27 septiembre 2005

MARN y la Planta Saint Gobain presentan estudio de impacto ambiental a la colectividad

La consulta pública del Proyecto “Aumento de la Capacidad de Producción de Carburo de Silicio en la Planta Saint Gobain” se llevará a cabo el próximo viernes 7 de octubre en el Salón Guayana del Hotel Rasil a las nueve de la mañana

Ese olor a huevo podrido que todos hemos sentido alguna vez pasando el peaje en la autopista Ciudad Guayana-Ciudad Bolívar es realmente sulfuro de hidrógeno, un gas que se genera durante el proceso de producción de carburo de silicio, el cual es utilizado en las industrias metalúrgicas, de abrasivos y refractarios.
El sulfuro de hidrógeno es una de las cuatro emisiones gaseosas que la Planta Saint Gobain, ubicada en la zona industrial Cañaveral, se dispone a controlar mediante un sistema de extracción y depuración de gases.
La invitación a la consulta pública del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto “Aumento de la Capacidad de Producción de Carburo de Silicio en la Planta Saint Gobain”, enviada a la redacción señala que tanto la Dirección Estatal del Ministerio de Ambiente como la empresa Saint Gobain exhortan a la colectividad de Ciudad Guayana a participar de esta actividad, de conformidad con el Artículo N° 26 del Decreto Ejecutivo N° 1.257 referido a las “Normas sobre Evaluación Ambiental de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente”.

Estudio de impacto ambiental
Según explica la nota, la Planta Saint Gobain, ubicada a la margen derecha del río Orinoco en la Zona Industrial Cañaveral, entrando por el distribuidor SISOR de la autopista Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana, proyecta aumentar su capacidad de producción, que actualmente es de 20 mil toneladas de carburo de silicio al año, a 35 mil toneladas al año; para lo cual estima una inversión de más de 2 millones de dólares, de los cuales 410 mil dólares se destinarán al componente ambiental.
Tal como lo señala el artículo 129 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, este proyecto está en la obligación de presentar un estudio de impacto ambiental que permitirá predecir los posibles daños ambientales que se generen de la producción del carburo de silicio. En tal sentido, la nota señala que entre los principales impactos ambientales que pueden generarse se encuentran: emisiones atmosféricas de partículas totales suspendidas por manejo y transporte de materiales y emisiones gaseosas de Monóxido de Carbono, Dióxido de Azufre, Dióxido de Nitrógeno y Sulfuro de Hidrógeno.

Este último, explica la nota, es “un gas con olor característico a huevo podrido cuyo umbral de apreciación por el olfato humano es de 0.005 ppm y el límite máximo permisible en el ambiente, según la norma venezolana, es de 20 microgramos por metro cúbico de aire, por lo cual ocasiona molestias aún cuando las concentraciones puedan encontrarse dentro de los límites de la norma. La generación de este contaminante se relaciona con el contenido de Azufre en la materia prima (coque de petróleo) y el contenido de humedad presente tanto en el ambiente como en la materia prima”.

Sistema de control
Para el control de los contaminantes gaseosos, reseña la nota, “se desarrollará un sistema de extracción localizada y posterior depuración de los gases antes de ser descargados a la atmósfera. Cada grupo de hornos (9 en total) tendrá un sistema de control. Los gases generados en los hornos serán atrapados por una campana y serán transportados por un ducto hasta un equipo depurador de gases, donde se prevé que las concentraciones de los contaminantes disminuyan por debajo de los límites de la norma. Para hacer esto posible se diseñará un sistema de encerramiento de los contaminantes, sin menoscabo de las exigencias técnicas que tenga a bien disponer el Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales”. Sin embargo, las “exigencias” o dudas de las comunidades organizadas, organizaciones ambientalistas e investigadores también deben ser oídas, por lo que es imperativo que todos participen de estos espacios de consulta pública para defender el derecho a tener una mejor calidad de vida.

24 septiembre 2005

Calidez humana de los pobladores: factor clave del ecoturismo


La Fundación para el Desarrollo del Ecoturismo dictará talleres de capacitación turística en las poblaciones ribereñas del río Orinoco como parte de Proyecto Corredor Ribereño del Orinoco que desarrolla la Uneg conjuntamente con Fundacite Guayana y Fundación La Salle

Aunque es nativo de Las Galderas el joven se sorprendió al conocer sobre la rica biodiversidad presente en aquellos parajes que desde su niñez ha visto y sentido como algo cotidiano, sin darle quizás la importancia que reviste para un desarrollo eco turístico en su comunidad. Esta fue la impresión de más de uno de los pobladores que participaron en la actividad “Agua, Tierra y Vida”, promovida por Fundacite Guayana conjuntamente con el Centro de Investigaciones Ecológicas de la Uneg y la Fundación para el Desarrollo del Ecoturismo, Fudecotur, con el objetivo de dar a conocer a las comunidades ribereñas los resultados de la primera fase del Proyecto Corredor Orinoco.
Precisamente, uno de los resultados que arroja el informe final de la primera fase de la investigación “permite deducir la necesidad que tienen todas las comunidades ribereñas de desarrollar actividades que conlleven a ejecutar programas de educación ambiental, de entrenamiento técnico y de planificación de actividades ecoturísticas”. El informe señala como alternativa de desarrollo económico de las comunidades en estudio - El Almacén, Las Galderas, Ciudad Bolívar, Ciudad Guayana y Los Castillos- la incorporación de la actividad ecoturística fluvial y el manejo adecuado del entorno a través del entrenamiento calificado por los investigadores que participan en el proyecto.
En tal sentido, la alianza entre la Uneg y Fudecotur es fundamental para trabajar en conjunto por el desarrollo eco turístico de la región. Fudecotur ha venido trabajando con la Uneg en el proyecto Corredor Ribereño del Bajo Orinoco realizando el material fotográfico y promoviendo las rutas eco turísticas en cada uno de los pueblos que integran el corredor.
Eira Coronado y Betzaida Rosales, miembros de Fudecotur explicaron que durante la actividad llevada a cabo del 25 al 27 de abril pasado, dieron a conocer a las comunidades ribereñas la ruta eco turística que se puede establecer en esos lugares como una forma de “mostrarles la otra cara de las actividades socioeconómicas que pueden tener”. Betzaida Rosales destacó la importancia de llevar a los pobladores el conocimiento sobre la biodiversidad que tienen en esa zona, “el paisaje turístico que poseen”.
“Se escogieron cuatro pobladores de El Almacén, en Las Galderas participaron 7 personas de la comunidad y en Los Casillos 5 pobladores, quienes iban a ser los turistas de ese día quienes escucharon en palabras de la investigadora Sara Leal de la Uneg, la información sobre la fauna, luego hicimos un recorrido por la zona y ellos se quedaron sorprendidos de la riqueza natural que poseen, porque es algo común para ellos. El objetivo es que los mismos pobladores reconozcan sus potencialidades turísticas”.

Comunidad piloto
Rosales añadió que la comunidad de Las Galderas –ubicada en el kilómetro 56 de la autopista Ciudad Bolívar-Ciudad Guayana-, fue escogida como población piloto para participar en la segunda fase del Corredor Ribereño “por la calidez humana y la disposición que demostraron sus pobladores lo que significa un factor clave en el desarrollo de la actividad eco turística”. Asimismo, añadió, el sector de Las Galderas presenta la biodiversidad menos impactada a nivel ambiental del resto de las comunidades estudiadas. Por su parte, Eira Coronado indicó que en la segunda fase se aplicará el programa de Ecoturismo Comunitario, el cual consiste en promover la planificación integral a través de talleres de capacitación turística que contemplan cinco aspectos: guías eco turísticos; transporte turístico, las posadas eco turísticas, la manipulación de alimentos y bebidas y las actividades complementarias que tiene que ver con la artesanía e información turística en el lugar. “Al eco turista le llama la atención no solo la parte natural sino en involucrarse compenetrase con los pobladores del lugar y conocer su cultura”.
Esta semana se llevó a cabo una reunión con las comunidades para identificar a las personas interesadas en participar en lo talleres. Explicó que en una tercera fase se planificarán los productos a ofrecer y en una cuarta fase se desarrollará el esquema de comercialización de dichos productos para completar una formación integral de lo que significa el eco turismo.

