezolana, Vitalis emitió un comunicado con motivo del Día Mundial para la Preservación de la Capa de Ozono en el cual su presidente, Diego Díaz Martin destacó entre los efectos de la destrucción de la capa de ozono: “el incremento de los cambios climáticos, la alteración de la atmósfera e intensificación de las tormentas tropicales y los huracanes, y daños a los bienes y las personas. Entre los riesgos a la salud, el cáncer de piel, reducción de la efectividad del sistema inmunológico humano y daños en la vista. Además de las consecuencias en los ecosistemas, se teme por la disminución de la productividad de lagos, ríos y mares, con la consecuente disminución de la producción de alimentos, por efectos en la sostenibilidad de las cosechas y la ganadería”.

ACCIONES DESDE CASA
Por supuesto que el sector industrial es el principal actor en la reducción de las sustancias agotadoras del ozono, sin embargo, el Informe de la Unidad de Acción por el Ozono del Programa de las Naciones Unidas plantea una serie de recomendaciones para que, desde la cotidianidad, los habitantes del planeta participen en la protección de la capa de ozono: no utilice objetos punzo-cortantes para deshielar su refrigerador, debido a que estos pueden dañar el sistema de tuberías que contienen al refrigerante; realizar un mantenimiento regular tanto al aire acondicionado de su automóvil como de su hogar y solicitar regularmente al taller de servicio que verifique si existen fugas de refrigerante y repararlas; compre preferentemente aquellos productos de limpieza que indiquen en sus etiquetas que no contienen clorofluorocarbonos o que no dañan la capa de ozono; adquiera extintores que no contienen halones, existen varias alternativas efectivas como extintores a base de espuma, CO2 o polvos químicos; sea un consumidor informado; y proteja su salud, evitando exposiciones muy prolongadas al sol para evitar el riesgo de contraer cáncer en la piel o cataratas”. Pero tal como lo asegura este Informe de Naciones Unidas, “aún queda mucho por hacer”.
Fuentes consultadas: Enciclopedia Océano, PNUD y Tierramérica.