El pasado viernes 29 de septiembre se llevó a cabo la tercera y última Consulta Pública del Anteproyecto de Ley de Bosques ante un auditorio repleto de voces críticas que aspiraba más de un día de discusión
El último de los tres talleres organizados por el Ministerio de Ambiente (Minamb) para la discusión del Anteproyecto de Ley de Bosques se realizó ayer en Ciudad Guayana. Al parecer el hecho de poseer la Región Guayana el 82 por ciento de los bosques del país no significó ninguna ventaja para que dicha consulta pública se iniciara precisamente, en una de las zonas con mayor extensión de bosques y donde las amenazas que se ciernen sobre él (avance de la frontera agrícola, explotación ilegal de madera, ganadería y minería) se hayan incrementado en los últimos años. Sólo basta recordar el estudio llevado a cabo por la organización ambientalista venezolana Acoana sobre la reducción en los últimos 30 años de los bosques en el municipio Sucre del estado Bolívar, donde precisamente, está ubicada la cuenca del río Caura, muy publicitada en estos días. A Guayana el Minamb la dejó de última, quizás por las voces críticas que, intuía, encontraría en un auditorio que a todas luces, quedó insuficiente para la cantidad de personas interesadas en discutir los avances de la nueva Ley que será presentada a la Asamblea Nacional para su aprobación. Más de cien personas, entre ingenieros forestales, investigadores, representantes de sociedades conservacionistas, centros de investigación locales y comunidad en general colmaron la capacidad del salón Angostura del Hotel Intercontinental desde las ocho de la mañana para conocer las bondades de una ley que, según señala la exposición de motivos, aspira “proporcionar las garantías legales necesarias para afianzar en el país un sistema de gestión forestal que permita aprovechar al máximo las ventajas de ese potencial forestal, en equilibrio con las necesidades de mantener y recuperar las múltiples funciones de los bosques”. Un equilibrio muy necesario si se toma en cuenta que en la última auditoria ambiental del Minamb, se evidenció que la reducción de la superficie de bosques en el país pasó de 62% a 54,2%, en el lapso comprendido entre 1977-1995, lo que significa que se han perdido cerca de 7 millones de hectáreas de bosques, la mayoría de ellos al norte del río Orinoco. Precisamente, la asesora legal de Bosques del Minamb, Moraima Goudet aseveró ayer que 140 mil hectáreas de bosques se pierden cada año en el país. Una situación que a través del Anteproyecto de Ley de Bosques esperan revertir.
ALTERNATIVAS DE USO
Goudet explicó que la ley contempla dos mecanismos, “uno es bajando la presión sobre los bosques naturales, dándole a las comunidades otras formas de sustento y alternativas de uso agroforestales que permite mantener un uso forestal en las áreas y reducir la presión sobre el bosque natural”. La abogada del Minamb defendió la gestión participativa de los bosques como uno de los puntos más resaltante de la nueva ley. “La anterior ley de Suelos y Aguas planteaba el acceso al bosque con fines de extracción maderera y restringía el acceso a un sector limitado del país; ahora se promueven nuevas formas de acceder al bosque para darle cabida a las comunidades organizadas y a las empresas de producción social”. Dijo que la ley busca impulsar el uso múltiple del bosque no sólo con fines maderables sino también el aprovechamiento de bienes no maderables, tales como el ecoturismo y los servicios ambientales que genera el bosque. Resaltó la importancia que la nueva ley le da a la valorización de los bosques naturales, “las plantaciones representan el gran futuro de lo que es la materia prima forestal del país, los bosques naturales ubicados en esta región queremos preservarlos como única reserva que le está quedando al país”. Otro de los cambios –dijo- se refiere a los planes de manejo forestal que, según la nueva ley, estarán destinados a cualquier escala de actividad forestal no sólo a las grandes plantaciones como una nueva estrategia para el manejo de bosque. “Lo que queremos es que el acceso al bosque se haga de una manera más planificada y sustentable posible”.
POCO TIEMPO
Sin embargo, para muchos de los investigadores ambientales presentes en este acto, el tiempo escogido por el Minamb -de un solo día de discusión, dividido en mesas de trabajo-, era muy corto para poder evaluar los 106 artículos de la nueva ley y que la misma fuera el resultado de una verdadera participación ciudadana y no una simple validación de una ley que ya está redactada, o como dijo uno de los ambientalistas “otro saludo más a la bandera”. Entre los que rechazaron el mecanismo de consulta establecido por el Minamb, fue el grupo de investigadores que integran el Centro de Investigación Ecológicas de Guayana de la UNEG, cuya coordinadora, Glenda Rodríguez, expuso que estos dispositivos no incorporan luego mecanismos de retroalimentación, de manera tal que todas las observaciones que se hacen a determinada ley no reciben respuesta por parte de los organismos del Estado. “Así pasó en la consulta pública sobre Imataca y el de la Reserva Forestal del Caura y no sentimos, como sector académico, que nuestros planteamientos están siendo tomados en cuenta”. Asimismo, Rodríguez anunció que las definiciones de sustentabilidad que plantea la ley en cuestión se refiere sólo a los procesos ecológicos y desconoce o al menos no menciona “explícitamente” la sustentabilidad social y económica que son los tres pilares fundamentales de dicho concepto, “lo que puede dar pie a deficiencias y a pérdida de viabilidad de la ley”. Por su parte, la investigadora de la UNEG, Luz Delgado dijo que la ley adolece de indicadores claros que permitan establecer “concretamente el proceso de participación ciudadana”; además insiste en la necesidad de contar con una base cartográfica validada por cuanto las estadísticas forestales no son estandarizadas y por eso cuando se habla de la tasa de deforestación no se tiene una base referencial”. Por lo pronto, la directora general de Bosques del Minamb, Olga Pérez anunció que para mediados del próximo año se podrá contar con el mapa de cobertura boscosa el cual permitirá obtener en tiempo real, a través de un sistema de información cartográfica, el conocimiento de la tasa de pérdida de cobertura de bosque a nivel nacional. Agregó que el mencionado mapa está siendo elaborado por el Instituto Geográfico Simón Bolívar, como una primera fase de lo que será el inventario forestal nacional. Lo cierto es que a las once y media de la mañana de ayer quedaron instaladas las mesas de trabajo con la esperanza que sus observaciones sean incorporadas al texto de ley.
“Subestimamos la participación”
La directora general de Bosques del Minamb, Olga Pérez dijo que la consulta pública contempla “legalmente” un solo día de discusión, pero considerando que era la Ley de Bosques se establecieron tres talleres, uno en Caracas donde se reúnen un conjunto de actores “que si bien no están manejando el bosque tomando decisiones sobre él”; otro en Mérida donde se forman los ingenieros forestales del país y el tercero en Bolívar “donde realmente se está haciendo una política de manejo forestal en el país y donde los muchos o pocos bosques que tenemos en el país están aquí en Guayana,… pero desafortunadamente, subestimamos la participación y lamentamos que no hubiésemos sido más previsivos”. Dijo que están “muy interesados” en que las opiniones de todos estén recogidas en esta ley “y si tenemos que hacer más talleres en Bolívar para que todos se vean representados y que sientan que sus opiniones serán escuchadas el Ministerio está en la mejor posición para hacer el esfuerzo que sea necesario”.
2 comentarios:
Es importante escuchar a los investigadores d e la UNEG, SE LE respeta ya que son autoridad, en la materia, pero tambien los consultores y las personas de las comunidades ya que en el sector maderero la materia prima son las zonas boscosas como upata, el manteco, pero cuantas veces las personas explotan y no se cumple con la ley, igualmente sucede con la mineria y la ley del medio ambiente no se cumple. conservemos al medio ambiente para nuestros hijos, y las futuras generaciones. un placer poder contribuir en este prestigioso medio Dios los bendiga.
me parece interesante estos talleres, pero que les haga caso a los intelectuales, y estudisos como son el equipo de la UNEG, y tambien a los expertos sucede que con la explotacion maderera, estos dañan el medio ambiente y no siembran arboles y destruyen el medio ambiente, en las zonas de manteco y upata, asi sucede con las madereras de los mustafa, cuando siembran nunca. porque pagan dinero y explotan estas madera.
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