08 mayo 2007

Lecciones compartidas del movimiento ambiental venezolano


Un total de 37 organizaciones no gubernamentales ambientales decidieron compartir experiencias y evaluar sus fortalezas, debilidades, oportunidades, amenazas y propuestas, en un encuentro organizado por Bioparques bajo el patrocinio de la Embajada Británica en Caracas

Los primeros indicios de la conformación de una conciencia ambientalista en Venezuela datan de 1913 con la fundación del movimiento “Scouts”. Desde esa fecha hasta el presente, el movimiento ambientalista no gubernamental en el país ha experimentado altos y bajos en la difícil tarea de fundar una conciencia “verde” en un país de contrastes.

Una experiencia, en todo caso, enriquecedora y llena de lecciones que 37 organizaciones no gubernamentales ambientales (ONGA´s) decidieron compartir a fin de continuar articulando esfuerzos “para lograr una mejor calidad de vida para todos los ciudadanos”.
Decididas a evaluarse en sus fortalezas, debilidades, oportunidades, amenazas y propuestas, 37 organizaciones ambientales del país acudieron a la convocatoria realizada por Bioparques bajo el patrocinio de la Embajada Británica en Caracas, organismo que desarrolla el proyecto “Compartiendo lecciones aprendidas”.
Viviana Salas, directora de Bioparques -asociación civil creada en enero de 2002, con el objetivo de fortalecer el sistema de parques nacionales-, explicó que “el denominador común de estas organizaciones es el interés de promover la investigación y educación para la conservación ambiental”. De ahí la importancia de este primer encuentro que sirvió para conocer los esfuerzos que de forma individual realizan las ONGA´s en la consecución de sus proyectos.
“El impacto que esperan generar en nuestra sociedad luego de la ejecución de sus proyectos, está relacionado con un cambio de actitud de los ciudadanos hacia la naturaleza, esperan contribuir a formar ciudadanos conocedores de temas ambientales, involucrados en la conservación de los recursos naturales, con el fin último de mejorar la calidad de vida de los venezolanos”.
Dijo que gran parte de las ONGA´s consultadas cuentan con un personal operativo máximo de 20 empleados y un poco más de la mitad funcionan con ingresos menores a 100 millones de bolívares anuales, los cuales provienen de diversas fuentes: aportes de los miembros, prestación de servicios, venta de productos y donaciones tanto nacionales como internacionales.

VALORES DE UN MOVIMIENTO AMBIENTALEl encuentro permitió definir los principales valores asociados a las organizaciones ambientales, los cuales, según detalló Salas, se basan en el compromiso, la responsabilidad, la sinergia, la honestidad, el profesionalismo, el respeto, la sensibilidad social y la solidaridad.
Esta bióloga con doctorado en ecología del comportamiento, recordó que los organismos gubernamentales, empresas y otras organizaciones no gubernamentales “se benefician del trabajo que realizan las ONGA´s a través del fortalecimiento de su gestión, mientras que el público en general obtiene una mayor información acerca de la importancia y la problemática del medio ambiente en Venezuela. De hecho, la razón de ser de las ONGA´s es ofrecer una visión complementaria a la de los organismos gubernamentales, apoyando a éstos en su gestión por la conservación de los recursos naturales de Venezuela”.
FORTALEZAS Y DEBILIDADES
Las 37 organizaciones que se dieron cita en este análisis de la situación actual del movimiento ambiental en el país, coincidieron en señalar que la capacidad técnica, el compromiso de sus equipos de trabajo y su flexibilidad administrativa-gerencial son las principales fortalezas de las ONGA´s. Mientras que la carencia de visión estratégica, presupuestos y personal insuficientes, así como la reducida cooperación entre instituciones, son consideradas las más significativas debilidades de estas organizaciones.

OPORTUNIDADES Y AMENAZAS
La evaluación realizada también abordó los factores externos que influyen en el desempeño de las organizaciones ambientales, tales como: la adopción del lenguaje ambiental por parte de la sociedad, el contexto legislativo nacional e internacional en los temas de ambiente y participación, la diversidad de actores que participan en el tema ambiental y el vivir en un país de gran diversidad natural y cultural como Venezuela. Con relación a las amenazas fueron señaladas la tradicional desconfianza mutua entre ONGs y gobierno, el desconocimiento de los temas ambientales y su vinculación con otros temas, la reducción de los fondos de cooperación a nivel mundial y el Anteproyecto de Ley de Cooperación Internacional.
No obstante, la representante de Bioparques señaló que una de las principales lecciones aprendidas “es la importancia de continuar trabajando en forma coordinada con otras instituciones de diversos sectores. Es por ello que dentro de las recomendaciones generales
acordadas se debe mencionar la necesidad de fortalecer la capacidad gerencial de las ONGs, fomentar la participación de diferentes sectores y sensibilizar a aquellos que no lo están”.
Sin embargo, la labor del grupo de trabajo no se quedó solo en el análisis de la situación actual sino que elaboraron propuestas concretas para el fortalecimiento de su gestión, entre las que destacan la creación de una red ambiental nacional que funcione como un sistema que agrupe a las redes de carácter local y regional y la organización de diversos encuentros nacionales que permitan continuar intercambiando experiencias de gestión.
Para Viviana Salas, la identificación de las fortalezas y debilidades en los objetivos y en el funcionamiento de estas organizaciones, “es un primer paso para sentar las bases para la coordinación de los diversos sectores de la sociedad que trabajan por la conservación del ambiente, es solo el comienzo de un gran trabajo que tenemos que hacer todos los ciudadanos”. Está convencida que los resultados de este primer encuentro de ONGA´s “tendrá un impacto positivo en la articulación de los diversos grupos de interés que promueven la conservación del patrimonio natural de Venezuela”.

Mejorar la calidad de vida
Bioparques considera que la misión de las organizaciones ambientales comprende una amplia gama de actividades desde la conservación de especies en peligro de extinción hasta la generación de alternativas de desarrollo que contribuyan a generar ingresos para las comunidades sin afectar el entorno, todo esto con el único fin de mejorar la calidad de vida de todos los venezolanos. De tal forma que “siempre han dedicado cuantiosos esfuerzos para concientizar a los ciudadanos en la conservación de los recursos naturales, a través de productos concretos y de mecanismos de capacitación o sensibilización como cursos, talleres y foros”. La directora de Bioparques, Viviana Salas aseguró que “cambiar la visión de la naturaleza que tenemos las personas es un reto enorme y hay que atacarlo por partes”.

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