03 septiembre 2005

Mineros rechazan propuesta del Gobierno


Ante la propuesta del Plan de Reconversión Laboral presentada por la comisión gubernamental de alto nivel, el sector de la pequeña minería prefiere un plan alternativo para el desarrollo integral de sus comunidades

El sector de la pequeña minería no está conforme. Desde la aparición del plan de reconversión laboral, propuesto por la comisión gubernamental de alto nivel encabezada por la ministra de Ambiente y los Recursos Naturales y el ministro de Industrias Básicas y Minería, -que busca transformar a los mineros ilegales en pequeños empresarios del hierro, aluminio y madera-; son muchas las dudas que han surgido en quienes por años han ejercido una actividad que les resulta “rentable”.
Luís Gerardo Almeda, coordinador nacional del Frente Bolivariano de Mineros Revolucionarios, expresó su desconcierto ante el plan de reconversión laboral por cuanto a su juicio la mencionada comisión debió presentar un plan alternativo para el desarrollo integral de las comunidades mineras “que tiene muchos años ejerciendo esa actividad económica en el estado Bolívar”. Considera muy difícil que “de la noche a la mañana se pretenda reconvertir esa cultura que se ha venido desarrollando a lo largo de 200 años y sin la participación de las comunidades mineras representadas en las diferentes organizaciones que hacen vida activa en los sectores mineros”. Aseguró que esa misma tradición histórica es lo que ha demostrado a la pequeña minería que la actividad que ejercen es rentable.

PARTICIPACIÓN DE LAS COMUNIDADES
Antes de abordar el avión que lo trasladaría a Caracas para una reunión con la ministra de Ambiente, Almeda enfatizó que el gobierno debería impulsar un planteamiento en coordinación con la participación de las comunidades mineras e indígenas. Dejó claro que están en desacuerdo con el término de “Plan de Reconversión Laboral” porque a su entender, en el mismo no se ubicó a los mineros como actores principales del problema, además, considera que la reconversión laboral debe darse en un tiempo de transición durante el cual “se debe promover la educación para transformar la cultura del pequeño minero e incorporarlo con una nueva visión y un nuevo desarrollo que pueda derivar al sector agroalimentario, piscícola-pesquero o turístico, en el cual pudiéramos incentivar las artesanías a través de la orfebrería. Es decir en un sin fin de actividades que están correlacionadas con la pequeña minería”.
Explicó que dentro del sector de la pequeña minería existe una gran cantidad de recurso humano con capacitación técnica, profesional y cultural que puede aportar una visión alternativa que presente soluciones la crisis que, según dijo, ha venido viviendo la pequeña minería alternativa o social, nombre que se le dio en el I Congreso Minero realizado en el mes de julio en El Callao.

DAÑOS ECOLÓGICOS
Ante la decisión del Estado venezolano de paralizar la explotación del oro y diamante para priorizar la conservación de la cuenca del río Caroní por su potencial hidroeléctrico, el coordinador del Frente Bolivariano de Mineros Revolucionarios coincidió con esta medida por considerar que la cuenca del río Caroní posee toda la riqueza hidroeléctrica y acuífera que necesita el país, pero enfatizó que existe una metodología técnica y científica para ejercer la minería de balsa sin comprometer el ambiente, “y de eso pueden dar fe las experiencias de la CVG e incluso la Fundación La Salle evidenció que sí se podía ejercer la minería en agua con técnicas que no generan tanto impacto ambiental en cuanto a la depredación, que son de fácil manejo y que pueden ser controladas por parte del Estado. Lo que hace falta es que el Estado determine en dónde se aplicar esa tecnología”.
Recordó que no se pueden cerrar las puertas a una opción técnica científica, “porque de lo contrario se cerraría la visión de muchos profesionales que hoy en día están investigando cómo aplicar la tecnología en el sector minero”.
Aclaró que la planteada reconversión debe hacerse de acuerdo a un plan de manejo de las cuencas donde participen las comunidades indígenas, los grupos ecologistas, los mineros y las instituciones y de ahí sacar un provecho definitivo a ese conflicto, “que por tradición histórica se han venido violando los derechos de muchos venezolanos que también tienen derecho a la participación de esos recursos”.

APORTES POR LA CONSERVACIÓN

Dijo que una de las propuestas recogidas durante el I Congreso Minero fue la creación del Instituto Autónomo para la Preservación del Medio Ambiente, la cual fue acogida por la mayoría del pequeño minero presente en el evento. “Ese instituto crearía brigadas especiales apoyadas por el mismo minero, con el fin de ir recuperando áreas afectadas por la pequeña minería organizada y desorganizada en otros tiempos, eso sería parte del aporte. Así como la creación de un fondo para crear el Banco Minero en la región Guayana”.
Para Almeda el recurso humano y social es más importante que el oro y el diamante, y que incluso está por encima del recurso agua e hidroeléctrico; por eso le preocupa el impacto que en él va a causar la eliminación inmediata de la actividad minera, sin un plan de manejo en las cuencas de los río Caroní, Paragua Cuyuní y Aro.

MISIÓN PIAR
Por su parte, Wilman Pereira, coordinador nacional de Misión Piar explicó que han venido planteando a la comisión de alto nivel la necesidad de reubicar a la pequeña minería en áreas donde se pueda ejercer la actividad con el menor impacto ambiental posible, “y aquellas comunidades que no quieran ser reubicadas, pero que estén dispuestas a asumir otro tipo de actividad lo hagan”. Afirmó que existe un conjunto importante de mineros que estaría dispuesto, pero recordó que el Estado debe ubicar nuevas áreas para aquellos mineros que tradicionalmente vienen ejerciendo la actividad. Para el coordinador nacional de Misión Piar, el plan de reconversión laboral permitirá que los mineros tradicionales puedan tener otra opción de trabajo. Aclaró que desde la Misión Piar han firmado un convenio con el Ince que permitirá capacitar a la población minera “que nunca ha tenido asistencia por parte del Estado venezolano. Hay toda una economía en La Paragua que se estaba sustentando en ilícitos de todo tipo, en materia de combustible, tránsito de aeronaves y fluviales amén de lo que tiene que ver con la presencia de balsas y dragas permitidos por funcionarios que de manera inescrupulosa permitían que esas actividades se realizaran, pero hay una comunidad que vive de eso y hay que buscarle, bajo el marco legal, una alternativa para que se puedan desempeñar y ahí el estado debe garantizar el control”.
Lo cierto es que por los lados de El Manteco, la jocosidad guayanesa ya comenta que el plan de reconversión laboral de los mineros ilegales durará lo que tarde en “explotar una bulla”.

PLANES DISEÑADOS DESDE LOS MINISTERIOS
En la página web del Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales aparece reseñada la presentación del plan de reconversión laboral minera en la cual se señala que “la propuesta busca integrar a los mineros a los proyectos alternativos que han sido diseñados a través de diferentes ministerios que conforman la Comisión de Alto Nivel Ambiental”. La nota añade que con esta propuesta “se busca preservar la principal fuente de energía hidroeléctrica del país; la sustitución de la actividad minera por actividades socioproductivas alternativas; la ordenación, seguridad, defensa, soberanía del territorio y saneamiento ambiental, todo esto contemplado en los lineamientos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

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