13 febrero 2006

Guardianes a toda prueba


Cada 13 de febrero se celebra el Día Nacional del Guardaparques luego que en el año 1992 más de 50 guardianes reunidos en el emblemático Parque Nacional Henry Pittier, en Aragua, decidieran crear un día especial para reconocer la labor de estos servidores públicos que entregan todo por la conservación de los parques

No se asustan si se encuentran con una anaconda de 3 metros de largo. No se cansan de recorrer kilómetros y kilómetros de parques. Siempre tienen una sonrisa amable para los miles de visitantes que disfrutan de las bellezas naturales y para tantos otros que se alteran al recordarles las normas del parque. Ellos son los guardianes del Parque La Llovizna que como tantos otros, celebran cada 13 de febrero, el Día Nacional del Guardaparques.
Este día fue instaurado por un grupo de 50 guardaparques reunidos el 13 de febrero de 1992 en el Parque Nacional Henry Pittier, en el estado Aragua, con el objetivo de reconocer la labor de estos funcionarios públicos garantes de velar por la conservación de los parques. Un trabajo que se hace por vocación y que tal como lo señala la organización ambientalista venezolana, Vitalis “se adopta una nueva forma de vida, donde se entrega todo, y algunas veces se recibe poco: presupuestos limitados que dificultan su gestión, salarios no acordes con su responsabilidad ante la sociedad y deficiencias de infraestructura que limitan sus labores”.

14 VOCACIONES
Hace tres años, CVG Edelca instauró el servicio de guardaparques en el Parque La Llovizna, desde entonces 14 jóvenes divididos en dos grupos, resguardan desde las seis de la mañana hasta la cinco de la tarde la flora y la fauna presente en el parque. A todos los une el amor por la naturaleza, tal como lo expresó Maniubi Carrasquel, técnico superior en Turismo, quien se siente orgullosa de ser guardaparque del pulmón más hermoso de Ciudad Guayana, “me da la oportunidad de ejercer mucho de lo que aprendí en mis estudios, conservar las maravillas que existen aquí y compartir con tanta gente, nacionales y extranjeros, que visitan el parque”.
A Maniubi, oriunda del estado Falcón, se le apareció una anaconda de casi 3 metros y medio de largo en plena vía principal del parque, pero eso no la inmutó, más bien en compañía de otro guardaparque, agarraron a la anaconda para medirla y luego la dejaron ir.
Confiesa disfrutar de su trabajo, aunque el momento que más la complace es cuando llegan los niños a ver los peces de la laguna. “A ellos les fascina ver esos peces tan grandes y tan cerca. Hay uno que le llaman la guitarrilla que a ellos les encanta tocar”.
Otro de los guardaparques que disfruta de atender a los visitantes, especialmente a los niños que asisten casi a diario al parque, es el bachiller y nativo de Ciudad Bolívar, José Ángel Díaz quien confiesa que ese trato con la gente y el contacto con la naturaleza le han permitido crecer como persona.
Por su parte, Giovanni Alfano, estudiante del décimo semestre de Contaduría e hijo del valle del Yocoima, Upata, cree que más allá de su labor como guardián de la naturaleza, el principal papel de un guardaparque es el de sembrar en la conciencia de los visitantes, el valor de contar con un parque tan impactante como La Llovizna. “Somos unas de las pocas ciudades industriales que cuenta con su propio pulmón vegetal y debemos darle la importancia que merece y conservarlo para el disfrute de todos”. A Giovanni le llama la atención el valor que le dan los visitantes extranjeros a las bellezas escénicas del parque, un valor que a su juicio, muchas veces pasa desapercibo para quienes frecuentan el parque. “Una vez tuve un percance con un señor que no permitió que sacáramos a unas chicas que se estaban bañando en las playas, lo cual está prohibido, y este señor nos gritaba que no éramos nadie”.

