24 octubre 2005

Las Galderas: mágico encuentro entre el hombre y el ambiente

Los habitantes de esta comunidad ribereña del río Orinoco vienen capacitándose en ecoturismo, gracias al trabajo que con entusiasmo y dedicación desarrollan los investigadores de la UNEG y Fudecotur

La turista emprendió el camino sintiendo la fría brisa mañanera en su rostro. A lo lejos observaba la inmensidad del río padre que la esperaba con sus juguetonas toninas. Al adentrarse en el bosque ribereño, un trinar de aves despertó sus sentidos frente a un mágico y cambiante ecosistema, nunca antes visto que le hizo preguntarse sobre lo que tantas veces se ha cuestionado: ¿por qué vivir a espaldas del río Orinoco?
El reencuentro con la ribera del Orinoco lleva a reflexionar sobre el tiempo que se ha perdido mirando más hacia la industria que al infinito potencial que brinda este ecosistema a los seres humanos, para construir el tan aspirado desarrollo sustentable.
Una meditación que los habitantes del ribereño caserío de Las Galderas han comenzado a experimentar gracias al trabajo que, con mucho entusiasmo y dedicación, vienen desarrollando los investigadores de la Universidad Nacional de Guayana (UNEG) a través del Proyecto Corredor Ribereño del Bajo Orinoco.
Este ambicioso proyecto de investigación comenzó en el año 2002, auspiciado por Fundacite Guayana y la UNEG, con el objetivo de estudiar las características relevantes en el corredor ribereño entre Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana con la finalidad de producir la base científica para la conservación y manejo de la biodiversidad, conocer las funciones de los ecosistemas de este paisaje ribereño y las potencialidades socioeconómicas y turísticas que permitan un desarrollo local sustentable.

Poblado ribereño
Las Galderas es uno de los cinco paisajes estudiados a lo largo de la ribera del Orinoco, ubicado entre el kilómetro 55 y 56 de la autopista Puerto Ordaz-Ciudad Bolívar. Es un caserío fundado hace 40 años por el señor Benito y la señora Columba, actualmente cuenta con poco más de 100 habitantes que se dedican a la pesca y a la agricultura. Al presente, esta comunidad se ha incorporado a participar en la segunda fase del proyecto de investigación de la UNEG, coordinada por el investigador Luis D´ Aubeterre, a través de los distintos talleres de formación y capacitación en las áreas potenciales de desarrollo turístico, educación ambiental y piscicultura. Los talleres de capacitación en ecoturismo son dictados por la Fundación para el Desarrollo del Ecoturismo, Fudecotur, gracias al convenio firmado con la UNEG; mientras que los talleres de piscicultura corresponden al investigador de la Fundación La Salle, Luís Pérez. Durante esta semana, los investigadores Sara Leal y Rosauro Navarro continuaron evaluando las posibles rutas turísticas identificadas por los futuros guías de Las Galderas y organizando la serie de talleres de formación que semanalmente dictan en la comunidad. En esta oportunidad, le correspondió al coordinador de Investigación y Postgrado de la UNEG, Hernán Castellanos dictar una charla sobre los monos araguatos y capuchinos, así como también sobre los manatíes que, aunque en menor proporción, están presentes en este ecosistema. Por su parte, la profesora Nay Valero realizó un taller sobre educación ambiental con el fin de concienciar a la comunidad sobre el manejo de los desechos sólidos a fin de motivarlos a realizar, para finales de este mes, lo que denominó la gran “Fiesta de la Limpieza”.

