28 septiembre 2006

Una capa de ozono en lenta recuperación


A la luz del último informe elaborado por 250 científicos de la Organización Meteorológica Mundial y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, será hasta el año 2065 cuando se podrá ver recuperado el “agujero negro” sobre el Antártico

Otro 16 de septiembre. Otra conmemoración del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Otro año más de acciones y llamados a proteger la zona de la estratosfera que permite filtrar los rayos ultravioletas, procedentes del sol, evitando los dañinos efectos sobre la humanidad y el medio ambiente. Pero, otros 59 años más nos esperan para poder ver recuperado el agujero en la capa de ozono sobre el Antártico. A la luz del último informe elaborado por 250 científicos de la Organización Meteorológica Mundial, (OMM) y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) bajo el título “Evaluación Científica del Agotamiento del Ozono del PNUMA/OMM: 2006”-, las investigaciones realizadas en 2002 preveían una completa restauración de la capa de ozono para el año 2050, sin embargo, “las nuevas mediciones de los científicos reflejan que ese momento tardará en llegar entre 5 y 15 años más de lo previsto, según las zonas geográficas”. Entonces, ¿El Protocolo de Montreal no está dando los frutos esperados?

COSECHA DE UN PROTOCOLO
La OMM asegura que sí porque “la concentración de agentes destructores del ozono se ha reducido de forma sostenida desde que alcanzaron sus máximos en la troposfera entre 1992 y 1994 y en la estratosfera alrededor de 1998”. Según el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, esta recuperación demuestra que el Protocolo de Montreal está trabajando, “pero la recuperación atrasada es una advertencia de que no podemos abandonar la capa de ozono y debemos mantener y acelerar nuestros esfuerzos para eliminar los productos químicos dañinos”. El Protocolo de Montreal, fundamento jurídico firmado el 16 de septiembre de 1987, engloba los esfuerzos mundiales por salvaguardar la capa de ozono mediante controles sobre la producción, el consumo y el uso de sustancias que agotan el ozono, entre ellos los clorofluorocarbonos o CFCs. Hasta la fecha, más de 150 países lo han ratificado y, adicionalmente, en febrero de 2005 entró en vigencia el Protocolo de Kyoto con la aprobación de más de 140 países que decidieron asumir el compromiso de disminuir para 2008-2012 las emisiones de gases de efecto invernadero a un 5 por ciento, menos del nivel de emisiones de 1990. No obstante, la OMM asegura que el proceso de recuperación será lento. El informe reafirma que “el agujero en el ozono antártico no ha empeorado desde fines de la década de 1990, pero se espera que huecos más grandes aparezcan en las siguientes décadas". El mismo explica que el “agujero” de la Antártica ha crecido año con año desde mediados de la década de 1980 durante el mes de agosto, alcanzando su mayor tamaño, por lo general, a fines de septiembre.Según los expertos, “el ozono sobre el Antártico debería recuperarse para el 2065, 15 años más tarde de lo esperado”. La razón de esto –explican- se encuentra en las condiciones especiales dentro del vórtice del Antártico, donde se produce un ciclón natural de vientos extremadamente fríos y veloces, por lo que se espera que el “agujero” de ozono en el Antártico se repita con frecuencia por otras dos décadas. Asimismo, el informe reseña que los científicos tuvieron que realizar nuevos cálculos en los cuales incluyeron “la cantidad de CFC-11 y CFC-12 que hay almacenada en los frigoríficos y otros aparatos, que antes no se habían contabilizado a pesar de que gran parte terminará emitiéndose a la atmósfera. Además, se ha examinado que el producto que se utiliza para sustituir a esos gases, el HFCF-22, también daña la capa de ozono, aunque en una representativa menor medida”. Asimismo, el informe de la OMM y de PNUD determina que según las investigaciones en el casquete polar Antártico, “las masas de aire presentes en esa zona no se renuevan tan fácilmente, por lo que las concentraciones de sustancias nocivas tardan mucho más tiempo en diluirse”.

¿QUÉ ES LA CAPA DE OZONO?
Si los rayos ultravioleta del sol entraran directamente a la superficie del planeta Tierra, todos los seres vivos que habitan en ella sufrirían una serie de mutaciones tales como tumores cancerosos, alteración química de las plantas, deterioro del ecosistema marino, entre otros. Pero, gracias al perfecto equilibrio del universo, el planeta cuenta con la capa de ozono, una zona en la estratosfera que permite filtrar los rayos ultravioletas evitando los dañinos efectos sobre la humanidad y el medio ambiente.
El ozono es un gas que se encuentra en una de las capas de la atmósfera llamada estratosfera. La alta densidad del ozono en la estratosfera forma lo que se conoce como la capa de ozono cuya mayor concentración se encuentra aproximadamente entre los 20 y 27 kilómetros de altura (Randel, Stolarski, 1999) sobre la superficie terrestre. Este gas se forma debido a la acción de los rayos ultravioleta procedentes del sol y de las descargas eléctricas sobre las moléculas de oxígeno, las cuales absorben esta energía transformándose en ozono (O3). De forma tal que esta capa actúa como filtro de las peligrosas radiaciones ultravioletas, llegando sólo una pequeña cantidad de ellas a la superficie de la Tierra, las cuales son necesarias porque facilitan la absorción de la vitamina D.
Sin embargo, la capa de ozono es atacada por elementos como el cloro, metano, bromo y flúor; los cuales se liberan de los compuestos sintéticos que se originan en los aerosoles, frigoríficos, aires acondicionados, extintores, productos de limpieza, disolventes y también en la fabricación de los materiales de aislamiento térmico a espumas plásticas. Estos compuestos, mejor conocidos como clorofluorocarbonos, van debilitando la capa de ozono generando los conocidos “agujeros negros”, los cuales se ubican sobre los polos. Uno de los primeros científicos en comprobar los efectos perjudiciales de los clorofluorocarbonos fue el mexicano y Premio Nóbel de Química, Mario Molina quien dijo que estos compuestos “pueden permanecer en el medio ambiente varias décadas, y algunos de ellos casi un siglo. Los efectos que en la capa de ozono vemos hoy en día son debidos a los compuestos emitidos hace uno cinco, diez o quince años". Asimismo, además del efecto de los gases y productos químicos producidos por el hombre, las erupciones volcánicas y el afecto invernadero provocan un recalentamiento de las capas inferiores de la atmósfera, las cuales generan un enfriamiento de la estratosfera que a su vez, estimula la formación de partículas de hielo que facilitan la liberación del cloro y por consiguiente la destrucción de la capa de ozono.

NORMAS VENEZOLANAS
El portal del renovado Ministerio de Ambiente, MinAmb, anuncia una serie de actividades conmemorativas del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono con el fin de concientizar a la colectividad sobre los riesgos que implica el uso y abuso de las sustancias agotadoras del ozono (SAO), las cuales están normadas según lo establecido en los decretos 3.228 de noviembre de 2004, y posteriormente el 4.335, de 2005. Para el MinAmb, “esta acción legislativa está en consonancia con la suscripción de nuestro territorio al Protocolo de Montreal”. Reseña que las regulaciones vigentes para proteger la capa de ozono están representadas en la Ley Penal del Ambiente; el decreto de creación del Fondo de Reconversión Industrial (Fondoin); el cambio en arancel de aduanas; la Ley Orgánica de Aduanas; la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; y decretos arriba mencionados.

Fuentes consultadas: OMM, PNUMA, Tierramérica, MinAmb

1 comentario:

A-X dijo...

Muy interesante tu articulo. Saludos