05 octubre 2006

El Caura requiere ciudadanos conscientes de su valor ecológico

Ante la amenaza de la actividad minera que se cierne sobre una de las pocas cuencas intervenidas por el hombre urge generar una política de educación e información hacia todos los niveles de la población

45 mil kilómetros cuadrados conforman uno de los ecosistemas con mayor biodiversidad del mundo. Para algunos investigadores ambientales la cuenca del Caura es la última del planeta que queda en tal grado de pristinidad, es decir que ninguno de sus ríos ha sido intervenido ¿“Por ahora”? Con una superficie de bosques de más 4.2 millones de hectáreas, es una cuenca rica en biodiversidad, en diversidad cultural y con un gran potencial de desarrollo para la generación de los servicios ambientales. Según datos aportados por la organización ambientalista Acoana, la cuenca del río Caura posee una biomasa aproximada de 1.400 millones de toneladas, 17 por ciento de las especies florísticas del país y más del 32 por ciento de la fauna nacional, además de ser un importante reservorio de carbono para el mundo. Pero ante una “bulla” minera no hay ambiente que importe. Esta semana El Diario de Guayana publicó las declaraciones del director estadal del Ministerio de Ambiente, Oscar Padrón quien confirmó la presencia de mineros en la zona de Entreríos confluencia del río Erebato en el Caura. ¿Y entonces? Es el momento de retomar las reflexiones de la antropóloga e investigadora de la Uneg, Nalúa Silva sobre la urgencia de generar una política de educación e información hacia todos los niveles de la población que fortalezca la conciencia ambiental tan urgida ante las diversas amenazas que se ciernen sobre esta cuenca, desde el avance de la frontera agrícola, la explotación ilegal de madera, ganadería, minería, la creación de una ciudad y hasta un posible aprovechamiento hidroeléctrico en el alto Caura. Esta investigadora, estudiosa de la dinámica socio ambiental de la cuenca del río Caura, advirtió en el año 2005 que “luego de la apertura de la Reserva Forestal de Imataca, no se han tomado medidas de control ambiental reales, sino que se sigue permitiendo la minería, desafectando áreas y creo que en el mismo Ministerio del Ambiente está el dilema de abrir la cuenca del Caura cuando está el precedente de Imataca, es un dilema de conciencia”. Recordó que al deforestar se disminuyen una gran cantidad de recursos como el oxigeno, lo que conlleva al inicio del proceso de desertificación el cual influye en la capa de ozono y en el recalentamiento global. Por eso no duda en sentenciar, que “el aporte al país y al mundo es la conservación de esta cuenca”. Advirtió que la proyección del avance de la frontera agrícola para el año 2050 indica que sólo quedará una porción del estado Amazonas y otra igual de la cuenca del Caura, “todo lo demás será intervenido, si seguimos a este ritmo”.

EXPERIENCIAS AJENAS
Insistió en la necesidad de aprender de las experiencias de los países desarrollados que a pesar de haber destruido sus bosques han entendido las consecuencias que eso ha traído en la calidad de vida de la humanidad. “Una de las enseñanzas del mundo industrial hacia nosotros es que las actividades extractivistas no generan un verdadero desarrollo, que estas actividades en los países donde se han practicado y que han servido como base de la economía lo único que han servido es para que los recursos desaparezcan y en la actualidad son pueblos sumamente pobres”.
En tal sentido, exhortó a los distintos organismos gubernamentales a crear políticas destinadas a la conformación de ciudadanos más conscientes del valor ecológico y cultural de esta región, pero “a todos los niveles y con líneas directrices que vengan desde el municipio y que contemple los diferentes actores públicos y privados que generan políticas públicas, en este caso alcaldías, Gobernación, CVG, cada empresa debe generar su propia política ambiental y eso se compatibiliza con la formación de un ciudadano de manera integral desde sus primeros años de formación”.

SERVICIOS AMBIENTALES
Los estudios realizados en la cuenca del Caura la han convencido de la posibilidad de un desarrollo sostenible en esta área, pero a través de programas dirigidos a la captación de servicios ambientales. “Hay un nuevo desarrollo económico que aún no se ha experimentado que se basa en el alquiler de estos espacios para actividades científicas”. Silva asegura que el Caura es un laboratorio natural y muchísimas instituciones del mundo estarían interesadas en estudiar dinámica de ríos, bosques, aves. Explica que para implementar este proyecto es necesario reunir unas condiciones previas de “organización social, generar medidas de control ambiental por parte del Ministerio del Ambiente y toda una normativa que lo haga factible”. Más aún, consideró que el grueso de los recursos puede venir por concepto de pago de servicios ambientales, “sobre todo captura de carbono”. “Hay un grupo de gente que está trabajando desde el Programa BioGuayana y desde la Uneg para incidir en los diferentes niveles del Estado y hacer entender que la captura de carbono se puede implementar como proyecto”.
Refirió que aunque tales planteamientos han tenido receptividad, “el Estado quiere tener la sartén por el mango y aunque se anuncia la participación, no necesariamente se toma en cuenta de una manera real y verdadera a los grupos locales de investigación, más bien se tiende a controlar los proyectos y cuando se les da participación a los entes locales es cuando se tiene armado todo un esquema que, a veces, es incompatible con el planteamiento de los investigadores”.
En todo caso, Silva indicó que plantearse un desarrollo en la cuenca del Caura pasa en primer lugar por un diagnóstico integral y un plan de manejo “serio” con la participación de todos los actores con el fin último de “conservarla no sólo en la actualidad, sino para generaciones futuras”.

OPORTUNIDADES
Para Nalúa Silva son muchas las oportunidades que presenta la cuenca del Caura para un desarrollo sostenible, incluso así lo ha demostrado la historia, “en la cuenca han existido poblaciones humanas que encontraron la tecnología adecuada para la explotación de ese medio ambiente”. Pero a su juicio, existen otras oportunidades como el potencial turístico, la diversidad cultural (indígena, mestiza y negra), la organización comunitaria, la valoración de los recursos forestales no maderables y el programa de captura de carbono.

No hay comentarios.: