16 abril 2006

Villa Apoipó: la posada ecológica de la Gran Sabana


En estos días de asueto bien vale la pena conocer y dejarse atender por una familia guayanesa –con una clara vocación ambiental-, que apuesta por un turismo sostenible en esta región

“Te toqué y viniste”. De alguna forma, la traducción de la expresión indígena apoipó -en lengua pemón-, describe la calidez humana que se vive en la posada turística atendida por Maria Eugenia y César, quienes confabulan para que sus huéspedes regresen a este refugio familiar cada vez que visitan la Gran Sabana.
Villa Apoipó, una posada que nació hace ocho años y que ahora emprende el camino de convertirse en posada ecológica, fue la encargada de atender las comidas de los 320 participantes del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés que se llevó a cabo en Santa Elena de Uairén. En estos días de asueto bien vale la pena conocer y dejarse atender por una familia guayanesa –con una clara vocación ambiental-, que apuesta por un turismo sostenible en esta región.

VOCACION AMBIENTAL
Maria Eugenia Díaz nunca se imaginó que el destino le tenía reservado el regreso a la tierra que durante su infancia le permitió vivir en contacto pleno con uno de los ecosistemas más antiguos del planeta. Aún recuerda con nostalgia aquellos días de su infancia cuando pasaba semanas enteras cabalgando y recorriendo todos los rincones del poblado fronterizo de Santa Elena de Uairén y de la Gran Sabana. Su padre se había asentado allí, venido de Ciudad Bolívar. Experiencias que marcaron una vocación ambiental que María Eugenia cristalizó al emprender la carrera de ingeniería agrónoma en la Universidad Central de Venezuela (UCV) con apenas 16 años de edad. Al graduarse, ingresa al Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales (Marn) siendo una de las profesionales pioneras del recién creado organismo gubernamental. Es ahí donde conoce a su actual esposo e ingeniero agrónomo también, César Franchesci. Sobre los 14 años dedicados al ministerio, María Eugenia expresa que fueron años de trabajo arduo, porque se requería el inventario de todos los recursos ambientales del país, labor que le permitió recorrer buena parte del territorio venezolano. Sin embargo, esta aguerrida mujer guayanesa comenzó a decepcionarse de un ministerio que a su juicio “empezó a legalizar la destrucción del ambiente”, permitiendo la violación constante de las normativas ambientales. Recuerda que llegó a rechazar 30 estudios de impacto ambiental de los 37 que tenía que evaluar, muchos de ellos correspondientes a “empresas altamente contaminantes de Puerto Ordaz”. Una protesta que culminó con su salida del ministerio dejando su cargo como jefa de División de Investigación e Información Ambiental de la Región Bolívar.
No obstante, el destino ya estaba haciendo de las suyas para que María Eugenia, en compañía de su esposo y sus hijos Ángelo, estudiante del octavo semestre de Ingeniería Geológica en la UDO y Paola, cursante del segundo semestre de Comunicación Social en la UCAB-Guayana; iniciara en los años 90 el traslado para una de las regiones con mayor atractivo turístico de Venezuela. Una llamada del entonces alcalde de Santa Elena de Uairén, Carlos Julio Macero para coordinar el departamento de Ingeniería Municipal, terminó por atraer a Maria Eugenia y a su familia a la tierra del “Kapepiakupé, el lago donde se formó el mundo”.

EL EMPUJE DE CESAR
Durante un viaje a la ciudad de Trento en Italia, César Franchesci quedó fascinado con el diseño arquitectónico de la posada donde estaba hospedado. Este “empuje de César”, como lo sugiere María Eugenia, comenzó a darle forma a una sencilla, pero acogedora construcción en forma de L, con pasillos llenos de plantas, rodeada de los bosques de la zona protectora del río Uairén, que en estos últimos años ha ido creciendo y consolidándose en lo que hoy es Villa Apoipó. Un total de 17 habitaciones, bautizadas cada una con los nombres de las aves más populares del país, brindan al turista un espacio acogedor, limpio y fresco para el descanso, luego de un agitado día de paseo por las inmensas sabanas y enigmáticos tepuyes. Además, cuentan con un personal -tan trabajador como animado-, integrado por Eglé, César, Amado, Telma y Griselda dispuesto a dedicarle las mejores sonrisas y atenciones para que su estadía en Villa Apoipó tenga ese calor de hogar. Ni que hablar de las ricas pizzas que prepara César, la feijoada de Griselda, o los ricos platos a base de carnes que elabora María Eugenia, las panquecas con miel de El Paují, las arepitas dulces rellenas con queso guayanés, en fin una suculenta comida casera hecha con amor, como todo lo que hacen en esta posada dispuesta a seguir creciendo y ofrecerle mejores servicios a sus visitantes. Es por ello que ya están trabajando para convertir a Villa Apoipó en la posada ecológica de la Gran Sabana según los criterios establecidos para alcanzar el turismo sostenible o ecoturismo. María Eugenia está convencida que en un sitio de alta fragilidad como la Gran Sabana, se hace necesaria la adecuación de las posadas y hoteles a este nuevo concepto que según la Organización Mundial de Turismo (OMT) debe cumplir con el aprovechamiento racional de los recursos ambientales, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica. Una labor que vienen realizando con la reforestación del bosque de la zona protectora del río Uairén y el control de incendios que en esta época amenaza la fragilidad de un recurso natural admirado por los tantos turistas que se hospedan en Villa Apoipó.

Posaderos conocerán sobre mejores prácticas de turismo sostenible
Villa Apoipó conjuntamente con las posadas de las comunidades indígenas asentadas a lo largo de la troncal 10, integrarán el grupo de participantes del taller “Mejores prácticas de turismo sostenible para posaderos”, que será dictado este año por la Fundación para el Desarrollo Ecoturístico, Fudecotur, una organización no gubernamental (ONG) dedicada al fomento del desarrollo integral del turismo sostenible en Guayana. Marianella Bermúdez, presidenta de la mencionada fundación dijo que para este taller se tiene previsto invitar a la experta en turismo sostenible y catedrática de la Universidad de Costa Rica, Ana Báez. Bermúdez explicó que sólo están a la espera de la aprobación de los recursos por parte del Fondo de Turismo Bolívar.

Proyectos estatales de desarrollo a escala regional amenazan la biodiversidad del Escudo Guayanés



Así lo plasma la Declaratoria de Santa Elena de Uairén, documento final que recoge las deliberaciones del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés que congregó a más de 320 participantes interesados en la conservación de uno de los ecosistemas más antiguos del planeta

Reafirmando que “la unión de las ciencias naturales, las ciencias sociales y las humanidades, en sinergia con el saber y voluntad de las comunidades locales son esenciales para la implementación exitosa de estrategias efectivas de conservación y uso sostenible del Escudo Guayanés”, concluyó el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés.
El acto de clausura contó con la presencia de la Secretaria de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), Rosalía Arteaga quien disertó sobre el papel de la ciencia y tecnología en la conservación de la biodiversidad; posteriormente, la profesora de la Uneg, Nay Valero dio a conocer los resultados de las ponencias, las sesiones orales, simposios y foros que durante cinco días congregaron a los 320 participantes venidos de 13 países. Luego, se dio lectura al contenido de la Declaratoria de Santa Elena de Uairén, a cargo de la investigadora Luz Delgado. Este documento que recoge el sentir de los participantes sobre “la importancia singular de la Biodiversidad del Escudo Guayanés para el mundo entero”, resalta los excelentes aportes de los participantes en el Congreso, los cuales “ofrecen mayor conocimiento y evidencia de la fragilidad e importancia de los sistemas naturales del Escudo Guayanés” y que han permitido mostrar “la necesidad de formular estrategias efectivas e implementar acciones concretas de manejo a corto plazo, dada la continuación y aceleración de amenazas a la integridad y sustentabilidad de este patrimonio natural único e irremplazable”.

Amenazas
Este documento alerta sobre las graves amenazas que afectan la biodiversidad y que surge “por el incremento de actividades humanas, particularmente los proyectos estatales de desarrollo a escala regional”. Advierte que a pesar de la importancia biológica que revisten los ecosistemas presentes en el Escudo Guayanés, “se han tomado pocas acciones a nivel internacional, regional y local para limitar estas crecientes amenazas. Por ello, el I Congreso destaca la importancia de integrar la complejidad de los aspectos sociales, culturales, económicos y políticos, de la región en los planes y estrategias de conservación y uso sostenible”.
En tal sentido, exhorta a los Estados que integran este patrimonio natural –Venezuela, Brasil, Colombia, Guyana Francesa, Guyana y Suriname-, “a establecer políticas públicas que hagan posible el manejo sostenible de los sistemas naturales, basadas en las recomendaciones que emanan tanto del conocimiento científico como del saber de las culturas locales”. Enfatiza el documento que es el momento de tomar acciones concretas a corto plazo para evitar “la perdida de diversidad que alteraría los modos de vida de las comunidades locales”.
“Este I Congreso ha permitido mostrar la importancia crucial de la participación de las comunidades locales, especialmente las indígenas, en la elaboración de los planes y estrategias de conservación y uso de la Biodiversidad. Para lograr esta participación es necesario el reconocimiento pleno de los derechos de las comunidades locales y la construcción intercultural de una ética socio-ambiental compartida. Hemos constatado los resultados positivos de los programas que emanan de las poblaciones locales, y que irradian al resto de la sociedad a través de varios procesos, entre ellos la educación ambiental”. También insta a los países de la región y a la comunidad internacional “a proporcionar el apoyo político, institucional y financiero necesario” a fin de hacer posible una participación más equitativa en estos congresos de científicos y comunidades de todos los países del Escudo Guayanés. “Este encuentro ha permitido mostrar los beneficios del trabajo en conjunto de científicos, representantes gubernamentales y pobladores locales, por lo que exhortamos dar continuación a estos esfuerzos en todos los países del Escudo”. De igual forma, la declaratoria resalta las inmensas potencialidades con que cuenta la región para “desarrollar alternativas de uso integral y sostenible de los servicios ecosistémicos dentro de un modelo de desarrollo respetuoso de la Biodiversidad”.
Las palabras finales a cargo del coordinador del Programa Bioguayana, Aníbal Invernón dieron paso a las notas musicales del grupo Ensamble Orinoco y las danzas magistrales del grupo Berejú que amenizaron el final de un congreso cuyos participantes se comprometieron a instrumentar un foro de discusión virtual permanente para mantener el intercambio aquí iniciado y desde ya, hacer un llamado para la realización del II Congreso en el 2010 en la ciudad de Manacapá, Brasil.

Indígenas reclaman ausencia del Gobierno en el Congreso
Italo Pizarro, presidente de la Federación Indígena del Estado Bolívar calificó como exitosa la realización del congreso por la participación activa de los diferentes actores que hacen vida en el Escudo Guayanés. Hizo un llamado a la necesidad de socializar los resultados de las investigaciones presentadas con las comunidades indígenas cuyos conocimientos ancestrales “muchas veces ha sido ultrajada por la visión científica”. Asimismo, exhortó a los organismos del Estado ha establecer acciones concretas para la conservación y preservación de la biodiversidad del Escudo Guayanés. Considera que la verdadera posición de los representantes de las instituciones del Estado estuvo ausente en el congreso internacional y la cual es de vital importancia para poder llegar a un consenso con las posiciones de las ONGs, comunidades indígenas y de algunas organizaciones que están en la lucha por la biodiversidad, “y poder trabajar coordinadamente, de lo contrario las propuestas quedan planteadas y el Gobierno Nacional no lo acepta como una propuesta”.