Formando genteLa actividad académica no se detiene en esta comunidad ribereña decidida a mejorar su calidad de vida. “La idea es que ellos se formen como intérpretes de la naturaleza, porque ellos conocen dónde viven el manatí, la tonina, las garzas, el objetivo es facilitarles esa herramienta de formación a través de las charlas y los talleres para que entiendan la dinámica del ecosistema como un todo, porque en definitiva, es el crecimiento humano y las ganas de aprender que se observa en los participantes”, aseguran Sara Leal y Rosauro Navarro. En tal sentido, José Mariño uno de los pobladores de Las Galderas, asegura que este curso le ha “abierto la mente”, porque le ha permitido conocer la importancia ecológica de una gran cantidad de especies que hacen vida en este ecosistema. “Lo importante es que uno tiene la herramienta y conoce de aves, de plantas, de los bosques. Me siento bastante bien, porque en el momento en que llegó la UNEG, en ese momento me cambió la mente”. El trabajo que realiza José Mariño es muy importante por cuanto se encarga de registrar minuciosamente las observaciones que hace de la vegetación y la fauna del bosque ribereño, que luego es evaluado por los investigadores. Todo este trabajo conjunto entre la UNEG, Fudecotur y la comunidad ribereña de Las Galderas tiene la intención de convertir a este caserío –en un futuro- en un centro piloto de ecoturismo. El interés de los pobladores quedó demostrado en una encuesta realizada durante la primera fase del proyecto, la cual arrojó que el 43% de la población está dispuesta a participar en actividades turísticas; un 26% a participar en protección y conservación; un 18% en actividades pecuarias a pequeña escala y un 13% en agricultura alternativa; sin embargo, ninguno de los encuestados está dispuesto a participar en el manejo de fauna, ni el la explotación del bosque.

Rutas ecoturísticas

La garza morena, la garza blanca y la cotúa son algunas de las tantas especies de aves que se pueden observar en la ruta que esta semana evaluaron los investigadores Leal y Navarro en compañía del grupo integrado por Daniel y Aleida Zambrano, José Mariño, José Luis y Julio César Medina, habitantes de Las Galderas que se están formando como guías eco turísticos. Hasta los momentos han identificado cinco rutas: Laguna de Mamo, Caño Corrientoso, Tasajera, Isla de Mamo norte y sur, y el Garcero ubicado en la laguna rebalsera “Las Arhuacas”; además de una playa anegadiza donde anidan aves como los araguanares, las gaviotas y los playeritos. Sara Leal resaltó la importancia del bosque ribereño asociado a la laguna “Las Arhuacas” por ser el único bosque que queda en este lado del estado Bolívar. Explicó que esa pequeña porción de bosque es de una rica biodiversidad, porque no sólo es un sitio de dormidero y reproducción de garzas, sino también de peces como el coporo y el morocoto. La dinámica del Orinoco se mantiene año tras año, las cuatro estaciones: aguas altas, bajadas de agua, aguas bajas y subidas de agua; son muy marcadas y eso proporciona cambios en el paisaje, la vegetación, la fauna, que pueden resultar una oferta muy atractiva para el turista ecológico. En las distintas rutas y según la estación se pueden realizar observaciones de aves y toninas, paseos en kayac y en bote, caminatas por las playas y senderismo. Las toninas son un atractivo único porque se encuentran en abundancia en los caños Carrizal y Corrientoso, aunque en el primero se pueden ver en la temporada de aguas altas y subidas de agua, porque ese caño se seca en aguas bajas y las toninas salen al río grande. Es un sitio adecuado donde ellas se reproducen. Sin embargo, el objetivo es que los guías ecoturísticos estén capacitados para que interpreten de forma integral la dinámica de este ecosistema.