Preparar profesionales del Turismo
Coronado mencionó que Fudecotur es una fundación para el desarrollo eco turístico que surge a raíz de la necesidad que existe en Guayana de preparar profesionales capacitados para desarrollar esta actividad en la región. “La idea es que los licenciados en turismo que se forman en la UDO puedan participar en la planificación de un ecoturismo en la región, actividad económica que es considerada la más factible de desarrollar a corto plazo debido a la importancia de los atractivos naturales que posee la región además de ser una de las variables del turismo que se basa en el desarrollo sostenible”.
Esta fundación viene trabajando desde el año 2000 pero no fue hasta el año 2004 cuando a raíz del convenio con la Uneg, surge la participación de Fudecotur en el Proyecto Corredor Ribereño del Orinoco.

Potencial para el Ecoturismo
El informe final de la primera fase del Proyecto Corredor Orinoco presentado a Fundacite Guayana por la coordinadora del mismo, Judith Rosales recomienda la necesidad de evaluar el potencial eco turístico del corredor ribereño del Orinoco “con el fin de ofrecer a las comunidades ribereñas actividades que promuevan la concientización ambiental, la participación y el desarrollo económico y social de la comunidad local. Para que un atractivo natural paisajístico o cultural pueda ser explotado turísticamente se debe transformar en un producto turístico, entendiendo como éste a la suma de los recursos ya sea natural y/o cultural y los servicios y equipamiento que permiten al visitante cubrir sus necesidades básicas para disfrutar de estos atractivo”.

Fortalezas y debilidades del movimiento ambiental venezolano

La Sociedad Conservacionista de Guayana considera que la lucha por la defensa del ambiente debe contar con la sinergia entre Estado y sociedad, “mientras tanto seguiremos pegando gritos, haciendo conciencia gota a gota”

La Sociedad Conservacionista de Guayana, SCG, es una de las pocas organizaciones no gubernamentales ambientales que se mantiene activa en la zona y sigue siendo referencia obligada al plantearse un análisis del movimiento ambiental en Guayana.
Fundada en febrero de 1990, la Sociedad Conservacionista se trazó como actividad principal la investigación en conservación para lograr “un ambiente propicio para la realización del hombre como ente racional de la creación, alcanzando una óptima calidad de vida y salvaguardando para las futuras generaciones, los recursos naturales renovables”. Nobles principios que han sido difíciles de alcanzar en una zona industrial como Guayana donde el movimiento ambiental se enfrenta al conflicto entre desarrollo y sustentabilidad. Entre el récord de producción y las toneladas de contaminación que genera la zona industrial.

Voz de alerta
Francisco Valdez Mederico, vicepresidente de la mencionada organización, explicó que a pesar de las dificultades, la SCG sigue manteniendo su rol de seriedad y de objetividad cuando se refiere a los problemas más álgidos de la región. Lo que juzga como su mayor fortaleza.
Como ejemplo, recuerda las insistentes denuncias sobre mercurio en el Bajo Caroní, que obligaron al Gobierno Nacional a traer a cualquier cantidad de científicos del mundo a dar foros sobre el mercurio. La posición de la ONG fue determinante porque llamó la atención sobre un problema que se conocía sólo a puertas cerradas de las empresas involucradas. “La Sociedad Conservacionista participó en todo el proceso, incluso en la recolección de pruebas y seguimos manteniendo nuestra voz permanente, porque la solución de ese problema no está en manos de nosotros”. Sin embargo, la voz de alerta sirvió para que se comprara un equipo de laboratorio que actualmente se encuentra en la Fundación La Salle, lugar donde se realizan las pruebas para determinar si hay contaminación mercurial; asimismo, se realizó la campaña de información hacia los sectores con mayores posibilidades de ser afectados con el mercurio, una labor que la SCG llevó a cabo en conjunto con el comité operativo de Guri y la Fundación La Salle.
“En ese momento demostramos que sí había contaminación mercurial y que aún ahora, es un problema vigente”.
Aclara el ambientalista que el boom del tema ambiental fue importante “porque los presidentes de las empresas, especialmente las básicas, se empezaron a preocupar, pero solo quedaron en eso, porque las denuncias se diluían”. Reconoce Valdez que para ese entonces la premisa ambiental no fue tomada en cuenta al momento de plantearse el desarrollo industrial de Guayana. Como anécdota recordó que una vez en un foro realizado en la Cámara de Comercio le plantearon al entonces presidente de Fesilven instalar los filtros que en ese tiempo costaban alrededor de 10 o 15 millones de bolívares, “pero el dijo que ese dinero lo pensaba utilizar en una forma más productiva. Yo me pregunto ¿qué será más productivo?”

Mayor participación
En estos momentos la institución dirige su acción hacia el sector obrero siderometalúrgico con el fin de concienciar a esta población sobre los problemas de contaminación generados por las mismas empresas donde trabajan. El objetivo es lograr una mayor participación y “despertar en ellos una autoestima diferente”. Añade Valdez que el resultado de las encuestas realizadas a los obreros en el portón de Venalum sobre la contaminación atmosférica reflejaron un desinterés por la variable ambiental. “Sólo están pendientes de ganarse sus reales. La responsabilidad ambiental se diluye por la necesidad de trabajar”.

Intereses contrarios
Concuerda en que las ONG’s ambientales deben impulsar líneas de investigación, pero considera que al obtener recursos financieros para su ejecución se desvirtúa el espíritu de la investigación al tener que adaptarse a las directrices de quien otorga los recursos.
A su juicio, “el problema ambiental le llama la atención a la gente cuando le produce dinero o cuando ya estás afectado, mientras no estés afectado nunca te vas a preocupar por el problema ambiental”.

Inquietud por el ambiente
Mas allá de la denuncia per se, Valdez está convencido que la SCG ha creado una cierta “inquietud por el ambiente en Guayana”, pero no lo suficiente porque observa que a la denuncia permanente no se le ve resultado. “Como tú dices, en el caso del mercurio, el de Hevensa, el de las empresas básicas, el del relleno sanitario ubicado en Cambalache que hemos estado encima de esos problemas y no hemos logrado ni siquiera que se cambie el sitio de disposición final de la basura. La impotencia es muy grande”
El trabajo de la SCG se circunscribe al diagnóstico del problema y a la formulación de propuestas que coadyuven en la solución de los problemas ambientales, “pero no podemos influir más allá”.
Confiesa que es una labor que realizan “por amor al ambiente” y su mayor obstáculo, quizás sea la misma comunidad a la que no han logrado sensibilizar para que juntos tengan una participación más activa en beneficio del ambiente. “Muchas veces pareciera que no les interesa lo que sucede alrededor de ellos y es algo que perjudica porque no hay conciencia ambiental”.
Aunque el especialista aclara que la política no ha invadido a la SCG, “tal vez nos hizo daño en que algunos valiosos miembros de la SCG se apartaron porque obtuvieron posiciones importantes en la función pública. Pero más daño nos hacen cuando no nos escuchan, porque hace un mes le enviamos un correo electrónico a todos los diputados del CLEB sobre la situación de la cuenca del Caroní y todavía no hemos tenido respuesta, será que están muy ocupados con las elecciones pero esos son problemas que debe atender el Estado”.
Sin embargo, estos desencuentros no amainan la voluntad por seguir en la lucha por la defensa del ambiente y tal como lo reflejan las palabras de Valdez Mederico, aún queda mucho trabajo por hacer. “El movimiento ambiental de Guayana debe emprender acciones sobre la deforestación en la Reserva Forestal de Imataca, la conservación de la cuenca del río Caroní, la minería descontrolada, saneamiento ambiental en la zona y la contaminación del río Orinoco. Siempre que la sinergia se de entre Estado y sociedad se podrá lograr un objetivo, mientras tanto seguiremos pegando gritos, haciendo conciencia gota a gota”.