BID destina 2 millones de dólares para una estrategia de biodiversidad amazónica
La Secretaria de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), Rosalía Arteaga llegó ayer a Santa Elena de Uairén para estar presente en la clausura del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés por considerarlo de suma importancia para la Región Amazónica.Arteaga, ex presidenta de la República del Ecuador, aprovechó para anunciar el inicio de un proyecto, con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo por el orden de los 2 millones de dólares, para establecer una estrategia de biodiversidad amazónica en conjunto con la Unión de Universidades Amazónicas (Unamaz). Explicó que la Amazonia suele verse como una zona periférica de la cual se le extrae los inmensos recursos pero a la que nada se le aporta. Dijo que parte de esos recursos serán destinados a las universidades amazónicas y se busca conocer la situación actual de la biodiversidad en la región y cómo la OTCA –como ente intergubernamental-, puede contribuir en preservarla dotando a los países de instrumentos adecuados como los estudios que se vienen desarrollando. El aporte de la OTCA es ver a la Amazonia en su conjunto como una ecoregión. Considera que la cuenca Amazónica está tomando mayor interés para los diferentes países, “hay mayores estudios y el hecho mismo que hayan llegado científicos de tantos países a este congreso a pesar de que en este momento se está realizando “La Conferencia de las Partes”, en Brasil me sorprende encontrar tanta gente aquí valiosa ue ha hecho estudios sobre la región y quiere compartirlos”. Está convencida que los países le prestan más atención a la cuenca Amazónica, “porque es la proveedora del 20 por ciento del agua dulce del planeta”.EGB

3 mil 750 especies de plantas endémicas identifican en la Guayana venezolana


Para el profesor de Botánica de la Universidad de Michigan, (Estados Unidos), Paul Berry, la flora de la Guayana venezolana tiene una historia y un futuro muy especial. Así lo hizo saber durante la conferencia magistral dictada en el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés, en la cual recreó lo que ha sido un largo camino de investigación que se inició en el año 1983 con los estudios preliminares sobre la vegetación y la flora de Guayana hechos por el también botánico Julian Steyermark, y que Berry continuó junto a los investigadores del Jardín Botánico de Missouri (Estados Unidos), Kay Yatskievych y Bruce Host; y el investigador de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela, Otto Huber. El resultado final ha sido compilado en la publicación “Flora de la Guayana Venezolana”, cuyo noveno y último volumen fue editado en diciembre de 2005. Berry detalla que através delas 6 mil páginas de esta obra se pueden observar en forma gráfica la clasificación de 110 mil especies de plantas distribuidas en 235 familias y 1.800 géneros.

FLORA TEPUYANA
Explica el botánico que la flora del escudo Guayanés se distingue por su alto nivel de endemismo -especialmente en la cima de los tepuyes- con 120 géneros y 3.750 especies ubicadas sólo en esta vasta extensión de territorio. “La cuarta parte de las especies endémicas que crecen encima de los tepuyes se dan en ciertos y determinados tepuyes”.
Explicó que esto es sólo el diccionario básico de la flora de Guayana; ahora -comentó Berry-, vendría la etapa de profundizar en la biología reproductiva de las especies, en el análisis de los niveles de endemismo y ahondar en el parentesco de las especies (filogenética). “Hay un género de Bromeliaceae que sólo se da en la región Guayana y con los estudios se descubrió que algunos miembros de ellas son carnívoras, algo que no se conocía”.
Paul Berry, presentó no sólo la historia del proyecto de la flora compilada en nueve volúmenes, sino también los aspectos necesarios para emplear este conocimiento florístico “en estudios que arrojen luz sobre la evolución de la flora y de las impresionantes radiaciones adaptativas que han ocurrido en la zona”. Una conferencia que estuvo soportada con la proyección de imágenes de algunos grupos de flora característica del Escudo Guayanés como las Bromeliaceae, Rapateaceae, Bonnetiaceae, Saccifolium, Heliamphora, Saccifolium, y Pakaraimaea, entre otros.

En 15 años se verá seriamente afectada la biodiversidad de la Guyana Francesa


A juicio del conferencista Pierre-Michel Forget, profesor del departamento de Ecología y Gestión de la Biodiversidad del Museo Nacional Francés de Historia Natural

Pierre-Michel Forget, durante su conferencia magistral dictada en el I Congreso de Biodiversidad del Escudo Guayanés afirmó que en 15 años se verá seriamente afectada la biodiversidad de la Guyana Francesa por la presión que ejerce la actividad humana sobre los bosques. El profesor del departamento de Ecología y Gestión de la Biodiversidad del Museo Nacional Francés de Historia Natural, abordó el tema de las relaciones plantas-animales y las presiones y amenazas antropogénicas actuales a las que se enfrenta y sus respectivas consecuencias para los servicios y la conservación de la diversidad de plantas en el Escudo Guayanés. Los estudios realizados en Suriname y Guyana Francesa se enfocaron principalmente en el papel de los animales -como roedores, aves- en la dispersión de los frutos de las plantas y su función en la regeneración de los bosques. Explicó el investigador francés que la deforestación es uno de los factores que mayor impacto negativo causa en el papel que cumplen los animales en la diseminación de frutos. “Cuando se reduce el número de arboles maderables se reduce igualmente el alimento que necesitan los animales y eso puede llevar a una reducción de la población en los mismos”. Al respecto, señaló que la actividad minera ejerce un doble efecto, primero por el impacto de la cacería en la población de los animales extinguiéndolos y luego el efecto físico de la minería en las cabeceras de los ríos afectando la calidad de sus aguas “como ha pasado en Suriname y Guyana” y precisamente -añadió- en estas áreas de los ríos pequeños es donde más abunda el árbol Carapa (género). De ahí el impacto que está teniendo sobre esta especie. “Es una cadena entre los animales que dispersan la semilla y la reproducción del árbol”.