Importancia del ecosistema Orinoco
El bosque ribereño del río Orinoco son plantas que están sometidas a perturbaciones en el nivel de agua periódicamente, es decir, durante una época del año están bajo las aguas. También se le identifica como un humedal, porque son espacios que están expuestos a una película de agua permanentemente o durante un periodo del año. Sara Leal indicó que si se corta esa vegetación, las inundaciones serían mucho más fuertes. “Muchas de las lagunas rebalseras son sitios de cría para la pesquería”, recordó Leal al tiempo que destacó la importancia de las aves. “Hay razones ecológicas, porque las aves tienen un papel dentro del ecosistema, están los carroñeros que comienzan el ciclo de descomposición. Luego están todas las aves dispersoras de semillas que en cierta forma mantienen la diversidad de un bosque. Incluso hay razones de salud para el hombre, porque algunas especies son comedoras de roedores y de insectos que son las aves más abundantes de acuerdo a sus hábitos alimenticios, gracias a las aves insectívoras es que se mantiene a ras las plagas que uno ni percibe. En estas incluyo a las aves nocturnas que son rapaces, como el búho y la lechuza, son comedoras de roedores, imagínate si no existieran”.
Por su parte, Rosauro Navarro agregó que además de ser el sustento de una gran variedad de fauna, aves, mamíferos, reptiles, peces y cientos de individuos más de la fauna y organismos que no observamos y que forman toda una cadena atrófica; el bosque ribereño del Orinoco actúa como un contenedor de suelo fértil que luego es utilizado en terrazas, para la ecología humana y el recurso humano que hace vida en él.
Lo cierto es que, luego de convivir todo un día con ese sistema natural que está a sólo 40 minutos de Puerto Ordaz, la turista no se perdonó haber perdido tanto tiempo sin mirar hacia el Orinoco, un ecosistema que no le teme a los cambios. Como expresó Sara Leal, “el río es continuamente cambiante y eso es lo mágico del Orinoco. Ninguna estación es igual, siempre hay cambios y eso se refleja en las flores, en las aves, en los peces y en la misma población. Lo único seguro en el corredor ribereño es el cambio”.

Potencial ecoturístico
María Isabel Blanco, Sara Leal y Marianella Bermúdez fueron las encargadas de realizar los estudios preliminares durante la primera fase de investigación del proyecto Corredor Orinoco para conocer su potencialidad ecoturística. Los resultados de su investigación determinaron dicho potencial por cuanto “la dinámica estacional ribereña del Orinoco, genera cambios cíclicos en los ecosistemas relacionados a la planicie de inundación, que permiten deducir que el río es siempre cambiante tanto hidrológica, morfológica, biológica y socialmente en función del tiempo. Esta característica compleja del corredor ribereño del Orinoco y su planicie de inundación, basada en pulsaciones, le confiere un alto potencial ecoturístico”. La investigación recoge “la necesidad que tienen todas las comunidades ribereñas de desarrollar actividades que conlleven a ejecutar programas de educación ambiental, de entrenamiento técnico y de planificación de actividades ecoturísticas”.

21 octubre 2005

Desafectar los Parques Nacionales ¿la mejor solución?


Para el geógrafo Carlos Maytin, resulta impensable que aquí en Guayana y desde Guayana, se apoye cualquier tipo de intento de desafectación de los parques nacionales

¿Qué vale más, un metro cuadrado de un parque nacional o un metro cuadrado de vivienda? Un dilema que acapara la atención de los diferentes sectores del país desde que el Gobierno Nacional planteara la posibilidad de desafectar 3500 hectáreas del Parque Nacional El Ávila para la construcción de viviendas destinadas a la población que actualmente vive en las zonas de alto riesgo del estado Vargas. El temor de organizaciones ambientales venezolanas como Bioparques o Vitalis es que este tipo de anuncios pueda sentar un mal precedente para las otras áreas protegidas del país. Un comunicado enviado por Bioparques advierte que “un nuevo trazado de los límites de las áreas protegidas significaría un mal precedente frente a los pobladores e invasores de este y otros parques nacionales, pues de alguna manera incentivaría estos asentamientos para luego desafectar las tierras ocupadas”. En el estado Bolívar existen dos parques nacionales, Canaima y el Jaua-Sarisariñama, que ya de por sí, presentan presiones sociales, agrícolas, mineras y forestales como para tener que agregarle otra más.

