01 septiembre 2005

¿Qué hacemos con la basura?


Para la mayoría de la gente la basura es un estorbo, algo del cual hay que deshacerse, sin detenerse a pensar que esos residuos “son nuestros”, de ahí que el problema de la basura es un asunto de corresponsabilidad

El ruido del camión a lo lejos, le indicaba que debía recoger la basura; pero la vecina pensó que aún le quedaba tiempo para terminar el capítulo de la novela. Cuando el ruido se hacía ensordecedor, salió corriendo y dejó tirada la bolsa con los desperdicios del día sin percatarse que el camión recolector ya había pasado, dejando ese olor nauseabundo que invade nuestro ambiente por un buen rato. ¿Qué hacemos con la basura? Es la pregunta que nunca se formula, porque para la mayoría de la gente la basura es un estorbo, algo del cual hay que deshacerse, sin detenerse a pensar que esos residuos “son nuestros” y como tal, existe un sentido de corresponsabilidad que no se puede eludir. Por Ley, las alcaldías están en la obligación de garantizar un servicio de aseo urbano eficiente, pero de igual forma la Ley añade que para lograr un ambiente libre de contaminación, el Estado debe contar “con la activa participación de la sociedad” (artículo 127 de la Constitución). La pregunta a formular es ¿Cómo participar en la solución de un problema que nos compete a todos?

Deudas que pesan
El primer paso se dio la tarde de este viernes cuando se llevó a cabo el taller sobre desechos sólidos en el auditorio de Almacaroní donde participaron representantes de las distintas parroquias que conforman el municipio. El director de Servicios en Concesión de la municipalidad, Rafael Zerpa explicó la situación actual que enfrenta la municipalidad en cuanto a la recolección y disposición final de la basura y planteó las acciones que emprenderá el gobierno municipal. Según las estadísticas presentadas, cada día se deposita un promedio de 660 toneladas de basura en el relleno sanitario de Cambalache. De estas 660 toneladas de desechos y residuos sólidos, 260 toneladas por día son generadas en Puerto Ordaz y 400 toneladas diarias provienen de San Félix. Toneladas de desechos que van aumentando al igual que la deuda que se mantiene con las operadoras del servicio de aseo, lo que a juicio del funcionario de Almacaroní, han ocasionado la mala prestación del servicio. Añadió que la deuda con las dos empresas operadoras, Sabenpe y Lime, alcanza los 25 millardos de bolívares, “por supuesto, tienen una depreciación de sus equipos bastante alta en función de que no ha habido una reinversión en sus equipos”. Adicional a este problema, recordó que existe un número importante de la población que no cancela el servicio de aseo urbano, el cual espera por un ajuste de tarifas en un 15 por ciento que desde el año 2004 fue decretado por el Ejecutivo.
Asimismo, dijo que tanto las ordenanzas municipales de aseo urbano como el catastro están desactualizados. Además del colapso del relleno sanitario sin ningún tipo de control sobre los gases y los lixiviados que se producen por la descomposición de los desechos. Lo anterior, aunado a la escasa cultura ambiental de los habitantes de Ciudad Guayana avizora una tarea nada fácil para la municipalidad.

Acciones municipales
Entre las acciones que se dispone a emprender la municipalidad para enfrentar el problema de la basura, Zerpa señaló que es necesario normalizar la frecuencia de la recolección de los desechos, “que las personas sepan los días de recolección para que sepan de que manera van a disponer adecuadamente sus desechos”. Asimismo, tienen previsto la actualización de la ordenanza municipalidad en materia de sanciones, “de manera de ir dándole orden a la disposición inadecuada de los desechos sólidos”. De igual forma, se plantean el diseño y puesta en funcionamiento de programas de medios y campañas de concienciación ciudadana, por cuanto “es fundamental para el éxito de un sistema de gestión de desechos sólidos”; así como también un plan piloto de recolección selectiva “que es la separación de los materiales aprovechables de manera que las comunidades sepan la frecuencia de la recolección de estos residuos por sus viviendas”.
Zerpa indicó que entre los planes se encuentra el diseño y construcción de parques de acopio y separación de materiales para recibir todos los materiales que son separados de la basura común y que son recuperables, tales como plástico, papel cartón, materia orgánica, vidrios, metales, aluminio etc.
También contemplan el diseño y construcción de centros de transferencia de residuos y desechos sólidos, “lo que permitiría disponer los desechos de manera temporal para acortar las distancias entre las rutas de recolección y el sitio de disposición final”. Finalmente, Almacaroní trabaja en la reubicación, diseño y operación de un relleno sanitario que estaría ubicado en la zona de El Pinar, en el kilómetro 17 de la autopista Puerto Ordaz-Ciudad Bolívar.

Participar es la consigna
Para muchos vecinos presentes en el taller, como Apolinar López de la parroquia Unare I, el problema de la basura se resolverá cuando “la gente vea a la basura como una oportunidad de negocios”. Una consigna aplaudida por todos. Otros, como la conocida artista Edith Salcedo, recomendaron instalar mesas de discusión sobre el problema de la basura en cada comunidad, mientras que la mayoría insistía en la necesidad de iniciar campañas informativas y de educación ambiental a través de los medios de comunicación social. Lo cierto es que la comunidad manifestó su preocupación y su disposición a participar en la solución del principal problema ambiental no sólo de Ciudad Guayana, sino del país, según la encuesta realizada por la organización ambientalista Vitalis en 2004.

Basura costosa
El aseo urbano es el servicio que más costo le genera a cualquier gerencia municipal y Caroní no es la excepción. La alcaldía paga a la empresa recolectora 78 mil 500 bolívares por tonelada de basura servida que deposita en el relleno de Cambalache, lo que multiplicado por 660 toneladas que se recogen diariamente, da un saldo de 51 millones 800 mil bolívares diarios que la municipalidad debe cancelar a Sabenpe. Sólo el 28 por ciento de la población cancela el servicio de aseo urbano. El restante 72 por ciento es subsidiado por la alcaldía. Actualmente, la municipalidad tiene una deuda con las empresas recolectoras, por el orden de los 25 millardos de bolívares.

Un cuento real
“Todo comenzó hace muchísimos años cuando a un hombre, le sobró algo de lo que estaba haciendo y lo botó. Así nació la basura, pero resulta que la basura crecía y crecía. Obstaculizaba el tránsito y la gente ya no podía salir de su casa… La ciudad había desaparecido bajo la basura”. Un cuento que nos alerta sobre la necesidad de promover una conducta que permita alcanzar mayores niveles de calidad de vida, donde la responsabilidad por nuestro ambiente sea asumida de forma participativa por los distintos actores involucrados: habitantes, municipalidad e industria.