TRABAJO EN CONJUNTO CON LA UNEG
Pierre-Michel Forget dijo que en su investigación trabajó con especies madereras y las que son de utilidad no maderable como la Carapa -nombre latín- que es muy utilizada en Brasil porque de su semilla se saca un aceite medicinal. Explicó que ha descubierto especies nuevas de este género -que también se dan en Venezuela- “lo que demuestra que nuestra capacidad de conocimientos es bastante escasa”. Anunció que emprenderá una investigación con el apoyo del equipo que lidera la investigadora Judith Rosales de la Uneg, para conocer cómo las poblaciones indígenas de la Guayana venezolana utilizan este árbol.

Hacia la gestión participativa en el manejo de áreas protegidas


Urge definir condiciones para la participación de los actores en las áreas protegidas. Además, no se ha resuelto la titularidad de las tierras y los incentivos para contribuir de manera efectiva con la participación de los actores locales

El salón La Churuata de la posada Villa Apoipó, fue el lugar de encuentro para que las comunidades indígenas, organizaciones ambientalistas y organismos del Estado empezaran a darle forma a la tan ansiada participación de actores en las áreas protegidas y las oportunidades y desafíos para su instrumentación en la Guayana venezolana. Este foro nacional fue organizado por la Asociación Venezolana para la Conservación de Áreas Naturales (Acoana), Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Conservación Internacional (CI), la consultora ambiental Samguesa, Instituto Nacional de Parques y la Fundación de Parques Nacionales y otros Patrimonios en el marco del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés.
Mariapia Bevilacquia, representante de Acoana dijo que era el momento de “discutir y problematizar cómo operativizamos la participación en las áreas protegidas, porque ya existe un marco legal consagrado que permite participar, pero el asunto es cómo lo hacemos, qué tenemos que hacer, de què depende y quien asume los costos de esa participación en conservación y manejo de áreas, porque alguien tiene que transferir beneficios para que haya el compromiso de las partes”. El foro se llevó a cabo durante todo el día de ayer y las deliberaciones contemplaron desde el análisis de la situación actual de las áreas protegidas en Venezuela; el manejo participativo; las políticas públicas indígenas y la gestión participativa de recursos naturales en dichas áreas; experiencias de manejo en Latinoamérica, entre otras.

VISIÓN COMPARTIDA
La representante de Acoana, Mariapia Bevilacquia destacó la importancia de propiciar una discución “desde la visión de cada uno de los actores locales, la visión de las comunidades indígenas que están muy motivados a defender su terriorio y poner en contexto esta visión en consonancia con las experiencias internacionales y ver como comenzamos a darle contexto a eso que llaman participación”. En tal sentido, cabe destacar la activa participación de José Luís González al pesentar la visión y el pensamiento indígena sobre la gestión de sus territorios y las áreas protegidas en Venezuela así como también la experiencia de demarcación de territorios indígenas en Colombia presentada por Carlos Castaño.

IMPLEMENTAR MECANISMOS
Por su parte, Domingo Medina, biólogo de Acoana, explicó que el foro permitió evidenciar que aunque esté reconocida por la Ley Orgánica de Comunidades y Pueblos Indígenas la consistencia de áreas protegidas y territorios indígenas es incipiente. “Lo que aun no está claro es cómo implementar esos mecanismos de corresponsabilidad de participación, incluidos los costos que acarrea la administración y el manejo de estas áreas”. Dijo que lo ideal sería poder compatir las corresponsabilidades de manejo con las comunidades indígenas y criollas porque el objetivo final es que la sociedad toda se involucre en el manejo participativode áreas protegidas. Entre los resultados obtenidos del foro, añadió que aun no están las condiciones dadas para esa participación, “porque aún no se ha resuelto la titularidad de las tierras y los incentivos para contribuir de manera efectiva no se han implementado. Aún no ha habido una reflexión en las comunidades indígenas de base, ellos sólo están reclamando su título, que coincide con un área protegida. Se les dice que tienen derecho a participar, pero no se sabe cuáles van a ser los beneficios de esa participación”. Dijo que las comunidades indígenas reclamaron la necesidad de organizarse y elaborar su plan de vida y sus reinvindicaciones en cuanto a la titularidad de las tierras. Un proceso que se avizora a largo plazo aunque el foro exhortó a los indígenas a no esperar la titularidad para manejar de facto su territorio y lidiar con los problemas de degradación ambiental y de recursos locales. A su juicio, el foro le dio un balance al congreso que se enfocó más en la diversidad biológica y “nosotros le dimos ese aspecto humano de la cual también depende la biodiversidad”.EGB

Convenio entre jardines botánicos


Aníbal Castillo, presidente de la Fundación Jardín Botánico de Venezuela anunció ayer la firma de un convenio entre esta institución y el Jardín Botánico de Ciudad Bolívar para el último viernes del mes de abril. El mismo tiene como objetivo fortalecer el intercambio científico, programas educativos, libros y publicaciones así como de investigadores y jardineros. Cabe destacar el apoyo que la mencionada fundación ha prestado para la realización del programa y libro de resúmenes del congreso lo que a juicio de su titular responde a la responsabilidad que tienen a nivel nacional de apoyar toda actividad que vaya en beneficio del desarrollo de la botánica y la ecología en Venezuela.EGB

Liberarán 15 mil tortugas arrau y 400 caimanes


Omar Hernández, director general de la Fundación de la Academia de Ciencias anunció que para el 29 de abril se van a liberar 15 mil tortugas arrau en el Orinoco medio en el refugio de la tortuga arrau con la asistencia de la Ministra de ambiente. Asimismo, informó que para el 27 de junio en el Parque Nacional Aguaro-Guariquito se van a liberar 400 caimanes del Orinoco y unas 5 mil tortugas arrau. Dijo que el caimán está en peligro de extinción del caimán porque son especies importantes para el consumo de su carne, huevos y su piel. “Lo que se quiere es recuperar para seguir con su aprovechamiento pero racional”. Hernández está presentando una investigación sobre el efecto de la densidad del agua en el crecimiento en cautiverio de caimanes.