Agenda Ambiental del Estado Bolívar será construida entre todos


Asegura el director de Ambiente de la Gobernación, Ricardo Aquino quien espera presentar los resultados durante la X Cumbre Ambientalista a realizarse en septiembre de este año

Aunque nació en Chichiriviche, su crianza fue en Guasipati donde comenzó a crecer su interés por el ambiente. Quizás los baños en el río Yuruari, las contemplaciones de la Serranía de Nuria, o las exploraciones a Sierra Imataca, abonaron el camino para una misión de vida que luego un viaje a Israel se encargó de sellar. Ricardo Aquino comprendió en aquellas lejanas tierras que “todo es posible” y a partir de ese espacio entró en un proceso de madurez cívica, el cual lo llevó a enfrentarse a su rol como ciudadano “y entonces empezamos a salvar los manatíes de la Laguna de Carapa y hacer acciones cívicas y contundentes”.
El actual director de Ambiente de la Gobernación del Estado Bolívar estudió Turismo en Margarita donde entró en contacto con organizaciones ambientalistas como Fudena y Provita, de ahí pasó a formar parte del equipo que crea el Día Mundial de las Playas. Regresó a Guasipati para darse cuenta del grado de contaminación que exhibía la ciudad, por lo que formó la Asociación Pro Guasipati para abordar el tema ambiental. En 1996 entró a formar parte de la dirección de Turismo del estado Bolívar, en el área de Ordenación Territorial, donde por cinco años consecutivos se dedicó a coordinar la Comisión de Turismo. Fundó el Ateneo Ecológico del Orinoco desde donde ha formado a más de 700 facilitadores en el tema de los Derechos Humanos. Sus últimos estudios lo llevan al conocimiento de la Ecología Humana, disciplina que le enseña “que el problema comienza en uno y termina en uno mismo como seres humanos”.

Terapia colectiva
Ricardo Aquino asume este nuevo reto desde la dirección de Ambiente de la Gobernación convencido de la necesidad de esa reinterpretación de lo que el llama “el proceso de armonización del ser humano consigo mismo” para que pueda entrar en contacto con la naturaleza y en el cuido y la autoestimación del ambiente.
“Aquí vamos a montar un proceso sistémico de terapia colectiva. Es fundamental que la gente entienda que ambiente es un proceso integral que debemos comprenderlo y analizarlo, la gran falla que ha habido en el tema ambiental no sólo en Venezuela sino en el mundo ha sido un proceso de interpretación, la gente piensa que el ambiente se entiende a partir de los libros o de fórmulas técnicas y resulta que el ambiente se aprende a partir de ti mismo, de tu responsabilidad personal como animal, nos olvidamos de esa naturaleza y por eso hemos entrado en el plano de la violencia urbana y de la violencia doméstica y por ende tenemos violencia contra el ambiente”.
“Toda nuestra ira y toda nuestra confusión va degradando todo lo que tenga vida, entonces podemos hacer una política muy hermosa a partir del Estado, invertir cuantiosas sumas, pero mientras no se erradique la violencia personal, la gente va a seguir contaminando y destruyendo lo que tiene en su entorno”.

Mapa temático
Entre sus primeras acciones, Aquino mencionó el trabajo que vienen realizando para la elaboración de un mapa temático de los problemas ambientales del estado Bolívar, “para saber dónde están con el fin de orientar los programas de prevención, conservación, manejo y saneamiento en función de esa localización del problema”.
“Lo primero es tener información en el tema ambiental, porque encontramos un vacío de información codificada, especializada ni sistematizada del Estado en el tema ambiental, sabemos que tenemos impacto ambiental por todas partes, pero ciertamente no sabemos cuáles son las causas y los motivos y el problema real de eso, lo que vemos son los efectos y no necesariamente esos son los problemas ambientales”.

Agenda Ambiental
Uno de los aspectos fundamentales de su gestión será la definición de una política ambiental para lo cual promoverán la Agenda Ambiental del estado Bolívar que tendrá una duración de tres años para su ejecución de 2005 al 2007. “El objetivo es priorizar los temas ambientales que serán abordados y al mismo tiempo tener la información de todos los programas, planes y proyectos de ambiente que están actualmente desarrollando tanto el Gobierno Nacional como el Gobierno Regional, empresas privadas y todo lo que tiene que ver con organizaciones comunitarias, incluidas las investigaciones y las universidades que la llevan a cabo”.
Explicó que una vez obtenida toda esa información, un grupo de consultores especializará una agenda “que permita decir hacia donde vamos, porque no es sólo un problema de la Gobernación sino de todos, pero debemos dejar de seguir hablando bonito para ejecutar y accionar”. De esta forma, Aquino señaló que la acción de la política gubernamental desde la dirección de Ambiente se concentrará en cuatro divisiones: Ordenación Territorial, Biodiversidad y Calidad Ambiental, Educación Ambiental y Participación Comunitaria y Proyectos Ambientales.

Pobreza
Para Aquino, el peor problema ambiental que existe es la pobreza “y mientras exista pobreza habrá contaminación ambiental y eso ya está siendo un efecto nocivo en los ecosistemas urbanos. Todos aquellos efectos que se veían antes en las periferias urbanas ahora se están viendo en el centro de la ciudad, de una forma u otra aquello que tiene que ver con la contaminación humana está haciéndose parte del desarrollo urbano de la ciudad.
En función de eso hay que abordar el Plan de Ordenación Territorial”.
Hizo énfasis en el papel que cumplirán desde la dirección de Ambiente para hacerle seguimiento a todo lo que es el tema de calidad ambiental en el Estado, “con todo y que tenemos información de Alemania y Australia de científicos que vienen a investigar nuestra realidad, nosotros no la tenemos sectorizada, ni en una base de datos, nosotros en estos momentos no sabemos qué flora o fauna está en proceso de extinción en el Estado, tenemos que rescatar esa información”.

Acciones para la participación
Reiteró la necesidad de la inclusión y participación de todos los sectores de la vida regional en la solución de los problemas ambientales, la cual a su juicio debe salir del consenso comunitario y de los actores que están activos en el tema ambiental. Sin embargo, dejó claro que “el paradigma de la participación es que nadie participa en aquello que no conoce, por lo tanto el primer componente que se va a activar es el educativo ambiental”. Inclusive propone un ABC ambiental dentro de la Gobernación, “todas las acciones y toda la política del Gobierno va a tener el eje transversal ambiente, una de las propuestas que estamos trabajando en estos momentos es que todo proyecto urbano que se haga en el Estado Bolívar que pase por licitación tiene que tener estudio de impacto ambiental, empezamos a poner orden en casa para dar el ejemplo”.
“Tenemos un Gobernador ambientalista, que mientras estuvo en la CVG le prestó mucho apoyo a la Vicepresidencia de Ambiente, Ciencia y Tecnología y ahora lo está haciendo ponderando la acción desde la Gobernación”.

Agendas en sinergia
En cuanto a la integración con las otras agendas ambientales que este año se han impulsado desde el Seniat contra la Minería Ilegal o la Agenda del Agua, Aquino considera que son compatibles porque de una forma u otra buscan optimizar el uso de los recursos, “pero debemos tener un orden y la Gobernación es el ente que coordina y debe agrupar y liderar todos esos procesos ambientales”. Recordó que el Gobernador Francisco Rangel Gómez insiste en el fortalecimiento de la institucionalidad y majestad de la Gobernación del Estado Bolívar, tenemos que hacer que esa creencia de lo que es un organismo regional madure y se evidencie su acción.
Lo cierto es que dentro de un mundo globalizado, lleno de concreto, retomar el contacto humano es fundamental para entender la importancia de preservar nuestro ambiente, y de eso sabe Ricardo Aquino.