¿AMENAZAS?
Para el geógrafo Carlos Maytin, profesor agregado de la UNEG, con postgrado en Gestión Ambiental, cualquier relocalización de población debe corresponderse con “una clara política de ordenación del territorio, congruente con los principios del desarrollo sostenible”. Sin embargo, el especialista en ordenación del territorio advierte la necesidad de evaluar las posibles implicaciones que generaría este tipo de acción, “por el precedente que crearía, y sobre todo en el caso de parques nacionales de tanta importancia nacional y mundial como los que existen aquí en Guayana”.
Explica que antes de tomar una decisión final es necesario considerar las implicaciones legales que a nivel nacional e internacional tendría el desafectar un área protegida. Recordó que Venezuela tiene a nivel internacional compromisos derivados de la firma de varios convenios y tratados “que implican la obligación de proteger de manera estricta espacios que tienen características similares a la de nuestros parques nacionales, tales como el firmado en la Convención para la Protección de la Flora, de la Fauna y de las Bellezas Escénicas Naturales de los países de América, celebrada en Washington en 1940; y el Convenio sobre Diversidad Biológica de 1992, entre otros”. Agregó que el artículo 28 de la ley orgánica para la ordenación territorial y urbanística, contempla la desafectación total o parcial de las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial, pero con excepción de las áreas amparadas por convenios y tratados internacionales. “La Ley establece además que la desafectación deberá ser aprobada por la Asamblea Nacional. Es decir, la desafectación de parques nacionales no sólo podría estar violando nuestras propias leyes debido a la forma como se está procediendo, sino los convenios y tratados internacionales ya firmados por el país”.

ESPACIOS ALTERNATIVOS
Maytin aboga más por la relocalización en espacios alternativos que existen en el país y que se ubican fuera de los límites de los parques, “ciudades intermedias por ejemplo, amen de otras áreas alternativas del interior del país que es necesario ir ocupando, eso sí, ordenadamente, con criterios ambientales”. A juicio del especialista este tipo de estrategia de desarrollo territorial-ambiental sería congruente con el modelo de los cinco equilibrios del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, que ha propuesto el mismo gobierno nacional, “ya que en éste se plantea dentro del equilibrio territorial, que la estrategia a seguir debe ser más bien la de desconcentración de población desde los centros urbanos más poblados, hacia espacios menos o aún no poblado, sin embargo, se ha propuesto, al contrario, una mayor concentración de población y de paso, dentro de un Parque Nacional!”.

CASO CANAIMA
El geógrafo, egresado de la Universidad de Los Andes aclara que una desafectación constituye una amenaza más a la integridad del Parque Nacional Canaima. “Son múltiples las presiones que actualmente existen sobre el parque, tanto en las cercanías de sus límites y en algunos casos dentro del mismo parque, debido al desarrollo no ordenado de usos y actividades tales como mineras, agrícolas, turísticas, forestales, residenciales y comerciales, agregándose los problemas asociados al desarrollo de infraestructura que estas actividades siempre implican”.
Por eso Maytin insiste en que tal tipo de precedente, “en nada nos beneficia, resultando impensable que aquí en Guayana y desde Guayana, apoyemos cualquier tipo de intento de desafectación de nuestros parques nacionales”. Incluso va más allá al proponer un reajuste de los límites del parque en su parte norte, “que está amenazado por diversas razones”, y que los mismos se extiendan a la base de Sierra de Lema, “con un buffer externo para mayor protección, y no como está ahora, asociado en su mayor extensión a la cota de los 500 metros sobre el nivel del mar, esto como para mandar un mensaje respecto a lo que estimamos conveniente aquí en la región, en cuanto a parques nacionales”.