Colombia presenta investigación sobre etnias indígenas


Las estudiantes de la Universidad Javeriana de Colombia, Angela Plata, Marta Vanegas y Alexandra Rodríguez presentaron la investigación realizada en la zona de resguardo indígena de su país donde trabajaron las etnias sicuani, piaroa y curripaco a fin de registrar durante 4 meses el manejo de la fauna bajo tres aspectos: cosmología (percepción), seguridad alimentaria y territorio.Explicaron que esta investigación forma parte del plan de ordenamiento territorial del resguardo indígena que adelante el Estado colombiano con la Asociación de Cabildos Indígenas de dicho país.

Alteraciones en la conectividad hidrológica amenazan la biodiversidad


Para Catherine Pringle la biodiversidad y la función de los ecosistemas a través del mundo, son amenazadas por alteraciones en la conectividad hidrológica. Así lo dio a conocer durante la conferencia magistral dictada en el marco del I Congreso Internacional de Biodversidad que se lleva a cabo en Santa Elena de Uairén. La experta del Instituto de Ecología de la Universidad de Georgia considera que las “presas, regulación del flujo, diversión del agua y la extracción del agua subterránea son algunas de las muchas maneras en que las actividades humanas alteran esta característica”. “Además, la conectividad hidrológica perpetúa el flujo de alimentos, basuras tóxicas y especies exóticas en el paisaje. Nuestra comprensión ecológica de los efectos de las modificaciones hidrológicas como las presas, en zonas tropicales y templadas son obligadas por una carencia de la información de la línea de fondo sobre la distribución y la ecología del biota acuático antes de que los ríos fueran alterados por actividades humanas, y también por un énfasis excesivo en económicamente importan”.

Instalan tres estaciones para monitoreo ambiental del río Orinoco


Este proyecto se enmarca dentro del convenio establecido entre el Instituo Francés de Investigaciones para el Desarrollo y el Instituto de Mecánica de Fluídos de la Universidad Central de Venezuela

Tres estaciones de referencia se instalaron a mediados del año pasado (2004) en el curso inferior del río Orinoco entre Musinacio y Ciudad Guayana con el objetivo de monitorear los flujos hídricos, de materiales en suspensión y los flujos de materiales disueltos que entran en esta planicie de inundación del Orinoco. La información la dieron a conocer los representantes del Instituto Francés de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) durante la ponencia realizada ayer sobre la variabilidad climática actual y su impacto en la hidrología de los ríos del Escudo de Guayana.
Alain Laraque, miembro del IRD, explicó que el interés final es poder observar y entender los procesos que pueden ocurrir y tener una influencia sobre la biodiversidad o el crecimiento de la vegetación y hacer un balance aguas arriba y aguas abajo del río Orinoco. Destacó que esta información es útil para la navegación fluvial “y en la construcción de embalses a fin de conocer no sólo la cantidad de sedimentos que circula en los ríos, sino también para la irrigación en la cual es necesario conocer la calidad de los recursos hídricos”. Precisó que este proyecto se enmarca en un convenio establecido entre el instituo francés y el Instituto de Mecánica de Fluídos de la Universidad Central de Venezuela. “Los resultados son a largo plazo, las muestras son analizadas en laboratorios, pero entre el momento del muestreo del agua y el resultado final pasan seis meses”.

APORTE CIENTÍFICO
Por su parte, Wilfredo Millán del Instituto de Mecánica de Fluídos de la UCV, dijo que ellos van a complementar la información que tienen en cuanto a transportación de sedimentos para hacer un trabajo en conjunto. “La UCV está interesada en conocer la relación entre el transporte líquido y el sólido que lleva el Orinoco y que influye en la navegación”. Mencionó que son pocos los estudios sobre el funcionamiento físico de uno de los río mas grande del mundo por lo que considera a este proyecto un aporte científico al conocimiento de cómo se comportan estos ríos grandes.EGB

05 abril 2006

Comunidades indígenas yekuana exponen sus experiencias en el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés
















Leonel Pérez León y William Sarmiento miembros de la Organización Kuyujani que representa a las distintas comunidades indígenas de la cuenca del río Caura están presentes en el congreso para exponer el trabajo que vienen realizando desde la Estación Científica Kakada en el alto Caura en cuanto al manejo adecuado del bosque. Dijeron estar conscientes de la necesidad de hacer un mejor uso de los recursos naturales para poder darle una larga vida a los mismos, “porque somos parte de la naturaleza”. Explicó que en el año 2002 un grupo de siete indígenas fueron formados como parabiólogos por la Uneg con apoyo de Fundacite Guayana. Este trabajo forma parte de una investigación a largo plazo sobre el desarrollo de pautas metodológicas y diagnóstico de recursos bióticos, para el diseño e implementación de un plan de manejo para los hábitat ocupados por los yekuana y sanema en la cuenca media y alta del Caura que está bajo el liderazgo de la Organización Kuyujani, con el apoyo financiero de la Rain Forest Foundation y el Forest Peoples Programme y el apoyo técnico-científico de la Uneg.

