13 septiembre 2005

Un encuentro por la biodiversidad del Escudo Guayanés


Bajo esta consigna se prepara el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés a celebrarse del 20 al 24 de marzo de 2006 en la Gran Sabana

El I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés se estará llevando a cabo en La Gran Sabana, del 20 al 24 de marzo del próximo año 2006. Este evento, organizado por la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Uneg; Fundacite Guayana y el Programa Bioguayana, tiene como objetivo dar a conocer los avances de los estudios que sobre la biodiversidad del Escudo Guayanés se vienen desarrollando con el fin de compartir experiencias sobre su uso y manejo. La sede del evento será el Hotel Gran Sabana, en Santa Elena de Uairén, “en el territorio pemón del Monte Roraima del Wazaká (el árbol del mundo) y el Kapepiakupé (el lago donde se formó el mundo), de la cuenca alta del Río Caroní y del Parque Nacional Canaima”.
Judith Rosales, presidenta del comité organizador del evento y coordinadora del Centro de Investigaciones Ecológicas de la Uneg, explicó que este primer congreso dará continuidad a los resultados obtenidos en el taller realizado en abril de 2002 en la ciudad de Paramaribo, en Suriname, donde más de 100 expertos en biodiversidad de la región establecieron las prioridades de conservación para el Escudo Guayanés, así como también algunas recomendaciones de las acciones a emprender las cuales fueron recogidas en el informe “Prioridades de Conservación para el Escudo de Guayana, Consenso 2002”.
Rosales dijo que hasta el primero de noviembre se estarán recibiendo los trabajos de investigación más recientes en las áreas temáticas de flora, fauna, ecosistemas, servicios y valoración de la biodiversidad, impactos y restauración, biología y gestión de la conservación; y propuestas comunitarias de conservación y manejo; para ser presentados en el congreso.

BIODIVERSIDAD PARA CONSERVAR
Tal como lo recoge el informe de 2002, el Escudo Guayanés abarca los sistemas montañosos que forman las cuencas hidrográficas entre los ríos Orinoco y Amazonas, con una superficie de 2,5 millones de kilómetros cuadrados. En él se encuentra más del 25 por ciento de los bosques tropicales húmedos que aún quedan en el planeta “y sus variados paisajes destacan por su endemismo biológico, sus ecosistemas singulares, sus bosques excepcionalmente prístinos y su diversidad cultural”. Estos aspectos, confirma el informe, permiten que sea uno de los pocos lugares donde se pueden poner en práctica todas las opciones para la conservación y al mismo tiempo el desarrollo y promoción de las economías de la región, “a la vez que se conserva la salud de sus ecosistemas”.
El informe resalta la vida silvestre tropical de esta región como una de las tres zonas más ricas de todo el planeta, “se calcula que el Escudo de Guayana contiene unas 20.000 especies de plantas vasculares de las cuales 35 % son endémicas”. Asimismo, destaca la variedad de los ecosistemas únicos presentes en el Escudo Guayanés, tales como los tepuyes o mesetas de arenisca. “Entre los 50 o más tepuyes de la región, los macizos de la Neblina, Chimantá, Duida-Marahuaka, Auyán-Tepui, Sipapo y Jaua son los centros más importantes del endemismo y la diversificación en especies de la región guayanesa”

PRIORIDADES DE CONSERVACIÓN
El informe señala que las prioridades definitivas para la conservación de la biodiversidad del Escudo de Guayana contemplan 41 áreas con una superficie de 1,2 millones de kilómetros cuadrados. Entre las áreas prioritarias que pertenecen a la categoría de máxima importancia biológica se encuentran los ecosistemas de tierras intermedias y altas donde se ubican los tepuyes. Mientras que las áreas referidas a la categoría de máxima presión producida por la actividad humana se encuentran a lo largo de los ríos Orinoco y Amazonas. No obstante, el informe reconoce que existen áreas sin clasificar “por la falta de exploración científica y de información disponible”. De igual forma, el informe advierte que existen áreas “relativamente intactas” que sufren menos el impacto de la actividad humana por estar ubicadas en los sectores oeste y este del Escudo Guayanés, sin embargo, prevé “que la colonización aumente a lo largo de la carretera Manaos y Puerto Ordaz”.
Con relación a la falta de información disponible, el informe identificó cuatro grandes sitios de investigación prioritaria con el fin de solventar “la deficiencia en datos”. La primera de estas áreas es el Alto Caura/Paragua en la Guayana venezolana; la segunda área está ubicada en la frontera venezolano-brasilera, Neblina/Branco, que comprende las formaciones de tepuyes situadas más al sur, en la zona conocida como Distrito Pantepui. La tercera área prioritaria comprende la frontera de las Guyanas con Brasil, Acaraí/Tumucumac; y la cuarta área de Jarí/Araguarí incluye las cuencas altas de los ríos Jarí y Araguarí así como las montañas Serra do Iratapuru y Serra do Navío. El informe asegura que “el trazado de mapas de estos sitios será de utilidad para la determinación de prioridades para futuras investigaciones”.
Lo cierto es que internarse en el Escudo de Guayana es encontrarse con los misterios y leyendas que rodean más de dos mil millones de años de antigüedad. Todo un reto para los científicos del mundo que son atraídos por uno de los lugares naturales más prístinos que aún quedan en el planeta.

PLANIFICACIÓN EN CONJUNTO
El Informe “Consenso 2002” hace referencia a la necesidad de “prever una planificación estratégica avanzada y la formulación de políticas basadas en información científica confiable para establecer criterios y principios claros que guíen las acciones futuras” por cuanto, a su entender no existe actualmente un proceso de planificación integral para el Escudo de Guayana que incorpore los aspectos biológicos, sociales, económicos y de desarrollo; ni mucho menos una planificación multinacional para su conservación. “Se van a necesitar otras estrategias y acciones relevantes durante las próximas décadas para atender las crecientes demandas de la población de la región en constante aumento y de la continua expansión de la economía mundial”. Recuerda que los tepuyes albergan los últimos reservorios de agua dulce no contaminada de los trópicos americanos, por lo que urge mantener la salud de estos ríos y hacer frente a la presión creada por la actividad minera en la región.

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