HACIA UN MODELO SOSTENIBLE
El profesor de la UNEG explica que una propuesta como la que plantea el Gobierno Nacional no sería un problema si en el país se hubiera implantado un modelo de desarrollo sostenible, basado en una conciencia ambientalista y con cultura de equidad territorial. “El problema, en realidad, es que todavía, no dejamos de aprovechar precedentes como el que pudiera concretarse con la desafectación del Parque Nacional El Ávila, para saciar nuestras apetencias territoriales, de recursos naturales y de espacio. Además, todavía no terminamos de demostrar en las áreas ya ocupadas del país, que sea seguro que vayamos realmente a concretar un uso sostenible de los recursos que nos brinda nuestro territorio como para que justifiquemos el tipo de solución propuesto por el gobierno nacional, independientemente de sus buenas intenciones”.
Maytin está convencido que lo deseable es la no desafectación del Parque Nacional El Avila, “ni la de ningún otro parque del país, y menos en nuestro actual estado de desarrollo de conciencia ambiental y cultura territorial, ya que todavía somos muy dados a ocupar sin ninguna planificación terrenos que deberían permanecer protegidos para asegurar nuestro propio disfrute y el de las generaciones futuras, razón por la cual, si se va a concretar lo planteado por el Gobierno Nacional en el caso del Estado Vargas, ya que así lo decida de manera participativa nuestra sociedad, será necesario reforzar las medidas necesarias, y sobre todo las de tipo educativo, para impedir que este tipo de precedente estimule más desafectaciones de nuestras áreas naturales protegidas en el país”.

NADA EN CONCRETO
Una nota de prensa publicada en la página web del Ministerio del Ambiente señala que este organismo “aún no tiene propuestas concretas para modificar linderos del ávila”; sin embargo, asegura que con la iniciativa de desafectar 3500 hectáreas del Parque Nacional El Ávila se “pretende detener invasiones y sincerizar linderos del parque establecidos en 1952”. La nota reseña las declaraciones de la ministra del Ambiente, Jacqueline Faría quien asegura que “se ha malinterpretado todo lo que se ha dicho en torno a la construcción de nuevas viviendas en el Parque Nacional El Ávila”. Aclara la ministra que tal decisión le corresponde a “un pueblo organizado que luego de ser consultado conjuntamente con expertos ecologistas, promueve una propuesta de modificación del parque nacional que posteriormente va a la Asamblea Nacional. De ser aprobada pasa a Consejo de Ministros. En el Ejecutivo se evalúa nuevamente antes del definitivo visto bueno”.

La educación ambiental a partir de la convivencia que se desarrolla en las comunidades


Así lo viene planteando la especialista en la materia y profesora de la Uneg, Nay Valero en los distintos foros municipales que se han generado en los últimos meses

La basura ha tomado la mayoría de los espacios públicos de la ciudad, sólo basta caminar por sus céntricas calles para sortear toda clase de focos de contaminación que incluso, han llegado a amenazar la estabilidad de los aviones que a diario aterrizan en el aeropuerto de Ciudad Guayana. Volvemos a la misma sempiterna pregunta ¿Qué hacemos con la basura?
Para la especialista en educación ambiental, Nay Valero, profesora de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Uneg y coordinadora del Programa Bioguayana de Fundacite Guayana, “el asunto es comprender cómo desde nuestras individualidades estamos generando una cantidad y un volumen de basura que está yendo a un sitio que a su vez, está generando una cantidad de problemas ambientales y probablemente no estamos conscientes de que estamos generando ese problema”. Una comprensión que según Valero, encuentra una herramienta en la educación ambiental, pero acota que ésta no es exclusiva de un aula de clase, debe buscarse “desde ese conocimiento previo que las mismas comunidades manejan de su entorno o de su parroquia, como una manera de contribuir en el proceso de formación, que no son exclusivos de un aula de clase, se hacen desde esa convivencia que se desarrolla en las comunidades”.
“En principio, nosotros somos los generadores de la basura, término que se utiliza para hablar de una integración o una mezcla donde están los residuos sólidos o desechos sólidos fundamentalmente; esta mezcla es lo que tradicionalmente se le llama basura municipal que son basuras de origen doméstico, existen los de origen industrial y hospitalarias”. Recalcó la importancia de saber diferenciar entre los distintos tipos de basura que se generan porque a su juicio la intención de la alcaldía es que las comunidades se involucren a participar directamente en la gestión de la basura domiciliaria.