DIÁLOGO COMUNITARIO
Por su parte, Wilmer Castro, Miguel Estaba, Alfredo Rodríguez y Jhonny Espinoza expusieron el modelo de conservación que se realizó en la cuenca del Caura hace tres años cuando en colaboración de la organización ambientalista Acoana, realizaron un diagnóstico, a través del diálogo comunitario, de los principales problemas que afectaba a las comunidades indígenas y cómo podían manejar los recursos a largo plazo, “en consonancia con las prácticas ancestrales de nuestras comunidades y la sabia experiencia del Consejo de Ancianos”.EGB

Deforestación y minería: principales problemas del Escudo Guayanés



Sobre la manera en que la biodiversidad y la ecología del Escudo Guayanés se ajusta a la complejidad física del Amazonas, tanto en composición y funcionamiento -desde el punto de vista de crecimiento y dispersión- disertó el investigador del Herbario Nacional de los Países Bajos y profesor de la Universidad Utrecht de Holanda, Hans ter Steege, durante el I Congreso Internacional de Biodiversidad del escudo Guayanés que se lleva a cabo en la ciudad fronteriza de Santa Elena de Uairén, al sur de Venezuela.
En su conferencia magistral, Steege mostró que los bosques del Escudo Guayanés tiene una diversidad muy baja “y esto en parte es porque están en el borde y también porque tienen suelos poco fértiles “y esto causa que la dinámica de los bosques sea muy baja lo que causa el dominio de pocas especies si lo comparamos con el sector Amazonas donde los suelos son más fértiles y la dinámica es más alta, lo que ofrece más oportunidades para que más especies crezcan”. Durante su presentación mencionó a las lagunas que son muy dominantes en esta área porque son mejor adaptadas a esta dinámica. Considera que uno de los principales problemas que afecta al Escudo Guayanés es la deforestación en especial “cuando observamos la zona donde se encuentran las tres Guayanas, supuestamente es una buena área, pero cuando observamos las imágenes satelitales vemos la demarcación de las carreteras y la deforestación que ha comenzado a producirse de manera lenta. Aunado a esto, el investigador holandés cree que el problema de la actividad minera especialmente la minería en ríos es otro de los factores que amenaza la conservación del Escudo Guayanés.EGB

Ventajas de los modelos de simulación




Durante el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés, la conferencia del investigador y profesor de geografía de la Universidad del Norte de Texas (Estados Unidos), Miguel Acevedo determinó la posibilidad de predecir lo que puede ocurrir dado las acciones del hombre sobre el ambiente

La ventaja de los modelos de simulación como herramienta para predecir efectos a largo plazo en la conservación de la biodiversidad fue el tema desarrollado ayer en la mañana por el investigador y profesor de geografía de la Universidad del Norte de Texas (Estados Unidos), Miguel Acevedo. La segunda de las nueve conferencias magistrales previstas en el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés, que se lleva a cabo en la ciudad fronteriza de Santa Elena de Uairén, titulada, “Biocomplejidad: Un enfoque para la conservación y manejo de la biodiversidad que integra lo biótico, físico y socio-económico”, determinó la posibilidad de predecir y estudiar lo que puede ocurrir dadas las acciones del hombre sobre el ambiente y entender mejor las relaciones de los seres humanos y el ambiente y cómo esas acciones que se toman en un momento dado pueden dar algunas series de cambios en el tiempo. “Este tipo de herramienta toma en consideración una multitud de factores, los cuales sin una herramienta de este tipo, difícilmente pueden ser analizados en todo su conjunto”. Acevedo enfatizó que la información es clave para el modelo de simulación porque “mientras mejor sea esa información más fiable serán los resultados de la simulación”.
Durante la presentación, Acevedo mostró dos casos donde se simularon los sistemas naturales, (bosques, ríos, paisajes) e incluso se simuló con actores humanos que viven en el entorno, “en el caso de los sistemas naturales la información que se busca está referida a los relieves, pendiente, terreno, clima; en el caso de los sistemas humanos la información es a través de encuestas y herramientas sociales”. Estos modelos presentados fueron realizados en conjunto con el equipo de investigadores de la Uneg y se tomó como referencia la información generada en la Reserva Forestal Imataca.

Incorporación del elemento humano
El conferencista Miguel Acevedo, investigador de la Universidad del Norte de Texas, (EEUU) resaltó el aspecto de cambio de escala de los modelos de simulación de bosques, los cuales a su juicio “han sido muy útiles con resultados muy satisfactorios”, y la incorporación del elemento humano en la toma de decisiones en conjunto con los sistemas naturales, lo que califica como “un aporte muy importante para entender cómo nuestras decisiones individuales y las políticas publicas pueden beneficiarse de conocer mejor estos posibles resultados que ocurran bajo los diferentes escenarios de simulación”.

Participantes del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés brindaron con vino de moriche


La comunidad de El Paují ofreció el brindis de bienvenida del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés a base de vino de moriche, una planta que están recuperando en las áreas afectadas por la minería. María de Gil en representación de los cinco integrantes de la comunidad que están presentes en el congreso dijo que desde hace ya más de 30 años están luchando por la conservación de la hermosa zona de El Paují ubicada a 80 kilómetros de la carretera que conduce a Ikabarú, una de las áreas impactadas negativamente por la actividad minera. También están exponiendo otros productos como la miel, mermeladas de moriche y malva, jabones naturales y artesanía local.EGB