13 septiembre 2005

Un encuentro por la biodiversidad del Escudo Guayanés


Bajo esta consigna se prepara el I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés a celebrarse del 20 al 24 de marzo de 2006 en la Gran Sabana

El I Congreso Internacional de Biodiversidad del Escudo Guayanés se estará llevando a cabo en La Gran Sabana, del 20 al 24 de marzo del próximo año 2006. Este evento, organizado por la Universidad Nacional Experimental de Guayana, Uneg; Fundacite Guayana y el Programa Bioguayana, tiene como objetivo dar a conocer los avances de los estudios que sobre la biodiversidad del Escudo Guayanés se vienen desarrollando con el fin de compartir experiencias sobre su uso y manejo. La sede del evento será el Hotel Gran Sabana, en Santa Elena de Uairén, “en el territorio pemón del Monte Roraima del Wazaká (el árbol del mundo) y el Kapepiakupé (el lago donde se formó el mundo), de la cuenca alta del Río Caroní y del Parque Nacional Canaima”.
Judith Rosales, presidenta del comité organizador del evento y coordinadora del Centro de Investigaciones Ecológicas de la Uneg, explicó que este primer congreso dará continuidad a los resultados obtenidos en el taller realizado en abril de 2002 en la ciudad de Paramaribo, en Suriname, donde más de 100 expertos en biodiversidad de la región establecieron las prioridades de conservación para el Escudo Guayanés, así como también algunas recomendaciones de las acciones a emprender las cuales fueron recogidas en el informe “Prioridades de Conservación para el Escudo de Guayana, Consenso 2002”.
Rosales dijo que hasta el primero de noviembre se estarán recibiendo los trabajos de investigación más recientes en las áreas temáticas de flora, fauna, ecosistemas, servicios y valoración de la biodiversidad, impactos y restauración, biología y gestión de la conservación; y propuestas comunitarias de conservación y manejo; para ser presentados en el congreso.

BIODIVERSIDAD PARA CONSERVAR
Tal como lo recoge el informe de 2002, el Escudo Guayanés abarca los sistemas montañosos que forman las cuencas hidrográficas entre los ríos Orinoco y Amazonas, con una superficie de 2,5 millones de kilómetros cuadrados. En él se encuentra más del 25 por ciento de los bosques tropicales húmedos que aún quedan en el planeta “y sus variados paisajes destacan por su endemismo biológico, sus ecosistemas singulares, sus bosques excepcionalmente prístinos y su diversidad cultural”. Estos aspectos, confirma el informe, permiten que sea uno de los pocos lugares donde se pueden poner en práctica todas las opciones para la conservación y al mismo tiempo el desarrollo y promoción de las economías de la región, “a la vez que se conserva la salud de sus ecosistemas”.
El informe resalta la vida silvestre tropical de esta región como una de las tres zonas más ricas de todo el planeta, “se calcula que el Escudo de Guayana contiene unas 20.000 especies de plantas vasculares de las cuales 35 % son endémicas”. Asimismo, destaca la variedad de los ecosistemas únicos presentes en el Escudo Guayanés, tales como los tepuyes o mesetas de arenisca. “Entre los 50 o más tepuyes de la región, los macizos de la Neblina, Chimantá, Duida-Marahuaka, Auyán-Tepui, Sipapo y Jaua son los centros más importantes del endemismo y la diversificación en especies de la región guayanesa”

PRIORIDADES DE CONSERVACIÓN
El informe señala que las prioridades definitivas para la conservación de la biodiversidad del Escudo de Guayana contemplan 41 áreas con una superficie de 1,2 millones de kilómetros cuadrados. Entre las áreas prioritarias que pertenecen a la categoría de máxima importancia biológica se encuentran los ecosistemas de tierras intermedias y altas donde se ubican los tepuyes. Mientras que las áreas referidas a la categoría de máxima presión producida por la actividad humana se encuentran a lo largo de los ríos Orinoco y Amazonas. No obstante, el informe reconoce que existen áreas sin clasificar “por la falta de exploración científica y de información disponible”. De igual forma, el informe advierte que existen áreas “relativamente intactas” que sufren menos el impacto de la actividad humana por estar ubicadas en los sectores oeste y este del Escudo Guayanés, sin embargo, prevé “que la colonización aumente a lo largo de la carretera Manaos y Puerto Ordaz”.
Con relación a la falta de información disponible, el informe identificó cuatro grandes sitios de investigación prioritaria con el fin de solventar “la deficiencia en datos”. La primera de estas áreas es el Alto Caura/Paragua en la Guayana venezolana; la segunda área está ubicada en la frontera venezolano-brasilera, Neblina/Branco, que comprende las formaciones de tepuyes situadas más al sur, en la zona conocida como Distrito Pantepui. La tercera área prioritaria comprende la frontera de las Guyanas con Brasil, Acaraí/Tumucumac; y la cuarta área de Jarí/Araguarí incluye las cuencas altas de los ríos Jarí y Araguarí así como las montañas Serra do Iratapuru y Serra do Navío. El informe asegura que “el trazado de mapas de estos sitios será de utilidad para la determinación de prioridades para futuras investigaciones”.
Lo cierto es que internarse en el Escudo de Guayana es encontrarse con los misterios y leyendas que rodean más de dos mil millones de años de antigüedad. Todo un reto para los científicos del mundo que son atraídos por uno de los lugares naturales más prístinos que aún quedan en el planeta.

PLANIFICACIÓN EN CONJUNTO
El Informe “Consenso 2002” hace referencia a la necesidad de “prever una planificación estratégica avanzada y la formulación de políticas basadas en información científica confiable para establecer criterios y principios claros que guíen las acciones futuras” por cuanto, a su entender no existe actualmente un proceso de planificación integral para el Escudo de Guayana que incorpore los aspectos biológicos, sociales, económicos y de desarrollo; ni mucho menos una planificación multinacional para su conservación. “Se van a necesitar otras estrategias y acciones relevantes durante las próximas décadas para atender las crecientes demandas de la población de la región en constante aumento y de la continua expansión de la economía mundial”. Recuerda que los tepuyes albergan los últimos reservorios de agua dulce no contaminada de los trópicos americanos, por lo que urge mantener la salud de estos ríos y hacer frente a la presión creada por la actividad minera en la región.

03 septiembre 2005

Mineros rechazan propuesta del Gobierno


Ante la propuesta del Plan de Reconversión Laboral presentada por la comisión gubernamental de alto nivel, el sector de la pequeña minería prefiere un plan alternativo para el desarrollo integral de sus comunidades

El sector de la pequeña minería no está conforme. Desde la aparición del plan de reconversión laboral, propuesto por la comisión gubernamental de alto nivel encabezada por la ministra de Ambiente y los Recursos Naturales y el ministro de Industrias Básicas y Minería, -que busca transformar a los mineros ilegales en pequeños empresarios del hierro, aluminio y madera-; son muchas las dudas que han surgido en quienes por años han ejercido una actividad que les resulta “rentable”.
Luís Gerardo Almeda, coordinador nacional del Frente Bolivariano de Mineros Revolucionarios, expresó su desconcierto ante el plan de reconversión laboral por cuanto a su juicio la mencionada comisión debió presentar un plan alternativo para el desarrollo integral de las comunidades mineras “que tiene muchos años ejerciendo esa actividad económica en el estado Bolívar”. Considera muy difícil que “de la noche a la mañana se pretenda reconvertir esa cultura que se ha venido desarrollando a lo largo de 200 años y sin la participación de las comunidades mineras representadas en las diferentes organizaciones que hacen vida activa en los sectores mineros”. Aseguró que esa misma tradición histórica es lo que ha demostrado a la pequeña minería que la actividad que ejercen es rentable.