EJEMPLO A SEGUIR
Miguel Millán estudiante de Diseño Gráfico está convencido que la vocación es fundamental para ser guardaparques. “Muchas personas jóvenes como nosotros no tienen esos principios que deben tener de conservar el ambiente, y esa es una actitud que debemos fomentar entre los jóvenes, pero que no se quede sólo dentro del Parque La Llovizna sino también en los otros lugares que se visiten, porque el ambiente es todo”. Millán enfatiza que en esa constante atención a los visitantes, grupos escolares y brigadas ambientales, se crea una relación de compromiso, “porque nos ven como un ejemplo a seguir”.
Entre sus anécdotas recuerda un día en que llegó un visitante de muy mal humor porque su vuelo se había retrasado y una vez que llegó al parque ni se acordaba de ese percance. “Lo atrapó el paisaje”.
A Francisco Parejo, estudiante del cuarto semestre de instrumentación, le ha tocado vivir situaciones en las que se evidencia el poco respeto por la naturaleza. “Le he llamado la atención a muchos usuarios del parque que he conseguido dañando los árboles y las instalaciones del parque. Una vez en Semana Santa, le llamé la atención a un señor que se estaba bañando en las playas y el señor se alteró y me quiso agredir”.
Estos jóvenes fueron capacitados por CVG Edelca en distintos cursos sobre prevención y extinción de incendios y primeros auxilios, aunque revelaron su interés por continuar formándose en cuanto a la flora y la fauna existente en el parque para así poder colaborar con los estudiantes que llegan de distintas partes del país en busca de una mayor información sobre el ecosistema del parque. Si visita hoy el Parque La Llovizna, no deje de felicitar a estos jóvenes merecedores de nuestro respeto por dar lo mejor de ellos para la defensa y conservación de la naturaleza.

GUARDAPARQUES CONVERTIDOS EN EPS
Andrés García, coordinador del Parque La Llovizna y funcionario de CVG Edelca explicó que el sistema de guardaparques tiene tres años de instaurado en la empresa; sin embargo, añadió que en el marco de las nuevas políticas del Estado, está en proyecto la conformación de una cooperativa de guardaparques bajo la modalidad de las empresas de producción social. “El objetivo es que manejen todas las políticas ambientales, que estén mejor capacitados para lo que es el resguardo ambiental del parque, puedan tener un mayor acceso a la información y prestar un mejor servicio a la comunidad”.

08 febrero 2006

Educadores con vocación ambiental


El maestro de aula tiene la oportunidad de forjar no sólo los futuros profesionales del país sino también formar esa nueva generación de individuos concientes de la importancia de proteger su medio ambiente. Este compromiso representa, a su vez, un desafío para los actuales y futuros educadores que deben prepararse cada día innovando estrategias que permitan cumplir con los objetivos trazados de despertar la conciencia ambiental en los niños de educación básica de una manera amena, didáctica y sencilla. Precisamente, esto es lo que cada año el grupo de estudiante de la cátedra de Educación Ambiental de la escuela de Educación Integral de la Uneg da a conocer durante la realización de las Jornadas de Difusión de Estrategias Innovadores Educativo Ambientales que se llevaron a cabo el pasado seis de febrero.

PAPEL DEL EDUCADOR
Ana Robledo y Juan Carlos Girón, estudiantes del décimo semestre de Educación Integral consideran fundamental el papel que deben jugar los educadores en la formación de una conciencia ambiental desde los primeros años de la educación básica. “El ambiente está siendo cada vez más contaminado y degradado por lo que nosotros como futuros educadores debemos poner en marcha esas estrategias para juntos buscar soluciones”, refiere Girón. Explicaron que en esta segunda edición de las Jornadas de Difusión se dieron a conocer todas las estrategias educativas ambientales diseñadas a lo largo del segundo semestre del año 2005 que en esta oportunidad se orientaron hacia las comunidades del Corredor Ribereño del río Orinoco. Estas estrategias incluyen el diseño de cuatro programas radiales además de juegos, crucigramas y rompecabezas.