Unamaz concreta postgrados para estudiantes de la Amazonia


Desde la noche del lunes 20 de marzo se inició en las instalaciones de la Villa Apoipó en Santa Elena de Uairén, donde se desarrolla el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés, la reunión del consejo directivo de la Unión de Universidades Amazónicas, (Unamaz) con la presencia de los representantes de Brasil, Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, Venezuela, Suriname y Guayana. El vicepesidente de Unamaz-Ecuador, Max González explicó que en la misma se analizó la necesidad de fortalecer y darle una mayor estructura institucional a la Unamaz así como también la factibilidad de concretar dos o tres postgrados con universidades que tengan intereses comunes.
Añadió González que esta es una organización universitaria que nació hace 30 años bajo el auspicio de la OTCA, con el objetivo de fortalecer las instituciones académicas amazónicas, impulsar el intercambio de docentes y estudiantes, y trabajar conjuntamente en proyectos de investigación cuyas líneas contemplan: agua, biodiversidad, salud pública, historia y geografía, “lo que tratamos es de concretar equipos y temas específicos de estas grandes líneas de investigación”.
Hoy continuarán analizando la propuesta de reforma de los estatutos, la gestión de los recursos financieros, el tema académico y el tema de la Iniciativa Amazónica que es un proyecto de intercambio de estudiantes que ya está en marcha.EGB

Presentaron resultados del Taller sobre Definición de Amazonia



El acto inaugural del congreso finalizó con la presentación de los resultados obtenidos en el Taller Definición de Amazonia –que incluye el Escudo de Guayana-, realizado en el Centro de Investigación de Teledetección de la Unión Europea, en Italia. El coordinador del mencionado taller, Otto Huber explicó que la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) solicitó a la Unión Europea una opinión neutral sobre cómo se debe definir la Amazonia en cuanto a límites geográficos y paisajes típicos para el manejo y conservación de esta extensa zona. Entre los resultados alcanzados, Huber destacó la definición de lo que es la Amazonia nuclear con cuatro áreas periféricas, a saber: Guayana, Andes, Plan Alto y Gurupí. “Nosotros dimos los aspectos de ciencias naturales aún faltan los aspectos socioeconómicos, sin embargo, en dos meses se realizará la próxima reunión del la OTCA en Río de Janeiro donde la comunidad latinoamericana de los países miembros van a evaluar la factibilidad o no de implementación de esta propuesta”.

Hacia la integración de los saberes


El lunes 20 de marzo, en la milenaria tierra del Macizo Guayanés, se instaló el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés bajo la premisa fundamental de compartir no sólo los conocimientos científicos sino también los saberes de las comunidades indígenas

Bajo las notas musicales de la Coral de Kavanayen y con la presencia de un nutrido grupo de representantes de diversos países que conforman el Escudo de Guayana, el lunes 20 de marzo se llevó a cabo el acto de instalación del I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés en el hotel Gran Sabana en la ciudad fronteriza de Santa Elena de Uairén, Municipio Gran Sabana, al sur de Venezuela. El evento fue presidido por el Alcalde del Municipio Gran Sabana, Manuel de Jesús Vallés; el presidente de Fundacite Guayana, Ervín Vásquez; el rector de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, José Tarazona; la presidenta del comité organizador, Judith Rosales y el coordinador del Programa Bioguayana, Anibal Invernón. Como invitado especial estuvo el presidente de la Unión de Universidades Amazónicas, Julio Salek.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la presidenta del comité organizador e investigadora de la Uneg, Judith Rosales quien exhortó a los presentes a intercambiar no sólo los saberes científicos y los últimos avances de los estudios que sobre la biodiversidad del Escudo Guayanés se vienen desarrollando, sino también compartir los saberes de las comunidades indígenas que participan activamente en los programas de conservación. Rosales resaltó en sus palabras lo ilimitado de la biodiversidad biológica del Escudo de Guayana, la cual reviste “una importancia global, porque recoge toda una historia de algo extraordinario de una evolución de la flora y fauna más antigua del planeta en este escudo precámbrico, el hecho de que todavía tengamos continuidad de esos bosques, es de gran importancia para todos los proyectos que se persiguen dentro de la región que ya está integrada biológica y culturalmente, pero es importantísimo que nos integremos todos los científicos e investigadores por la conservación de este ambiente”.
Hizo incapié en la necesidad de integrarse durante los dìas que dure el congreso a fin de trabajar de forma unida para elaborar las conclusiones de los que será la Declaratoria de Santa Elena de Uairén por la conservación del Escudo Guayanés.

DE SABIOS ES ADAPTARSE
El antropólogo e investigador de la Uneg, Alexander Mansutti a cargo la conferencia magistral sobre “La emergencia de la complejidad social: retos para la investigación ecólógica”. En la misma, el especialista desentrañó la compleja relación que se establece entre el investigador y la población local objeto de estudio. A juicio de Mansutti aquellos días en los que el investigador-explorador heroico que viajaba a regiones inhóspitas en pos de la celebridad y la gloria por el valor asociado a sus descubrimientos y la intensidad de sus aventuras, se acabaron. Para Mansutti, el investigador de hoy “enfrenta un mundo diferente, un mundo en el que se ha universalizado el dominio de la mercancía, un mundo en el que los actores locales, antes regulados por valores sociales ajenos a la valorización de la fuerza de trabajo, han cobrado conciencia del valor mercantil de sus recursos y conocimientos”. En tal sentido, recalca que la defensa que estos actores locales vienen haciendo del “carácter social y comunitario de sus recursos y conocimientos y negar su condición de mercancía apropiable privadamente o por el contrario para exigir que se les reconozca el pago de su valor según sea el caso”. Igualmente, añade Mansutti “hemos visto implantarse estrategias institucionales y normas jurídicas de obligatorio cumplimiento que protegen la integridad sociocultural de posibles excesos investigativos o los conocimientos locales de la biopiratería. Biólogos, ecólogos, geógrafos y antropólogos hemos visto como nuestra libertad para estudiar la biodiversidad y la sociodiversidad se ve severamente constreñida por regulaciones que limitan nuestro derecho a disponer de los resultados de nuestras investigaciones”.
Añadió que “por un lado, el derecho del investigador a ejercer el oficio que tanto le ha costado aprender y desarrollar; por el otro, el derecho de propietarios y detentadores de saber a poder evaluar la calidad y volumen de su aporte así como los posibles beneficios que nuestros resultados puedan aportarles”. Concluyó su conferencia magistral sentenciando que “la activación política de los actores de la complejidad social ha venido para quedarse. Lo más sabio es aprender a adaptarse a ella”.

