03 septiembre 2005

Minería ilegal: ¿hacia la reconversión?


Investigadores de la UNEG, en principio, aplauden la iniciativa del Gobierno Nacional de ordenar la minería en la cuenca del Caroní, sin embargo consideran que la reconversión laboral debe responder a los modos de producción tradicional del minero, a la efectiva capacidad del Estado y al concepto de gestión ambiental

“Ni una sola balsa en el río Caroní”, fue la orden dada por el Presidente de la República, Hugo Chávez y que la ministra de Ambiente y los Recursos Naturales, Jacqueline Farías repitió durante la reunión del pasado jueves en Ciudad Bolívar donde una comisión gubernamental de alto nivel expuso los planes que diseñan para dar respuesta al grupo de 50 mil mineros artesanales que existen en la cuenca del río Caroní, según el censo realizado por la Misión Piar. Además, para que no quedaran dudas, el ministro de Industrias Básicas y Minería, Víctor Álvarez aclaró que “es un asunto de Estado”. El plan presentado supone una estrategia de reconversión laboral en la cual los mineros podrán optar a los créditos del ahora Fondo de Producción Social (antes Fondo Regional Guayana) para crear empresas que generen bienes y servicios en las áreas de aluminio, hierro y madera. Incluso, la titular de Ambiente dijo que los mineros se convertirían en “reforestadores” de las áreas intervenidas. Antes estos anuncios, son muchas las voces que se alzan, unas para coincidir y otras para disentir de un plan que no contó con la participación de las universidades de la región que tienen más de 15 años estudiando esta problemática. Una de las casas de estudios que más ha investigado sobre la minería de pequeña escala es la UNEG. Tres de sus investigadores exponen sus criterios.

EL CAMINO MÁS LÓGICO
Para Sergio Milano, antropólogo e investigador, el plan presentado por el Gobierno Nacional “es el camino más lógico”; sin embargo, dejó claro que la eliminación de la minería de cielo abierto tendrá un mayor impacto social “porque son 20 mil mineros que quedarían sin su fuente de trabajo tradicional con más de 150 años de historia”.
Por tal motivo, expone que las soluciones no pueden ser a corto plazo, “el pequeño minero se sustenta sobre elementos culturales mágico-religiosos que es donde se organiza el proceso productivo lo que implica que cambiar estos modo de producción chocarían con modos de ser, de pensar, y de organización familiar que podrían –si se contradicen- echar por tierra los planes del Estado Venezolano”.
Las experiencias que ha tenido como investigador social en el área minera de Las Claritas, Km 88 y del Bajo Caroní así lo confirman, aún más, Milano destaca la importancia del papel de la mujer en la organización familiar, “eso obliga a que el plan de diversificación económica tenga como eje a la mujer, es un elemento cohesionador del núcleo familiar. La mujer va a nuclear al niño y lo inserta en otro modo de producción al cual progresivamente se sumará el marido minero”.

TODO PLAN TIENE SU DEBILIDAD
La debilidad que observa el investigador está en los trabajos donde se insertarían los mineros: fábricas de aluminio, hierro y madera, que a juicio de Milano está fuera de su modo de producción tradicional. “No así la producción de aves y rubros agrícolas, los cuales si estarían dentro de sus tradiciones, porque la mujer lo ha hecho durante años, ellos siempre han criado patos y gallinas y siempre han producido rubros agrícolas aunque a baja escala, por eso si se incentiva ese modo de producción a escala un poco más grande, eso podría dar buen resultado”. Aclaró que aquello que no esté dentro de su marco psicológico, “corre el riesgo de fracasar”.