PARTICIPACIÓN DE LAS COMUNIDADES
Antes de abordar el avión que lo trasladaría a Caracas para una reunión con la ministra de Ambiente, Almeda enfatizó que el gobierno debería impulsar un planteamiento en coordinación con la participación de las comunidades mineras e indígenas. Dejó claro que están en desacuerdo con el término de “Plan de Reconversión Laboral” porque a su entender, en el mismo no se ubicó a los mineros como actores principales del problema, además, considera que la reconversión laboral debe darse en un tiempo de transición durante el cual “se debe promover la educación para transformar la cultura del pequeño minero e incorporarlo con una nueva visión y un nuevo desarrollo que pueda derivar al sector agroalimentario, piscícola-pesquero o turístico, en el cual pudiéramos incentivar las artesanías a través de la orfebrería. Es decir en un sin fin de actividades que están correlacionadas con la pequeña minería”.
Explicó que dentro del sector de la pequeña minería existe una gran cantidad de recurso humano con capacitación técnica, profesional y cultural que puede aportar una visión alternativa que presente soluciones la crisis que, según dijo, ha venido viviendo la pequeña minería alternativa o social, nombre que se le dio en el I Congreso Minero realizado en el mes de julio en El Callao.

DAÑOS ECOLÓGICOS
Ante la decisión del Estado venezolano de paralizar la explotación del oro y diamante para priorizar la conservación de la cuenca del río Caroní por su potencial hidroeléctrico, el coordinador del Frente Bolivariano de Mineros Revolucionarios coincidió con esta medida por considerar que la cuenca del río Caroní posee toda la riqueza hidroeléctrica y acuífera que necesita el país, pero enfatizó que existe una metodología técnica y científica para ejercer la minería de balsa sin comprometer el ambiente, “y de eso pueden dar fe las experiencias de la CVG e incluso la Fundación La Salle evidenció que sí se podía ejercer la minería en agua con técnicas que no generan tanto impacto ambiental en cuanto a la depredación, que son de fácil manejo y que pueden ser controladas por parte del Estado. Lo que hace falta es que el Estado determine en dónde se aplicar esa tecnología”.
Recordó que no se pueden cerrar las puertas a una opción técnica científica, “porque de lo contrario se cerraría la visión de muchos profesionales que hoy en día están investigando cómo aplicar la tecnología en el sector minero”.
Aclaró que la planteada reconversión debe hacerse de acuerdo a un plan de manejo de las cuencas donde participen las comunidades indígenas, los grupos ecologistas, los mineros y las instituciones y de ahí sacar un provecho definitivo a ese conflicto, “que por tradición histórica se han venido violando los derechos de muchos venezolanos que también tienen derecho a la participación de esos recursos”.

APORTES POR LA CONSERVACIÓN

Dijo que una de las propuestas recogidas durante el I Congreso Minero fue la creación del Instituto Autónomo para la Preservación del Medio Ambiente, la cual fue acogida por la mayoría del pequeño minero presente en el evento. “Ese instituto crearía brigadas especiales apoyadas por el mismo minero, con el fin de ir recuperando áreas afectadas por la pequeña minería organizada y desorganizada en otros tiempos, eso sería parte del aporte. Así como la creación de un fondo para crear el Banco Minero en la región Guayana”.
Para Almeda el recurso humano y social es más importante que el oro y el diamante, y que incluso está por encima del recurso agua e hidroeléctrico; por eso le preocupa el impacto que en él va a causar la eliminación inmediata de la actividad minera, sin un plan de manejo en las cuencas de los río Caroní, Paragua Cuyuní y Aro.

MISIÓN PIAR
Por su parte, Wilman Pereira, coordinador nacional de Misión Piar explicó que han venido planteando a la comisión de alto nivel la necesidad de reubicar a la pequeña minería en áreas donde se pueda ejercer la actividad con el menor impacto ambiental posible, “y aquellas comunidades que no quieran ser reubicadas, pero que estén dispuestas a asumir otro tipo de actividad lo hagan”. Afirmó que existe un conjunto importante de mineros que estaría dispuesto, pero recordó que el Estado debe ubicar nuevas áreas para aquellos mineros que tradicionalmente vienen ejerciendo la actividad. Para el coordinador nacional de Misión Piar, el plan de reconversión laboral permitirá que los mineros tradicionales puedan tener otra opción de trabajo. Aclaró que desde la Misión Piar han firmado un convenio con el Ince que permitirá capacitar a la población minera “que nunca ha tenido asistencia por parte del Estado venezolano. Hay toda una economía en La Paragua que se estaba sustentando en ilícitos de todo tipo, en materia de combustible, tránsito de aeronaves y fluviales amén de lo que tiene que ver con la presencia de balsas y dragas permitidos por funcionarios que de manera inescrupulosa permitían que esas actividades se realizaran, pero hay una comunidad que vive de eso y hay que buscarle, bajo el marco legal, una alternativa para que se puedan desempeñar y ahí el estado debe garantizar el control”.
Lo cierto es que por los lados de El Manteco, la jocosidad guayanesa ya comenta que el plan de reconversión laboral de los mineros ilegales durará lo que tarde en “explotar una bulla”.

PLANES DISEÑADOS DESDE LOS MINISTERIOS
En la página web del Ministerio de Ambiente y los Recursos Naturales aparece reseñada la presentación del plan de reconversión laboral minera en la cual se señala que “la propuesta busca integrar a los mineros a los proyectos alternativos que han sido diseñados a través de diferentes ministerios que conforman la Comisión de Alto Nivel Ambiental”. La nota añade que con esta propuesta “se busca preservar la principal fuente de energía hidroeléctrica del país; la sustitución de la actividad minera por actividades socioproductivas alternativas; la ordenación, seguridad, defensa, soberanía del territorio y saneamiento ambiental, todo esto contemplado en los lineamientos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

Minería ilegal: ¿hacia la reconversión?


Investigadores de la UNEG, en principio, aplauden la iniciativa del Gobierno Nacional de ordenar la minería en la cuenca del Caroní, sin embargo consideran que la reconversión laboral debe responder a los modos de producción tradicional del minero, a la efectiva capacidad del Estado y al concepto de gestión ambiental

“Ni una sola balsa en el río Caroní”, fue la orden dada por el Presidente de la República, Hugo Chávez y que la ministra de Ambiente y los Recursos Naturales, Jacqueline Farías repitió durante la reunión del pasado jueves en Ciudad Bolívar donde una comisión gubernamental de alto nivel expuso los planes que diseñan para dar respuesta al grupo de 50 mil mineros artesanales que existen en la cuenca del río Caroní, según el censo realizado por la Misión Piar. Además, para que no quedaran dudas, el ministro de Industrias Básicas y Minería, Víctor Álvarez aclaró que “es un asunto de Estado”. El plan presentado supone una estrategia de reconversión laboral en la cual los mineros podrán optar a los créditos del ahora Fondo de Producción Social (antes Fondo Regional Guayana) para crear empresas que generen bienes y servicios en las áreas de aluminio, hierro y madera. Incluso, la titular de Ambiente dijo que los mineros se convertirían en “reforestadores” de las áreas intervenidas. Antes estos anuncios, son muchas las voces que se alzan, unas para coincidir y otras para disentir de un plan que no contó con la participación de las universidades de la región que tienen más de 15 años estudiando esta problemática. Una de las casas de estudios que más ha investigado sobre la minería de pequeña escala es la UNEG. Tres de sus investigadores exponen sus criterios.

