12 septiembre 2006

Definir la Amazonia: Un proceso de consenso científico




Evelyn Guzmán Bigott

Lograr una opinión neutral para definir la Amazonia en cuanto a límites geográficos y paisajes típicos para el manejo y conservación de esta extensa zona, es un reto que sólo los expertos “amazonólogos” podían alcanzar. Es así como en el año 2004, la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) solicitó el apoyo científico y técnico del Centro Común de Investigación de la Unión Europea (CCI) para la definición de los límites geográficos de esta vasta región de más de 8 millones de kilómetros cuadrados de bosques tropicales. El objetivo es que la OTCA cuente con una herramienta puramente científica para poder cumplir con su mandato de implementar un Plan Estratégico, apoyando un desarrollo sostenible de la Amazonía.

¿POR QUÉ UNA “NUEVA” DEFINICIÓN GEOGRÁFICA DE LA AMAZONÍA?
Uno de los “amazonólogos” invitados a participar en la definición de los límites geográficos de la Amazonía, fue el investigador de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela y profesor del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), Otto Huber. Este biólogo alemán con más de 35 años residenciado en Venezuela, explica que existen multitudes de definiciones de la Amazonía, pero las mismas no sirven como base de referencia para un sistema de información ambiental Pan-Amazónico. “Son incoherentes, hay diferentes definiciones nacionales, no tienen en cuenta necesidades estadísticas, son más “políticos” que “científicos”, no existe una sola definición que lo soluciona todo”. La Región Amazónica está integrada por nueve países: Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Guyana Francesa, Guayana y Suriname.
Considera Huber que para manejar la región de forma integral, es necesario crear sistemas de información que abarquen la región en su totalidad. “Sin embargo, la realidad es que encontramos diferentes sistemas nacionales de información, los cuales como tales pueden ser excelentes, pero no son ínteroperables por la falta de estándares y bases comunes de referencia. La exigencia más básica en el camino hacia una interoperabilidad de los sistemas nacionales, es una definición común del territorio al cual se refieren”.

CONSENSO CIENTÍFICO
Menciona Huber que la solución propuesta por la OTCA resultó un proceso de consenso científico en 4 pasos. El primero fue solicitar una propuesta independiente por parte de prestigiosos y expertos externos como punto de partida para la discusión. Luego facilitar un consenso científico entre prestigiosos “amazonólogos” de los países miembros de la OTCA (incluida Guyana Francesa), “envolviendo las instituciones claves a nivel nacional”. Posteriormente, presentar el consenso al nivel político para proponerla como un acuerdo técnico entre los países y finalmente implementar la definición en sistemas de información Pan-Amazónicos, sugiriendo la definición también a la Organización de las Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos como standard científico global. Huber advirtió que la definición final no tendrá ningún efecto legal ni tiene la intención de reemplazar la definición política que se maneje a nivel nacional de los estados miembros de la OTCA.

PASO 1
Refiere Huber que este primer paso se dio del 7 al 8 de Junio del año 2005 en la ciudad italiana de Ispra donde se llevó a cabo un taller bajo la coordinación del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea con la participación de los más prestigiosos “amazonólogos” europeos. En dicha reunión estuvieron presentes la Secretaria General de la OTCA, Rosalía Arteaga Serrano y el Director Ejecutivo de la organización, Francisco José Ruiz. El grupo de expertos incluía entre otros: Sir Ghillean Prance (Ex-Director del Royal Botanical Garden Kew, Comandante de la Orden de la Cruz Austral de Brasil); Wolfgang Junk (Max Planck Institute, Gran Cruz del Gobierno de Brasil); Stephan Beck (Director del Herbario Nacional de Bolivia); Antoine Cleef (Miembro de la Academia de Ciencias Exactas, Física y Naturales de Colombia); Henrik Balslev (Ex-Director del Herbario National de Ecuador); Alan Belward (Vicepresidente del Panel Científico del Sistema Mundial de Observación de la Tierra de las Naciones Unidas); Marinus Hoogmoed (Presidente del Comité de Animales del Convenio Internacional de Especies Amenazadas CITES 2000-2002); Carlos Peres (Elegido en el 2000 “Environmentalist Leader for the New Millennium” por la revista TIME) y Joost Duivenvoorden (ETFN, Tropenbos).
El botánico añadió que el trabajo arrancó con el texto exacto del Tratado de Cooperación Amazónica, el cual en su artículo dos detalla que el mismo se aplicará en los territorios de las partes contratantes en la Cuenca Amazónica, así como también en cualquier territorio de una parte contratante que, por sus características geográficas, ecológicas o económicas se considere estrechamente vinculado a la misma. “La propuesta consistió en subdividir la cuenca hidrográfica en tres partes y se añadieron los bosques amazónicos fuera de la cuenca, para llegar a la definición de una Amazonía en su sentido más amplio”.

PASO 2
Ahora, el último paso es lograr que durante el segundo taller de la OTCA a realizarse este 22 y 23 de Mayo en la ciudad brasilera de Río de Janeiro, con los expertos de los países amazónicos, se revise la propuesta y se facilitar un consenso científico a nivel latinoamericano. En palabras de Otto Huber, los objetivos del segundo taller se centran en discutir sobre el concepto básico de la propuesta; revisar detalladamente los límites; discutir las “áreas problemáticas” como tepuyes, sabanas de Boa Vista, serranía de la Macarena, entre otros; incluir una “Amazonía Azul”; evaluar los aspectos socioeconómicos como percepción pública y procesos de colonización; la operabilidad estadística y el consenso final que permitirá sentar las bases para un sistema de información ambiental Pan-Amazónico.

ESTRATEGIA DE BIODIVERSIDAD
Tal como se recordará, la Secretaria General de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), Rosalía Arteaga, en entrevista exclusiva para El Diario de Guayana, anunció en marzo de este año, el inicio de un proyecto para establecer una estrategia de biodiversidad amazónica en conjunto con la Unión de Universidades Amazónicas (Unamaz), con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo por el orden de los 2 millones de dólares. En esa oportunidad Arteaga dijo que la Amazonia suele verse como una zona periférica de la cual se le extraen los inmensos recursos, pero a la que nada se le aporta por lo que parte de esos recursos serán destinados a las universidades amazónicas con el fin de conocer la situación actual de la biodiversidad en la región. Para Arteaga, el aporte de la OTCA es ver a la Amazonia en su conjunto como una eco región. Está convencida que los países le prestan más atención a la cuenca Amazónica, “porque es la proveedora del 20 por ciento del agua dulce del planeta”.

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