MÁS ALLÁ DE UNA CLASE EN EL AULA
Por su parte, la profesora de la cátedra de Educación Ambiental, Nay Valero explicó que la intención es que los estudiantes fortalezcan la capacidad que tienen de hacer mucho más que una clase en el aula sólo por cumplir con un contenido académico. Considera que a través de estas estrategias se incentivan tanto la investigación como la regionalización del currículo. Este último aspecto es de suma importancia para Valero porque a su entender, refleja todas las potencialidades que tiene la región con la intención de darle valor agregado a todos los recursos naturales y que tanto los estudiantes -como futuros docentes- y los alumnos que van a recibir justamente las instrucciones, puedan ver nuevas alternativas para acercarse al conocimiento y hacer una investigación mucho más práctica y elemental. “Es allí donde se reconocen los saberes previos, porque hay un intercambio entre el saber de los niños, de los ancianos o de los mismos pescadores que tienen una dinámica en el Orinoco con relación a lo que ellos pueden hacer en una aula de clase”.
Valero destacó que este año el tema abordado por los estudiantes se concentró en la dinámica del corredor ribereño del río Orinoco por ser un espacio que se ha ofrecido desde hace tres años para hacer investigación “y en este momento tenemos un compromiso social con las comunidades objeto de estudio que es devolverles en un lenguaje accesible para ellos, toda la información científica que se ha recopilado”.
Precisó que los estudiantes elaboraron diferentes estrategias agrupadas en dos categorías: actividades lúdicas y de expresión oral y escrita para los niños de primero, segundo y tercer grado; y programas radiales para cuarto, quinto y sexto grado. “La combinación de elementos teóricos de la educación ambiental, los del corredor del Orinoco y la reflexión del programa curricular de educación básica, les permitió seleccionar los tópicos y los temas a trabajar en cada grado y en cada estrategia, lográndose diseñar seis estrategias con sus respectivos recursos pedagógicos”.
A su juicio, estos proyectos educativos ambientales son herramientas que vienen a fortalecer el sistema educativo en la mayoría de las escuelas rurales donde hay escasos recursos didácticos y el maestro se ve limitado a dar información que aparece en los libros, que aunque es válida, muchas veces está muy alejada de la realidad del niño. “El objetivo es buscar que los niños se identifiquen con esa realidad que tienen en su entorno”.
Valero enfatizó lo que considera ha sido el valor agregado que han dado los estudiantes con sus proyectos porque “se atrevieron a hacer propuestas tanto de estrategias como recursos didácticos para hacer una clase más dinámica y más divertida para los niños”.
Recalcó que esta iniciativa, forma parte de la estrategia de difusión de la información y fortalecimiento de las capacidades locales impulsadas desde hace cinco semestres en la Uneg en materia de biodiversidad desde la cátedra de Educación Ambiental.

AMBIENTE: EJE TRANSVERSAL
El ambiente es uno de los ejes transversales del currículo de Educación Básica establecido por el Ministerio de Educación venezolano, ME, lo que implica que los contenidos sobre el mismo deben estar presentes en todas las áreas académicas. Basado en los tres equilibrios del Plan Económico y Social de la Nación, el ME explica que “la escuela debe impulsar el desarrollo local, sustentable y diversificado estableciendo como prioridad la valoración de lo propio. En el marco del equilibrio social, la Educación Ambiental contribuye al mejoramiento de la calidad de vida centrada en el respeto al equilibrio ecológico y por ende atiende a la justicia social. Dentro del equilibrio Territorial la Educación Ambiental debe proyectarse hacia la creación de zonas especiales de desarrollo sustentable en la búsqueda de la descentralización y desconcentración para disminuir los daños ambientales que ocasiona el sobrepoblamiento en algunas regiones”.

01 febrero 2006

Los humedales: herramienta contra la pobreza



Cada 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, una iniciativa que cada año busca reafirmar la importancia de proteger estos ecosistemas no sólo por su diversidad biológica sino también por el papel fundamental que pueden jugar en la reducción de la pobreza


Bajo el lema “Los humedales, como herramienta para aliviar la pobreza”, este 2 de febrero se celebra el Día Mundial de los Humedales, una iniciativa que cada año busca reafirmar la importancia de proteger estos ecosistemas, no sólo por su diversidad biológica, sino también por el papel fundamental que juegan en la reducción de la pobreza.
Esta fecha surge el 2 de febrero de 1971 en la ciudad de Ramsar en Irán, cuando se celebra la primera convención mundial sobre los humedales, un evento que culminó con la firma de un tratado para conservar estos ecosistemas. Hoy en día, más de 140 países han ratificado la Convención Ramsar, entre ellos Venezuela, que se adhiere al tratado en el año 1988.