EL CAMINO MÁS LÓGICO
Para Sergio Milano, antropólogo e investigador, el plan presentado por el Gobierno Nacional “es el camino más lógico”; sin embargo, dejó claro que la eliminación de la minería de cielo abierto tendrá un mayor impacto social “porque son 20 mil mineros que quedarían sin su fuente de trabajo tradicional con más de 150 años de historia”.
Por tal motivo, expone que las soluciones no pueden ser a corto plazo, “el pequeño minero se sustenta sobre elementos culturales mágico-religiosos que es donde se organiza el proceso productivo lo que implica que cambiar estos modo de producción chocarían con modos de ser, de pensar, y de organización familiar que podrían –si se contradicen- echar por tierra los planes del Estado Venezolano”.
Las experiencias que ha tenido como investigador social en el área minera de Las Claritas, Km 88 y del Bajo Caroní así lo confirman, aún más, Milano destaca la importancia del papel de la mujer en la organización familiar, “eso obliga a que el plan de diversificación económica tenga como eje a la mujer, es un elemento cohesionador del núcleo familiar. La mujer va a nuclear al niño y lo inserta en otro modo de producción al cual progresivamente se sumará el marido minero”.

TODO PLAN TIENE SU DEBILIDAD
La debilidad que observa el investigador está en los trabajos donde se insertarían los mineros: fábricas de aluminio, hierro y madera, que a juicio de Milano está fuera de su modo de producción tradicional. “No así la producción de aves y rubros agrícolas, los cuales si estarían dentro de sus tradiciones, porque la mujer lo ha hecho durante años, ellos siempre han criado patos y gallinas y siempre han producido rubros agrícolas aunque a baja escala, por eso si se incentiva ese modo de producción a escala un poco más grande, eso podría dar buen resultado”. Aclaró que aquello que no esté dentro de su marco psicológico, “corre el riesgo de fracasar”.

PRESENCIA DE UNIVERSIDADES
Sergio Milano considera fundamental el acompañamiento con las universidades donde los estudiantes de administración pueden organizar los sistemas de mercado y de participación del minero en un modo de producción que desconoce totalmente. Recordó que un trabajo suyo realizado para Edelca en el 2004 sobre las zonas mineras en el bajo Caroní explica cómo funcionan las estructuras familiares y hay recomendaciones sobre cómo deben ser las diversificaciones económicas para minimizar la participación de los mineros en actividades de minería e ir aumentando la consolidación de otros modos de producción. ¿Este trabajo habrá sido consultado para la elaboración del Plan de Reconversión Laboral para los mineros?

CAPACIDAD DEL ESTADO
Luz Delgado, investigadora del Centro de Investigaciones Ecológicas y especialista en biodiversidad aplaude esta iniciativa del Gobierno Nacional por considerar que la cuenca del Caroní es una de las más importantes del país por aportar el 70 por ciento de la energía eléctrica del país, además “el agua es un recurso no sólo energético sino humano por el derecho que todos tenemos a un agua limpia, de calidad”. No obstante, Delgado enfatizó que la actividad de la minería ilegal es un problema con muchas dificultades, entre ellas “la capacidad del Estado de asumir los problemas sociales asociados a la minería como un uso del recurso para satisfacer las necesidades básicas de los mineros”. Considera que el Estado debe asumir una acción efectiva para que la actividad minera tal como se viene desarrollando en la cuenca del Caroní derive en otros usos más sustentables “rompiendo esa cadena de pobreza y de un impacto ambiental que al final no conlleva una mejor calidad de vida sino la pérdida de un alto porcentaje de lo que más abunda en este país como es la biodiversidad”. Delgado opina que “en principio”, el plan de reconversión laboral del minero es una excelente idea, pero espera que “en realidad el Estado asuma, que el pensamiento vaya acompañado de una acción efectiva que no solamente mejore al ambiente sino que además le permita a esa gente que vive en condiciones lamentables, poder tener acceso a una mejor calidad de vida promoviendo la planificación y el manejo de los recursos de una manera sustentable”.

SENTARSE CON EL MINERO
Darío Bermúdez, investigador de la UNEG recuerda que hace 16 años el gobierno de turno implementó una medida similar, paralizando por seis meses la actividad minera con resultados muy negativos para la economía de Ciudad Bolívar. “Muchos negocios se fueron a la quiebra”. Bermúdez considera que el Estado venezolano debe ejercer un manejo y control de esta actividad garantizando un sitio con reservas probadas y promoviendo paralelamente modos de producción alternativos, pero es muy escéptico a estos “planes de reconversión” que se elaboran sin sentarse con el pequeño minero para conocer su realidad.

GESTION AMBIENTAL
Por su parte, el tratamiento de los planes que desarrollará el Ejecutivo Nacional que hace Luís Guzmán, coordinador del Centro de Investigaciones de Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Uneg, se enfoca en la concepción moderna de la gestión ambiental de los recursos naturales, en tal sentido considera que los recursos son elementos para ser utilizados en aras de procurar una mejor calidad de vida de la sociedad, por lo que a su entender, los mineros artesanales pueden seguir ejerciendo tal actividad bajo la premisa de la utilización racional de los recursos, la cual se asocia con el paradigma del desarrollo sustentable que es un concepto aceptado mundialmente.
“Un recurso minero no sólo tiene la implicación de ser una actividad de carácter social sino también tiene una implicación económica y ambiental. Si contáramos con un plan de ordenación territorial esta situación se hubiese resuelto desde hace tiempo. Pienso que la implantación de medidas articuladas, con un adecuado plan de ordenación, fundamentado en las potencialidades y limitaciones de los ecosistemas tropicales, y garantizando la transferencia de tecnología amigable con el ambiente, tecnología adecuada a nuestros ecosistemas que impida la utilización del mercurio como elemento negativo para nuestros ecosistemas acuáticos, constituiría una herramienta fundamental para solucionar este problema de vieja data”. La pregunta que todos se hacen es ¿cómo, cuándo y dónde el Ejecutivo Nacional va a implementar este plan?

02 septiembre 2005

Hacia el conocimiento de los bosques húmedos tropicales

Con el bautizo del libro “Desarrollo Sustentable del Bosque Húmedo Tropical: características, ecología y uso”, editado por la Uneg y Fundacite Guayana con el apoyo de Conservación Internacional, The Nature Conservancy y Aserradero Hermanos Hernández

Sobre los bosques húmedos tropicales se han escrito muchos libros, pero sorprende la escasa literatura en lengua castellana sobre uno de los ecosistemas más ricos del planeta. De ahí el reconocimiento a una labor titánica que culminó esta semana con el bautizo del libro “Desarrollo Sustentable del Bosque Húmedo Tropical: características, ecología y uso”, editado por la Uneg y Fundacite Guayana con el apoyo de Conservación Internacional, The Nature Conservancy y Aserradero Hermanos Hernández. El acto se llevó a cabo en las instalaciones de la Uneg en Chilemex con la presencia de tres de los cuatro autores del libro: Lionel Hernández, ingeniero forestal con amplia trayectoria en la investigación de los bosques de Guayana; Hernán Castellanos, biólogo experto en el estudio de la relación planta-animal; y Miguel Plonczak, ingeniero forestal e investigador de la ULA con estudios sobre el uso maderero y la silvicultura de los bosques. El cuarto autor es el antropólogo con amplia experiencia en botánica y ecología forestal y destacado con el Premio Nacional de Ciencia de 2002, Stanford Zent quien no pudo asistir al acto.

Libros en español

Lionel Hernández, compilador, editor y autor del libro, reconoció que a pesar de la importancia que reviste el bosque húmedo tropical en Ibero América, existen pocos libros o instrumentos didácticos sobre este tema en lengua castellana. “En lengua inglesa está casi todo escrito, pero el problema es que la información está disponible para especialistas, porque la mayoría son revistas técnicas, no son libros populares”. Destacó el autor que esta escasez de literatura en lengua castellana impide el acceso al estado actual del conocimiento sobre estos ecosistemas y a las estrategias de manejo y uso del bosque que se están desarrollando. “Si estamos tratando de llegarle a la gente y a las comunidades indígenas tenemos que hacerle llegar la información al menos en su lengua”.

Un trabajo en red
Hernández explicó que el libro es el resultado de un trabajo académico emprendido por la red “Vida y Desarrollo Sostenible” en el año 1999 a través de cursos de formación en los temas de: Desarrollo Forestal Sustentable; Internacionalización de Impactos y su Prevención; Planificación Participativa y Ecosistemas y Sociedad. La red está conformada por la Universidad de Antioquia, de Colombia, la Universidad de Kassel, de Alemania y la Universidad Nacional Experimental de Guayana y está concebida como un espacio académico “de encuentro, diálogo y reflexión sobre los problemas de implementación del desarrollo sostenible en bosques tropicales, conjuntamente con las organizaciones indígenas”. A la Uneg le correspondió dictar el curso sobre Desarrollo Forestal Sustentable cuyos resultados se ven reflejados a lo largo de los siete capítulos que componen el recién bautizado libro. Este instrumento que a juicio del investigador es un aporte didáctico que intenta introducir al lector “en el área de la ecología y el manejo de los bosques húmedos tropicales, poniendo énfasis especial en sus características biofísicas, procesos ecológicos y uso de sus recursos por parte del hombre”.
Hernández mencionó que uno de los capítulos más difíciles de realizar fue el referido a la sustentabilidad por lo que significa en sí mismo el término y cómo se puede medir e integrar las tres disciplinas que la componen: la social, la económica y la ambiental. “Estamos hablando que cada una de esas disciplinas tiene un lenguaje diferente y además intercultural, porque los campesinos y los indígenas tienen otra visión de la naturaleza y debemos llevar eso a un solo lenguaje en el que podamos, al menos, empezar a entendernos”.

Valiente participación
Al destacar la participación del Aserradero Hermanos Hernández, de Upata, en el cofinanciamiento del libro, el autor insiste en la necesidad de establecer alianzas con los distintos actores que hacen uso del recurso bosque. “El hecho de empezar a trabajar con los aserraderos es un primer paso para buscar racionalizar al máximo la explotación de madera, porque lo que si es cierto es que la madera es una materia prima imprescindible para la sociedad humana por los diversos usos que tiene. Es fuente de vida, por eso en la medida en que empecemos a trabajar con la gente que usa el bosque estaremos intercambiando conocimientos sobre cómo hacerlo mejor y cómo mantener los beneficios de los servicios ambientales y de los otros productos además de la madera”. Por su parte, el representante del Aserradero Hermanos Hernández, ingeniero Oscar Osuna explicó que uno de los objetivos de la empresa es colaborar con este tipo de actividades que van en beneficio de un gran público que necesita conocer la evolución y la dinámica de nuestros bosques. “Estamos enmarcados en la política ambiental del Estado venezolano bajo los términos de la sustentabilidad y dentro de un contexto internacional bajo la asesoría de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales”.

Acceso a la información
Lionel Hernández, editor y coautor del libro, mencionó que el texto está dirigido principalmente a estudiantes universitarios y profesores, sin embargo fue concebido para un público más amplio “como por ejemplo líderes comunitarios”. Al respecto, insiste en la importancia de promover la formación de líderes locales en ciencias ambientales y en elaborar materiales didácticos a partir del presente libro. “Tal formación la hemos iniciado en Guayana con el curso de parabiólogos en las comunidades Yekuana y Sanema en la cuenca del Caura y para el pueblo Pemón en la cuenca del Caroní.

Aún por conocer
En palabras de Lionel Hernández, la lectura de este libro inicia el camino para la discusión académica de lo que debería ser el manejo forestal múltiple sustentable, “pasar de una visión sencilla a una compleja aceptando que es un reto y un proceso que no está del todo acabado y que no sabemos cuándo va a finalizar”. Sin embargo, “se hace camino al andar”.

Aplicarán pruebas neurológicas para conocer efectos del mercurio

El grupo de investigadores conformado por Darío Bermúdez y Sergio Milano de la Uneg y Salvador Penna, de la UDO, aplicará las pruebas a un total de 34 personas seleccionadas en las poblaciones de La Paragua, El Manteco y Los Guacos

La investigación sobre los niveles de mercurio en las poblaciones localizadas en el área de influencia del embalse de Guri, que inició la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg) en 1999 llegará a su fase culminante este mes de abril de 2005 con la aplicación de las pruebas neuro conductuales en las poblaciones de La Paragua, El Manteco y Los Guacos.
El equipo de investigadores conformado por Darío Bermúdez y Sergio Milano de la Uneg y
Salvador Penna, coordinador del Grupo de Investigadores de Reproducción Humana de la UDO estará realizando durante un lapso de siete días una serie de pruebas para evaluar los síntomas y signos neurológicos de las personas objeto de estudio.
Esta investigación contó con el apoyo financiero de la Organización Internacional de Energía Atómica y el apoyo logístico de instituciones como CVG, Edelca Guardia Nacional y la Universidad Central de Venezuela.

Afectación neurológica
El coordinador de la investigación, Darío Bermúdez explicó que las pruebas neurológicas que serán aplicadas responden a los patrones establecidos por la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial, Onudi, las cuales ya fueron empleadas en otras latitudes con buenos resultados. Por su parte, el investigador Salvador Penna, resaltó que estas pruebas han sido estandarizadas previamente para “detectar el compromiso o el daño que pudiera ocurrir a nivel del sistema nervioso central, es decir el cerebro, afectando algunas funciones como la visual y la coordinación motora, que se refiere a los movimientos”.
“El problema del mercurio es que como es un metal que –dependiendo de la especie química con la que esté en contacto la persona, puede pasar directamente al cerebro y atravesar membranas como la placenta afectando así las funciones corporales tanto de la madre como del feto y eso se puede manifestar desde el punto de vista neurológico”.
Por otra parte, el antropólogo Sergio Milano, encargado de realizar el estudio socio económico de las poblaciones estudiadas, añadió que la selección de las 34 personas escogidas para aplicarles las mencionadas pruebas se basó en el muestreo intencional “porque son gente que mostraron ciertos síntomas de intoxicación por mercurio, de ahí que ellos van intencionalmente a la prueba para conocer su capacidad motriz”.
La selección de la muestra se hizo en el año 2001 cuando se eligieron dos grupos: el “expuesto” integrado por 50 personas de El Manteco, 34 de La Paragua y 13 personas de Los Guacos; y un segundo grupo “no expuesto” de personas escogidas en la misma universidad. Los criterios de inclusión para el grupo “expuesto” se basaron en las siguientes premisas: las personas tenían que tener más de un año en la zona; no podían consumir pescados provenientes del mar; sólo podían comer pescado del reservorio de Guri o de sus ríos tributario; tener una edad comprendida entre los 15 y 25 años; y tener un índice de masa corporal entre 18,5 y 29, 9 kilogramo por metro cuadrado. El grupo “no expuesto” debía cumplir todo estos requisitos a excepción de no comer pescado proveniente de Gurí o de los ríos tributarios. Del total de personas evaluadas, 34 fueron seleccionadas para aplicarles las pruebas neuro conductuales por presentar 6 o más partes por millón de mercurio en el cabello.