ADQUIRIR CONOCIMIENTOS
Valero recoge el concepto manejado por la Unesco y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Pnuma el cual concibe a la educación ambiental como el proceso mediante el cual el hombre será capaz de adquirir conocimientos y experiencias, comprenderlos, internalizarlos y traducirlos en comportamientos que incluyen valores y actitudes que lo conduzcan a una mayor interacción con su Medio Ambiente. Valero mencionó que entre los objetivos que persigue la educación ambiental, está el de proporcionar conocimientos que permitan aprehender la problemática ambiental, local y mundial; propiciar la adquisición de valores y actitudes individuales y colectivas; desarrollar habilidades y capacidades científicas, sociales y culturales; participación efectiva y consciente de la población en la búsqueda de una mejor calidad de vida; y capacidad de evaluación de los procesos con los actores.

RESPONSABILIDADES Y ACTORES
Recordó que según la Carta de Belgrado, impulsada por la Unesco y el Pnuma en 1975, existen rresponsabilidades y actores dentro del proceso de gestión ambiental donde están definidas las competencias de cada uno de ellos. El primero al que hacer referencia es el municipio, el cual debe garantizar la recolección y adecuada disposición de los desechos (Ley Orgánica de Régimen Municipal). El segundo serían los ciudadanos que deben participar en la gestión con acciones como minimizar el volumen, disposición inicial adecuada y cumplir con la normativa ambiental (Decreto 2216). El tercero corresponde a la empresa recolectora cuyo deber es garantizar el cumplimiento de las rutas y los horarios, cumplir con las normas establecidas para el traslado del material (vehículos y personal). El cuarto componente es la empresa que realiza la disposición final de la basura, la cual debe garantizar las normas ambientales y de ingeniería que minimizan los impactos ambientales (suelo, agua y aire) en el sitio. Por último el Ministerio del Ambiente, como ente rector, debe garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales en el Municipio y en los sitios de disposición final.

RESIDUOS Y DESECHOS
Explicó que la basura está conformada por dos componentes: los desechos, que son aquellos que no tienen ningún tipo de alternativa, “son los que normalmente deberían ir a un relleno sanitario”; mientras que los residuos son los que, según la Ley Penal del Ambiente, tienen una alternativa de uso “y bajo ese concepto es que se comienza a desarrollar otro tipo de proceso. Estos pueden ser desde evaluar cómo se genera el volumen, la cantidad y el tipo de basura en los hogares y cómo esa cantidad va a un proceso de recolección y luego de disposición final”. En tal sentido, una de las acciones que pueden realizar los consumidores para conocer ese volumen de basura que se genera es a través de las compras “conscientes”. “Si se usan envases de plásticos que son desechables, no son necesarios los pitillos que muchas veces se utilizan innecesariamente. Un pitillo es un plástico que no es biodegradable por lo que no se puede incorporar nuevamente al ciclo de la naturaleza y que tampoco se usa en los programas de reciclaje”.

LAS TRES R
Valero es una defensora de los programas de reciclaje cuya aplicación pasa por entender el significado de las tres R. “Reducir, lo que significa asumir hábitos de compras conscientes, evaluar la cantidad y el tipo de desechos o residuos que estoy generando, e intentar hacer cambios en disminuir la cantidad y el tipo. La otra es Reusar, es decir, evaluar qué uso alternativo tienen algunos de los residuos que estoy generando y ponerlo en práctica. Por último, Reciclar, que no es otra cosa que conocer qué tipo, cantidad y frecuencia de residuos se genera en mi comunidad y parroquia. Evaluar si es posible organizarnos para generar una alternativa económica. Establecer alianzas para instalar: un proceso de recolección selectiva, un centro de acopio y procesos productivos para nuevos productos (artesanalmente-pequeña industria)”.
Para lograr el proceso de aplicación de las tres R, Valero refuerza la necesidad de la participación en la cual se debe conformar equipos, identificar situaciones comunes, diseñar plan de actividades, establecer responsabilidades, respetar las ideas y ser solidarios en el proceso. Recalca que todo proceso necesita ser evaluado, por lo cual establece una serie de pasos a seguir en la evaluación: “estar pendiente del proceso, cuestionar con propuestas alternativas, no juzgar, ni criticar para destruir. Ser consciente de que todo proceso se construye y pueden existir debilidades. Tener disposición y capacidad para corregir y seguir”.