HUMEDALES
Morichales, planicies de inundación, deltas, lagunas costeras, arrecifes coralinos, ciénagas, playas, manglares, pantanos, aguas marinas, ríos, quebradas, lagunas de alta montaña, embalses y estanques son algunos ejemplos de humedales que la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) define como “ecosistemas con dependencia de los regímenes acuáticos, naturales o artificiales”. Para la organización no gubernamental Provita, los humedales aportan “tierras fértiles y agrícolas, leña y madera para la construcción, peces y agua para el consumo humano, y otros servicios invaluables como: transporte, almacenamiento de agua, protección contra tormentas, estabilización del litoral, depuración de las aguas, retención de agentes contaminantes y esparcimiento”, por lo que son considerados como fuente vital para el desarrollo de las comunidades. Según la lista de los sitios de humedales considerados de “interés internacional” elaborada por la Convención Ramsar, actualmente se encuentran protegidos1.459 humedales, los cuales abarcan una superficie total de 125,4 millones de hectáreas; sin embargo, la meta de la Convención es llegar a preservar cerca de 250 millones de hectáreas de humedales para el año 2010.

LEMA 2006
El lema de este año hace alusión a la función que “pueden y deben” tener los humedales en la lucha contra la pobreza. Para la Convención de Ramsar “los humedales son una fuente primordial de ingresos rurales y pueden adquirir una importancia vital si fallan otras fuentes de ingresos” (http://www.ramsar.org/). Considera que a pesar de la degradación y la pérdida de los ecosistemas de humedales y los servicios que prestan, “si se gestionan correctamente, los humedales pueden ser un verdadero salvavidas de los pobres, sobre todo los pobres de las zonas rurales y costeras, que son las tres cuartas partes de los hogares pobres del mundo”.
En tal sentido, la organización ambientalista venezolana Bioparques coincide en señalar que la solución está en el uso sostenible de los recursos y en la colaboración de los visitantes. Los humedales, explica la ONG, juegan un papel importante en el desarrollo económico de las comunidades rurales, proporcionándoles importantes recursos y siendo altamente atractivos para el turismo, sin embargo, “en Venezuela, muchos de ellos están actualmente amenazados por diferentes razones”, advierte Bioparques. En 1999, un inventario realizado por el Comité Venezolano de la UICN en 1999, determinó que en el país existen más de 158 humedales “de especial relevancia por su valor económico, social, cultural o ecológico”.

ÁREAS RAMSAR EN VENEZUELA
Al respecto, Bioparques recuerda que en el año 1988 se designó al Refugio de Fauna de Cuare, como área Ramsar. “Luego, en el año 1996 se decretaron el Refugio de Fauna Los Olivitos y los Parques Nacionales Archipiélago de Los Roques, Laguna de la Restinga y Laguna de Tacarigua, los cuales cuentan con una gran riqueza en cuanto a biodiversidad de especies de plantas y animales e incluso protegen especies en peligro de extinción como las tortugas marinas y el caimán de la costa, sólo por citar algunas”.
Estas áreas, explica Bioparques, también suministran vitales recursos alimenticios, tanto para las comunidades locales como para el resto del país. “De la Laguna de Tacarigua se extraen gran parte de los camarones, lebranches, lisas y róbalos que se consumen tanto en los alrededores de Barlovento como en el Distrito Capital. En la isla de Margarita se extraen grandes cantidades de ostras del parque Laguna de la Restinga, el cual provee de abundante pesca a los habitantes de la región. Del Parque Nacional Archipiélago de Los Roques se extrae el 95 % de la langosta consumida en Venezuela y se exporta a varios países, además de extraer peces como pargos y meros que se comercializan en diferentes zonas de Venezuela”. Cifras que a juicio de Bioparques determinan la condición fundamental de los humedales como fuente de ingresos económicos para las comunidades rurales que viven en sus alrededores. Asimismo, considera que “el ecoturismo podría jugar un papel muy importante en la economía local. Las tres cuartas partes de los hogares pobres del mundo se encuentran zonas rurales y los humedales pueden ser un verdadero salvavidas”.

AMENAZAS
En los distintos monitoreos que realiza la mencionada ONG venezolana, en los tres parques nacionales señalados anteriormente como áreas Ramsar, se observan serias amenazas para la conservación de su integridad ecológica. “En general se encuentran afectados por la falta de recursos económicos para un manejo apropiado, por la pesca ilegal y por la contaminación originada por la basura arrojada tanto por pobladores como por turistas”. Una situación que “por nuestro propio bienestar debe ser corregida”, advierte Bioparques al tiempo que aboga por la administración eficiente de los recursos naturales “si no, agotaremos también la posibilidad de mejorar nuestra economía y calidad de vida”.

BENEFICIOS SOCIOECONÓMICOS DE LOS HUMEDALES

Existen muchas razones para conservar estos ecosistemas, pero el investigador del Laboratorio de Ecología y Conservación de Comunidades, del Instituto de Zoología Tropical Facultad de Ciencias de la UCV, Luis Gonzalo Morales detalla diez beneficios socioeconómicos derivados de los humedales de Venezuela:

Uso directo
Pesca, recolección de crustáceos y bivalvos
Cacería de subsistencia y comercial (babas, chigüires)
Ganadería extensiva en las sabanas naturales inundables
Industria del turismo y desarrollos urbanísticos asociados
Recreación a bajo costo en playas, ríos y morichales
Aprovechamiento de peces ornamentales
Aprovechamiento de fuentes de agua potable y de riego

Uso indirecto
Protección y estabilización de la línea de costa
Retención de nutrientes/biomasa
Vivero de peces, crustáceos y moluscos
Retención de sedimentos en vías fluviales
Purificación final de aguas servidas
Fuente http://www.apalancar.com/archivos/1006

Plan Especial del Embalse Macagua espera por la aprobación de la Cámara Municipal de Caroní

Han pasado diez años y aún se espera por la promulgación del reglamento de uso del embalse Macagua, el cual es fundamental para definir los usos, restricciones y actividades permitidos dentro de la zona protectora

Aquel 27 de diciembre de 1995, el entonces alcalde de Caroní, Clemente Scotto dejaba estampada su firma en el Decreto Nº 93, el cual declaraba la zona protectora del embalse Macagua, ubicado en plena Ciudad Guayana (Estado Bolívar, al sur de Venezuela) como Área Bajo Reglamentación Especial. Una figura legal que desde el año 1983 existe en la legislación venezolana a través de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio y que ampara sitios naturales, espacios de interés turístico, geopolítico y del patrimonio histórico-cultural y arqueológico que existen en el país (Áreas Naturales Protegidas de Venezuela, 1992). La zona protectora del embalse de Macagua reúne todas esas categorías contempladas en dicha ley. Sin embargo, han pasado diez años y aún se espera por la promulgación del reglamento de uso del embalse Macagua, el cual es fundamental para definir los usos, restricciones y actividades permitidos dentro de la zona protectora. Actualmente, este documento se encuentra, para su discusión y aprobación, esperando en la Cámara Municipal de Caroní.

Consideraciones de un decreto
El Decreto Nº 93 se fundamenta en el “importante valor” que representa el embalse Macagua y sus áreas adyacentes, “para la producción de energía hidroeléctrica destinada al consumo humano e industrial, para el desarrollo de actividades de esparcimiento y de producción y para el disfrute escénico de los habitantes y visitantes de Ciudad Guayana”. Asimismo, el decreto reconoce la necesidad de una cogestión compartida entre todas las instituciones y organismos tanto públicos como privados en la preservación ambiental y la protección de la calidad de las aguas del embalse Macagua incluidas sus zonas adyacentes. Aunque el mismo decreto especifica que es una competencia de la municipalidad regular los usos del suelo dentro de los límites urbanos mediante los planes urbanísticos y de zonificación, en el artículo segundo se sugiere la conformación de un equipo de trabajo interdisciplinario e interinstitucional que se encargue de la elaboración de la reglamentación especial para la zona protectora del embalse.
En ese mismo año 1995 se presentó ante el Consejo de Ministros, para su aprobación, el Plan de Ordenación Urbanística de Ciudad Guayana (POU), elaborado entre 1992 y 1995 de forma conjunta por la Alcaldía de Caroní, la CVG y el Ministerio de Desarrollo Urbano, el cual determina la necesidad de elaborar un plan especial para el embalse Macagua, que por sus características especiales, de estar ubicado dentro de la poligonal de la ciudad, exigía de un análisis más preciso que garantizara en primer lugar la calidad de las aguas del embalse y el uso de la zona para actividades turísticas, recreacionales y residenciales. Sin embargo, el POU aún no ha sido aprobado. Cuando ya estaba listo para ser presentado el año pasado ante el Consejo de Ministros, ocurrió el fatal incendio de la Torre Este de Parque Central, en Caracas y los documentos del POU se quemaron. Actualmente, se están recopilando los borradores que quedaron en los archivos de la CVG para su revisión -en vista de los 10 años que han pasado desde su elaboración-, y su posterior presentación ante el Consejo de Ministros.

Plan Especial
Arsenio Hernández, coordinador de Desarrollo Urbano de la Alcaldía de Caroní explicó que la elaboración del Plan Especial del Embalse Macagua estuvo a cargo de la empresa Tabora y Asociados, contratada por la CVG bajo la coordinación del Ministerio de Ambiente, Edelca, Almacaroní y la propia corporación regional. Añadió que a lo largo de estos años el plan fue objeto de numerosas consultas públicas donde participaron los distintos sectores de las comunidades asentadas en las adyacencias de la zona protectora del embalse. Luego, en el año 2002 se sometió nuevamente a la consideración de la Cámara Municipal, “pero eso ha tenido su tiempo y ciertas etapas de olvido”. Dijo que en el 2004 se retomó el caso con la creación de una comisión integrada por concejales, funcionarios de la Alcaldía y de CVG que se encargó de realizar nuevas asambleas con las comunidades que hasta los momentos han dejado sus buenos frutos. El titular de Desarrollo Urbano de la municipalidad aseguró que el proceso de consulta está bien adelantado e incluso existe una propuesta de reordenamiento en el sector de Toro Muerto, “respetando la cota de inundación, la avenida Leofling, el tendido eléctrico, las restricciones físicas por quebradas y los espacios definidos para que la gente viva ahí y de esta manera se regularice la tenencia de la tierra que es una de las mayores preocupaciones de las comunidades”. Afirmó que esperan continuar realizando estas consultas con el resto de los sectores adyacentes al embalse.
“Esta es un área emblemática de la ciudad, si aquí se hace un desarrollo armónico e integral en el embalse Macagua, con el concurso de las comunidades y las instituciones, seremos un ejemplo mundial”.

Gestión compartida
El coordinador de Desarrollo Urbano de Almacaroní, Arsenio Hernández comparte la idea de crear una instancia de gestión para la promoción y desarrollo de las actividades de tipo ambiental porque la competencia de la municipalidad se limita a la asignación de los usos de las áreas. Indicó que se requiere implementar una serie de inversiones en lo que se refiere a la adecuación de los servicios, mantenimiento de las riberas del río y velar porque no se ocupen los espacios que están por debajo de la cota 60, “lo que requiere de un equipo de vigilancia y monitoreo de las ocupaciones y la CVG como dueño del terreno tiene una mayor responsabilidad porque tienen que garantizar que esos espacios en función del ordenamiento que se les va a dar, se utilicen para los fines establecidos”.
Lo cierto es que la aprobación del Plan Especial del Embalse Macagua se mantiene aún en discusión en la Cámara Municipal mientras la zona protectora continúa afectada por la ocupación desordenada de las invasiones; la descarga mensual de 3 millones 600 mil metros cúbicos de aguas no tratadas (Rodríguez, 2003); los saques ilegales de arena; la cantidad de desperdicios y botaderos de basura que se observan a lo largo de las hermosas playas que bordean el embalse, entre tantos otros problemas ambientales.

Cámara Municipal encuentra conflictos de uso
El tema del Plan Especial del Embalse Macagua se mantiene en la agenda de los concejales. Al parecer, en la sesión de la Cámara Municipal del pasado miércoles los concejales han detectado conflictos de uso en el plan, específicamente entre las áreas de potencial agrícola y turístico, que a su juicio deben ser definidas con más precisión. Luego de intentar infructuosamente de contactar tanto al presidente de la Cámara Municipal, José López y al presidente de la comisión de Ambiente de la misma, Oliver Barreto; la concejal Jackelyn Bolívar -quien se encontraba participando en el Foro Social Mundial que se lleva a cabo en Caracas-, explicó vía telefónica a El Diario de Guayana que en las revisiones que hasta ahora han hecho del Plan Especial del Embalse Macagua han encontrado que “ahí quieren desarrollar actividades turísticas contrarias a los intereses de los campesinos, y nosotros estamos legislando a favor del pueblo”.