16 noviembre 2005

Incendios en Parque Nacional Canaima















Un total de 3495 hectáreas se quemaron durante el año 2004, según las estadísticas registradas por el Instituto Nacional de Parques
 
El indígena que quema para cazar, para su conuco o para avisar que va de un poblado a otro; el turista que lanza el cigarrillo mientras viaja a lo largo de la carretera que lo conduce a la Gran Sabana o que deja encendida la fogata; cualquiera que sea la causa, lo cierto es que el Parque Nacional Canaima, ubicado al sur de Venezuela, continúa quemándose.
A pesar de estar incluido en la lista mundial como Patrimonio Natural de la Humanidad, por ser una “muestra relevante de las etapas de la evolución de la tierra”; por constituir   un “ejemplo sobresaliente de los procesos geológicos y biológicos actuales en la evolución y desarrollo de los ecosistemas terrestres y acuático”; por contener “fenómenos naturales únicos” y ser el hábitat de supervivencia de “especies de plantas y animales raros o en peligro de extinción”, la realidad es que el Parque Nacional Canaima continúa quemándose.
No obstante ser considerado por innumerables científicos e investigadores de reconocidas universidades locales y foráneas como un laboratorio natural para el avance de la ciencia, la verdad es que el Parque Nacional Canaima continúa quemándose.
Más allá de la importancia de estar ubicado dentro de la cuenca del río Caroní, la cual abastece de agua a las centrales hidroeléctricas Guri, Caruachi, Macagua I y II que generan el 70 por ciento de la energía que se consume en el país, el Parque Nacional Canaima continúa quemándose.
Por más que estén presentes Edelca con el proyecto Mayú y la brigada de combate de incendios forestales; Inparques con sus guardabosques; la Guardia Nacional con sus puestos de control; el Ejército con dos puestos de comando; la Gobernación del Estado Bolívar a través de Defensa Civil y las innumerables organizaciones no gubernamentales ambientales que trabajan activamente en la zona, el Parque Nacional Canaima continúa quemándose.
Si bien su mágica belleza natural inspiró las míticas obras “Canaima”, del escritor venezolano Rómulo Gallegos o “El mundo perdido”, de Arturo Conan Doyle, el Parque Nacional Canaima continúa quemándose.

Datos que arden
Cada año, durante la época de sequía que va desde diciembre a junio, se pueden observar las columnas de humo que se elevan en distintas partes de este vasto territorio de 3 millones de hectáreas. Ubicado al sureste del estado Bolívar, el Parque Nacional Canaima está integrado por el sector oriental -la Gran Sabana- y el sector occidental –Laguna de Canaima-, siendo el primero de ellos el más afectado por los incendios, según los datos registrados por el Instituto Nacional de Parques.
Tal como lo explica el director de Inparques en el estado Bolívar, César Cario, el número de hectáreas quemadas durante el año 2004 revelan un aumento en los incendios generados en el sector oriental del parque. Durante el 2004 se quemaron un total de 3495 hectáreas, de las cuales 2168 hectáreas pertenecen al sector oriental y las restantes 1327 hectáreas al sector occidental.
Las estadísticas de Inparques señalan que el número de hectáreas quemadas en el sector oriental del Parque registró un aumento significativo respecto al año 2003 cuando se totalizaron 634 hectáreas afectadas. No obstante, los incendios en el sector occidental disminuyeron con respecto al año 2003 cuando se registraron 1393 hectáreas quemadas.
El funcionario de Inparques explicó que durante la temporada de sequía se incrementa la labor del Comando Regional Unificado para el Combate de Incendios Forestales, conformado por el Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, Protección Civil, Guardia Nacional y Ejército y los distintos actores presentes en el parque. Casio afirmó que esta “interacción ha demostrado que con la unión de esfuerzos podemos lograr una mayor presencia y una mayor corresponsabilidad de lo que es la guardería ambiental”.

Cultura del fuego
El titular de Inparques en el estado recordó que el fuego está muy arraigado en la cultura indígena, “lo utilizan como medio de comunicación. Esa es su cultura y hemos ido hacia un proceso de educación de qué es el fuego y cómo usarlo; porque se han presentado grandes incendios por una fogata mal apagada”. En tal sentido, las acciones emprendidas por Inparques están dirigidas a afianzar el programa de educación ambiental; ampliar los cursos de bomberos forestales en las distintas comunidades indígenas del área y continuar fortaleciendo los distintos proyectos que se llevan a cabo en el parque, entre los cuales destaca el convenio firmado con el Banco Mundial para la elaboración del proyecto “Manejo del Parque Nacional Canaima”, el cual contempla cuatro componentes: la conservación de la biodiversidad presente en el parque, la participación y fortalecimiento de las comunidades indígenas dentro del parque, el fortalecimiento interinstitucional de los tres entes firmantes del convenio: Edelca, Inparques y la Federación Indígena y el financiamiento sostenible de los mencionados componentes. Cario estima que para finales de octubre de este año debería estar definido la conformación del proyecto para presentarlo a las autoridades del Banco Mundial, “y si se aprueba se pasaría a la fase de los aportes de recursos para su ejecución, de los cuales el Banco Mundial aportaría 11 millones de dólares para el comienzo de la ejecución del proyecto pautado para 7 años y Venezuela se comprometería a colocar 33 millones de dólares”.

Temporada de incendios
En todo caso, la época de incendios se aproxima y con ella la preocupación por el número de hectáreas adicionales de bosque que se quemarán este año.
Una inquietud que exige del Estado venezolano una presencia permanente y al que le corresponde fijar una política orientada a la consolidación del desarrollo sustentable de las comunidades que hacen vida en el Parque Nacional Canaima, a fin de evitar que los incendios sigan consumiendo las áreas boscosas que quedan.

Recursos que no apagan fuegos
El presupuesto del 2005 designado por el Marn para la dirección estadal de Inparques es de 27 millones de bolívares, lo que representa un aumento sustancial respecto al año 2004 cuando se le destinaron 5 millones de bolívares. Sin embargo, siguen siendo muy pocos para controlar un área tan extensa de parque. Por eso los esfuerzos del director estadal de Inparques van encaminados a aumentar los ingresos propios a través del pago por canon de concesión, autorizaciones, boletería de entrada a los parques y la venta de material educativo e informativo sobre el Parque Nacional.

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