CÍRCULO INTEGRAL
La profesora de la Uneg, Nay Valero explicó que el proceso de educación ambiental es un círculo donde están interconectados comunidad-universidades-medios-empresas-municipio. La comunidad valora los impactos socio-ambientales y los costos del servicio; las universidades e instancias educativas, incluso a los medios de comunicación impulsan programas de investigación, de capacitación y difusión como estrategia interinstitucional para el fortalecimiento del plan de gestión ambiental. Las empresas promueven programas para el fortalecimiento de las iniciativas locales, optimizan los recursos e involucran la variable ambiental en su estrategia de gestión. La municipalidad diversifica el mecanismo de recolección, optimiza los recursos económicos y los redirecciona a salud y educación, e impulsa una cultura ambiental desde su política de gestión, además de promover el desarrollo socio-económico-ambiental local.

08 octubre 2005

Comunidad conoció estudio de impacto ambiental de Saint Gobain

La consulta pública contó con la participación de un nutrido grupo de expertos ambientales, investigadores universitarios y representantes de las comunidades de San Jacinto y La Ceiba

Lograr un desarrollo económico que sea “capaz de satisfacer con equidad las exigencias de toda la población” y ser respetuoso del ambiente, será siempre un desafío. Lo anterior quedó demostrado durante la consulta pública promovida por el Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales (Marn) y la empresa Saint Gobain con el fin de dar a conocer a la colectividad el estudio de impacto ambiental que permitirá predecir los posibles daños ambientales que se generen con el aumento en la producción del carburo de silicio, que la empresa ha proyectado realizar en sus planes de adecuación y las medidas correctivas que plantea para mitigar los efectos sobre el ambiente.
La cita fue en el salón Guayana del hotel Rasil donde se congregó un numeroso grupo de habitantes del sector San Jacinto, principal poblado afectado por las emisiones de gases contaminantes generados a lo largo y ancho del corredor industrial Matanzas-Cañaveral; representantes de la empresa Saint Gobain; el director nacional de Evaluación de Estudios de Impacto Ambiental del Marn, Wilmer Machado; la ingeniera Riolama Fernández en representación de la directora estadal del Marn, María Mejías; representantes de la empresa consultora encargada de elaborar el estudio de impacto ambiental, investigadores universitarios y expertos ambientales.

Medias verdades
La comunidad de San Jacinto dejó claro su inconformidad ante el proyecto presentado y como no querían “medias verdades” decidieron habilitar al Juzgado Tercero del municipio Caroní, a cargo del Juez Celis quien se presentó poco después de iniciado el acto para realizar una inspección ocular y dejar constancia legal de todas las observaciones, inquietudes y recomendaciones que se plantearon en la consulta. La acción sorprendió a los asistentes, pero más aún a los representantes de la empresa y del Marn que no daban crédito a lo que ocurría.
La médica ocupacional Damelis Herrera quien en nombre de la comunidad realizó la acción legal, expresó que no están conformes con los planteamientos presentados por la empresa. “No es que no confiamos en la empresa Saint Gobain, pero en las reuniones que hemos tenido con la empresa, ellos no han tenido respuestas coherentes con la realidad y para que las palabras no se las lleve el viento, decidimos habilitar un tribunal”.

Explicó la médica que la realidad en San Jacinto es que la comunidad está presentando patologías respiratorias, de piel y parasitarias, además de la corrosión presente en los estructuras que se verán incrementadas con la ampliación de la planta. “Si no pueden adecuar lo que ya está funcionando cómo van a garantizar que la ampliación de la planta no va a incrementar aún más los efectos dañinos para la salud y el ambiente que la comunidad padece”.