PRESENCIA DE UNIVERSIDADES
Sergio Milano considera fundamental el acompañamiento con las universidades donde los estudiantes de administración pueden organizar los sistemas de mercado y de participación del minero en un modo de producción que desconoce totalmente. Recordó que un trabajo suyo realizado para Edelca en el 2004 sobre las zonas mineras en el bajo Caroní explica cómo funcionan las estructuras familiares y hay recomendaciones sobre cómo deben ser las diversificaciones económicas para minimizar la participación de los mineros en actividades de minería e ir aumentando la consolidación de otros modos de producción. ¿Este trabajo habrá sido consultado para la elaboración del Plan de Reconversión Laboral para los mineros?

CAPACIDAD DEL ESTADO
Luz Delgado, investigadora del Centro de Investigaciones Ecológicas y especialista en biodiversidad aplaude esta iniciativa del Gobierno Nacional por considerar que la cuenca del Caroní es una de las más importantes del país por aportar el 70 por ciento de la energía eléctrica del país, además “el agua es un recurso no sólo energético sino humano por el derecho que todos tenemos a un agua limpia, de calidad”. No obstante, Delgado enfatizó que la actividad de la minería ilegal es un problema con muchas dificultades, entre ellas “la capacidad del Estado de asumir los problemas sociales asociados a la minería como un uso del recurso para satisfacer las necesidades básicas de los mineros”. Considera que el Estado debe asumir una acción efectiva para que la actividad minera tal como se viene desarrollando en la cuenca del Caroní derive en otros usos más sustentables “rompiendo esa cadena de pobreza y de un impacto ambiental que al final no conlleva una mejor calidad de vida sino la pérdida de un alto porcentaje de lo que más abunda en este país como es la biodiversidad”. Delgado opina que “en principio”, el plan de reconversión laboral del minero es una excelente idea, pero espera que “en realidad el Estado asuma, que el pensamiento vaya acompañado de una acción efectiva que no solamente mejore al ambiente sino que además le permita a esa gente que vive en condiciones lamentables, poder tener acceso a una mejor calidad de vida promoviendo la planificación y el manejo de los recursos de una manera sustentable”.

SENTARSE CON EL MINERO
Darío Bermúdez, investigador de la UNEG recuerda que hace 16 años el gobierno de turno implementó una medida similar, paralizando por seis meses la actividad minera con resultados muy negativos para la economía de Ciudad Bolívar. “Muchos negocios se fueron a la quiebra”. Bermúdez considera que el Estado venezolano debe ejercer un manejo y control de esta actividad garantizando un sitio con reservas probadas y promoviendo paralelamente modos de producción alternativos, pero es muy escéptico a estos “planes de reconversión” que se elaboran sin sentarse con el pequeño minero para conocer su realidad.

GESTION AMBIENTAL
Por su parte, el tratamiento de los planes que desarrollará el Ejecutivo Nacional que hace Luís Guzmán, coordinador del Centro de Investigaciones de Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Uneg, se enfoca en la concepción moderna de la gestión ambiental de los recursos naturales, en tal sentido considera que los recursos son elementos para ser utilizados en aras de procurar una mejor calidad de vida de la sociedad, por lo que a su entender, los mineros artesanales pueden seguir ejerciendo tal actividad bajo la premisa de la utilización racional de los recursos, la cual se asocia con el paradigma del desarrollo sustentable que es un concepto aceptado mundialmente.
“Un recurso minero no sólo tiene la implicación de ser una actividad de carácter social sino también tiene una implicación económica y ambiental. Si contáramos con un plan de ordenación territorial esta situación se hubiese resuelto desde hace tiempo. Pienso que la implantación de medidas articuladas, con un adecuado plan de ordenación, fundamentado en las potencialidades y limitaciones de los ecosistemas tropicales, y garantizando la transferencia de tecnología amigable con el ambiente, tecnología adecuada a nuestros ecosistemas que impida la utilización del mercurio como elemento negativo para nuestros ecosistemas acuáticos, constituiría una herramienta fundamental para solucionar este problema de vieja data”. La pregunta que todos se hacen es ¿cómo, cuándo y dónde el Ejecutivo Nacional va a implementar este plan?

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