Escudo Guayanés…tierra incógnita




Uno de los resultados más importantes que arrojó el Taller Internacional sobre Prioridades de Conservación para la Biodiversidad de la Guayana realizado en Paramaribo (Suriname), es que más de la mitad del territorio del Escudo Guayanés no ha sido explorado


En abril de 2002, en la ciudad de Paramaribo (Suriname), durante el Taller Internacional sobre Prioridades de Conservación de la Biodiversidad de la Guayana, un centenar de investigadores expertos en biología y socioeconomía de esta región, quedaron sorprendidos al saber que más de la mitad del territorio del Escudo Guayanés no ha sido explorado. Otto Huber, director científico del mencionado taller y reconocido investigador alemán con muchos años de trayectoria en nuestro país, fue testigo de ese asombro.
Sin embargo, tres años después de la reunión de Paramaribo, Huber está convencido que “es el comienzo del camino para llevar adelante el mejor conocimiento de esta maravillosa naturaleza guayanesa”. Hace tres años fue Paramaribo, ahora en 2006 le corresponde al I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés que se inicia mañana en la ciudad fronteriza de Santa Elena de Uairén, dar continuidad al camino trazado por el centenar de expertos que además de su asombro, dejaron plasmadas las prioridades y las recomendaciones de conservación para una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta y que fueron recogidas en el informe “Prioridades de Conservación para el Escudo de Guayana, Consenso 2002”.

200 AÑOS SIN EXPLORAR
El doctor Otto Huber es biólogo, graduado en la Universidad de Roma, Italia, con postgrado en Botánica y Geografía en la Universidad de Innsbruck en Austria. Aunque nació en Alemania, su mirada ha estado puesta en la vegetación y flora de la Guayana venezolana desde que en la década del setenta realizara investigaciones sobre la botánica y la ecología de las sabanas del Estado Bolívar, especialmente de las cumbres tepuyanas. Actualmente es el director del Programa Neotropical de Corologia y Cartografia Vegetal "Alexander von Humboldt" (Corolab-Humboldt), e investigador visitante del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Registra más de 50 publicaciones que dan cuenta de su trayectoria académica y científica, entre ellas el mencionado informe de Paramaribo en el cual se hace énfasis en la urgencia de “identificar aquellas áreas que todavía no se conocen bien y necesitan más estudio”, porque tal como lo señala el documento, “más de 200 años de exploración no han aportado un conocimiento de la biodiversidad de la región concreto y verdaderamente integral”.
Aún la vasta extensión de los 2, 5 millones de kilómetros cuadrados de superficie del Escudo Guayanés es una “terra incógnita”.
Otto Huber explica que “si bien son más de 160 años desde que se ha tomado nota de esta peculiaridad de la vida vegetal y animal de la Guayana, es sólo durante las últimas cinco décadas que se ha iniciado un estudio sistemático y al mismo tiempo más sintético y más comparativo sobre las características propias y sobresalientes de la biodiversidad de esta región casi siempre considerada una mera porción de la Amazonía”.
No obstante, considera que la publicación de la obra “Flora de la Guayana Venezolana” en nueve tomos y con más de 6500 páginas, así como también la divulgación de un sinnúmero de libros y artículos científicos sobre las distintas ramas de la biología y en especial de la biota guayanesa “representan hitos elocuentes sobre la magnitud de los avances alcanzados en tiempos recientes”.
“Hoy esta Guayana, -un verdadero escudo continental forjado por rocas proterozóicas de más de 2000 millones de años de edad-, no es solamente el basamento de uno de los paisajes montañosos más sugestivos del mundo, sino también un lugar apetecido por innumerables intereses de pobladores cercanos y lejanos, quienes todavía sueñan con encontrar allí, detrás de estos ríos y estos montes casi intocados, la ciudad encantada de El Dorado erguida sobre las míticas riberas del Lago Parime”.
Huber, al señalar la alta relevancia que reviste los ecosistemas del Escudo Guayanés, recuerda que “durante los millones de años en que la vida se ha ido desarrollando con todas sus formas y expresiones sobre la Tierra, las montañas de la Guayana con sus cumbres y vertientes empinadas y sus amplios valles y planicies han representado uno de los pocos lugares en el mundo, donde las plantas y los animales podían contar con un ambiente adecuado para su crecimiento sostenido y evolución progresiva. Por esta razón, la biota desarrollada en los distintos paisajes guayaneses presenta un carácter muy propio, no solo a nivel de las numerosas especies vegetales y animales endémicas, sino también en relación a las peculiares comunidades biológicas establecidas en los variados nichos que se han desarrollado a lo largo de un gradiente altitudinal de casi 3000 metros”.
En tal sentido , el investigador confía en que las reuniones periódicas que convocan a las personas “seriamente interesadas en lograr estos avances de nuestros conocimientos culturales y científicos en el ámbito guayanés puedan crear una comunidad humana, moderna y solidaria, asentada en la inmensa vastedad del Escudo de Guayana, pero unida en el deseo de convivir y disfrutar de la vida con base en una coexistencia fructífera y de respeto mutuo, no solo entre las diferentes comunidades humanas, pero también y especialmente con la generosa naturaleza guayanesa”. Un reto que desde mañana será el compromiso de quienes asistan al I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés, incluidos aquellos que toman las decisiones en políticas públicas.

Fuentes consultadas: www.bioguayana.org/”La Gran Sabana: Panorámica de una Región”, Cuadernos Lagoven, 1989/”Prioridades de Conservación para la Biodiversidad del Escudo Guayanés”, 2002.