Política severa
El representante de la empresa Saint Gobain para América Latina, Ildheo Cardozo enfatizó el compromiso ambiental de la empresa al asegurar que tienen una política “muy severa” en relación no sólo al ambiente sino también con las consecuencias para la salud de los empleados y de las comunidades, “nuestros progresos en seguridad industrial y salud y ambiente fueron muy grandes en los últimos años y el objetivo es mejorar cada vez más”.

Dijo estar conscientes que deben establecer una relación “más cercana” con la comunidad “porque la empresa debe ser una continuidad de ella”. Por su parte, el gerente de operaciones de la planta, Luis Moreira aseveró que el proyecto presentado va a garantizar que la expansión será eficiente desde el punto de vista ambiental, de la salud y de la seguridad de los trabajadores. Asegura que en los últimos 5 años la empresa ha cumplido con todos los requerimientos ambientales establecidos en el decreto 638 referido a la calidad de aire. Sin embargo, dijo que empezaron a tomar conocimiento del desagradable olor a azufre “muy recientemente”.

Al respecto, el asesor ambiental de la empresa, Santos Carrasco dijo que los olores ofensivos se seguirán percibiendo, “lo único es que el proyecto nuevo no agravará la situación. Se van a sentir mejoras y disminución de los olores ofensivos una vez que se tomen las medidas de control de emisiones en los hornos que ya existen; reduciendo el contenido de azufre en el coque y con la instalación de los próximos encerramientos”.

Derecho de palabra
Durante la consulta pública, el derecho de palabra evidenció la inconformidad de los vecinos de San Jacinto por el estudio de impacto ambiental presentado; la necesidad de una mayor información sobre los planes de adecuación que implementará la empresa y un mayor control por parte del Marn. Estas son algunas de las voces que se manifestaron ayer:

Oswaldo Fuentes, vecino de San Jacinto: retrató la realidad que viven en el sector donde son continuas las enfermedades respiratorias en personas como en las aves de corral; enfermedades fungosas, manchas y baja floración en las plantas; capa brillante en los cuerpos de agua; corrosión en los materiales.

Beatriz Osorio, vecina: alertó sobre la construcción de obras civiles en la planta a pesar de no haber sido aprobado aún el estudio de impacto ambiental. En tal sentido, la representante del Marn, Riolama Fernández dijo que la empresa tiene la conformidad de uso por parte de la Alcaldía para obras civiles pero no para la operatividad de las mismas.

Francisco Valdez, ambientalista: evidenció la falta de control por parte del Marn y la inexistencia de un sistema de monitoreo de las emisiones atmosféricas. Explicó que la conformidad de uso debe darse después que el Marn otorgue la acreditación ambiental. “Que el ambiente no quede de último”.

Rafael Rondón, sociólogo: criticó la ausencia de un diagnóstico sobre los años que lleva la empresa produciendo y afectando o no el ambiente. Consideró necesario que se frene el proyecto y establecer un conjunto de negociaciones con la comunidad y recordó que en el siglo 21 las empresas tienen dos responsabilidades que atender: la social y la ambiental.

Gonzalo Febres, consultor ambiental: enfatizó la urgencia de realizar un estudio de calidad de aire global donde se incluyan todas las empresas de la zona de Cañaveral y Matanzas y complementar con estudios de suelo, depósitos de agua y dermatológicos para detectar las causas de los problemas que afectan a la comunidad.

Defensoría del Pueblo inicia averiguación
La defensora del pueblo en Ciudad Guayana, Hilda Mejías anunció que desde el 8 de septiembre de este año el defensor en materia ambiental con sede en Caracas, José Figuera, abrió una averiguación sobre la contaminación por malos olores de azufre en el sector San Jacinto.

Mejías dijo que el objetivo de la Defensoría del Pueblo es instar a las autoridades de Ambiente a que cumplan con su función de velar por el completo funcionamiento de las empresas y “si hay un problema en el corredor industrial pues se inspeccionarán a todas las empresas básicas”. Reiteró la necesidad de apoyar un desarrollo empresarial, pero “que se cumpla con la normativa legal y si esta no se adapta a los hechos, pues que se someta a una reestructuración”.