Pruebas específicas
Antes de aplicar las pruebas específicas, los investigadores realizarán un cuestionario que registra el estado de salud en general de la población seleccionada así como también un segundo cuestionario para conocer el tipo de exposición al mercurio, es decir no sólo si la persona está expuesta a los vapores producto de la minería sino también si consume pescado del embalse de Guri. Posteriormente, se emplearán las pruebas específicas que consisten en un examen clínico neurológico en el cual van aplicar pruebas de motricidad y de dominio sensorial, en la cual se incluyen la sensibilidad de contraste visual y la agudeza visual. Explicó Bermúdez que las primeras son pruebas de dominio cognitivo motor como la prueba de Santana que requiere un tablero especial, un cronómetro y un formulario de registro. “Con este tablero de 48 piezas marcadas con dos colores, blanco y negro, el paciente debe colocar las piezas con las dos manos haciendo un giro de 180 grados y colocar el negro hacia arriba y viceversa. Se mide en 30 segundos cuántas piezas puede girar correctamente”.
También realizarán el examen neurológico cuantitativo de Panicea, que graba con una cámara a los pacientes mientras están sentados haciendo los movimientos indicados por el examinador, de forma tan rápida y precisa que pueda. De igual forma, estiman cumplir con la prueba del tamborileo, en la cual un aparato evalúa la rapidez motora y de coordinación del paciente mediante un movimiento repetitivo rápido del dedo índice de ambas manos por un tiempo determinado. “En ambos casos, si la persona está expuesta continuamente a vapores de mercurio eso va al cerebro y afecta igual que si consume pescado con metil mercurio. Son los mismos signos y síntomas neurológicos. Pero para una persona que consume continuamente pescados carnívoros (como la payara y el pavón) se ve afectado, principalmente, en la motricidad y en la agudeza del habla”. Con estas pruebas, el investigador de la Uneg espera conformar una base de datos para futuras investigaciones en esta materia.

Resultados presentados en 2003
Los resultados de la investigación presentados en el año 2003 evidenció que la concentración de mercurio promedio en los pescados provenientes del reservorio Guri fue de: 0.19 microgramo por gramo de mercurio en 33 muestras de Coporo; 1.33 microgramo por gramo de mercurio en 18 muestras de Pavón y en la Curvinata fue de 2.50 microgramo por gramo de mercurio. El índice máximo permitido por la Organización Mundial de la Salud es de 0.5 microgramo por gramo de mercurio, y si éste se encuentra en su forma tóxica, como metil mercurio, debería consumirse en menos de 0.2 miligramo a la semana.
Por su parte, los parámetros estadísticos con relación al contenido total de mercurio en los cabellos, reflejó que la población de Los Guacos presenta los niveles más elevados con 12.2 microgramos por gramo; mientras El Manteco registró 2.07 microgramos por gramo y La Paragua 5.21 microgramos por gramo de mercurio.
Sin embargo, a pesar de estos resultados, el coordinador del estudio, Darío Bermúdez dijo en aquella oportunidad que los valores de mercurio encontrados no eran “para alarmarse”, sino más bien indicadores de la necesidad de iniciar un programa de orientación en cuanto al consumo de peces, fundamentalmente en las mujeres embarazadas y en los niños de las poblaciones aledañas al embalse.

Orquídeas: una flor solidaria



Llegar a la residencia de Doña Luisa Ridolfi es penetrar una selva de orquídeas y deleitarse con los aromas y colores de las cientos de Cattleya alba, cattleya luddenmaniana, vanda sanderiana, cattleya violácea, brassi “araña”, phalaenopsis, y tantas otras que plenan su jardín. Nos confiesa que su eterna juventud se debe a ellas.
Doña Luisa integra una de las 14 sociedades de orquideología de los diferentes estados del país y una venida del estado fronterizo Roraima, de Brasil, que cada año se reúnen para deleitar a más de uno en la Exposición Nacional de Orquídeas.

Un arte que es ciencia
En medio de este jardín de orquídeas, el presidente de la Sociedad de Orquideología del Caroní, Jesús Díaz, explica que la orquideología pertenece a una rama de la horticultura, que es un arte dentro de la agricultura tanto para el cultivo de las plantas hortícola –comestibles-, como ornamentales. “Dentro de ésta última se encuentran la floricultura y la orquicultura, que también le llaman orquideología, que no es más que el estudio de una de las familias mas evolucionadas de plantas que existen, dentro del reino vegetal”.
Las orquídeas son plantas con flores que pertenecen a la familia Orchidaseae caracterizada por presentar la mayor variedad de flores que hay. Cuenta con alrededor de 25 mil especies de variados colores y tamaños en todo el mundo.
Díaz aclara que la orquídea exhibe “una serie de elementos evolutivos que conllevan a que sea la más avanzada desde el punto de vista de reproducción, de dispersión en el mundo, de lograr que la polinización de sus partes femeninas y masculinas en base a una serie de elementos que ha ido creando y adaptándo al ambiente para que la puedan polinizar los pájaros, el viento, los insectos, la lluvia”. La orquídea posee unos pseudobulbos o rizomas –especie de tallo, al lado de la hoja- donde conservan los nutrientes, que le permiten contrarrestar el ambiente. “Esto la ayuda a preservar y mantenerse mientras pasa la época más desfavorables para ellas, que es cuando están estresadas”.
Cuando la orquídea se prepara para un nuevo brote, empieza a traslocar todos los elementos viejos de la planta hacia la parte nueva, “con esto logra que la planta aunque no tenga nutrientes en el ambiente pueda ir creciendo más adelante y echar semillas”.

No son parásitas
Con relación al cultivo de las orquídeas, Díaz enfatiza que es distinto al resto de las plantas que se conocen. “Las raíces de la orquídea parecen esponjosas a través del cual absorbe humedad del ambiente y distintos tipos de gases como el nitrógeno, hidrógeno y cuando llegan las lluvias, se deleitan captando otros nutrientes como el potasio, calcio, fósforo”.
El especialista explica que a diferencia de otras plantas, las orquídeas no se dan en tierra, “la mayoría son epífitas, es decir que viven sobre otros árboles, no son parásitas, ellas viven como huésped del árbol a fin de sujetarse de ahí. Ellas toman su alimento del ambiente, tanto del aire como lo que puede escurrirle de las lluvias, pero no están en la tierra. Si tomas una orquídea epífita y la siembras en tierra muchas plantas se mueren porque los hongos dañan sus tejidos”.

Cuidado que requiere observación
Aunque pareciera que hay que dedicarle muchas horas al cuidado de esta planta, el experto en orquídeas comenta que del 100 por ciento de atención que merecen, el 80 por ciento es observación. “Te levantas en la mañana y comienzas a regar tus matas, al observar que una de ellas tiene algo raro, simplemente la apartas, para después cuidarla. En ese riego va incluido fertilizantes, fumigantes, técnicas y trucos especiales”.
Entre los trucos, se encuentra el de la melaza combinada con agua, que siempre aplica Doña Luisa cuando asiste a una exposición o cuando observa que sus orquídeas están marchitas. La melaza le aporta los nutrientes necesarios que contribuyen con su crecimiento.

Apreciada a lo largo de la historia
Las orquídeas han sido admiradas por diferentes civilizaciones. Se sabe que los Chinos cultivaron algunas especies; los griegos las conocían, pues fue Teofrasto, discípulo de Aristóteles quien le dio el nombre de Orquídeas (orchis=testiculo) debido a la forma de sus pseudobulbos. En Venezuela existen entre 2.000 y 3.000 especies de las cuales, una sola representa la flor nacional, conocida como flor de mayo, la cual suele encontrarse a lo largo de la Cordillera de la Costa hasta el monte andino.

Atención en 5 pasos
1.- Luz y sombra: en abundancia, pero no sol directo
2.-Aireación: el movimiento del aire es esencial, en especial cuando aumenta el sol y la temperatura
3.-Riego: en abundancia tanto en el crecimiento como en la floración
4.-Siembra: en potes de arcilla, aunque tienen una alta capacidad de adaptación
5.-Abono: ligero, el de 20-20-20 una vez a la semana y en poca cantidad. Se recomienda fumigar y después lavar la planta.

Estación Parupa: Aliada de la ciencia

Ningún aspecto del ecosistema de la Gran Sabana se escapa del interés de los investigadores que encuentran en la Estación Científica Parupa el centro de apoyo para sus experimentos

A 27 kilómetros del cruce Luepa Kavanayen, en la carretera hacia Santa Elena de Uairén, entre árboles de pino emerge uno de los sitios más reconocidos en Latinoamérica dedicado a la investigación y al conocimiento de la cuenca alta del río Caroní y de la Gran Sabana, región de importancia mundial para la humanidad y como potencial hidroeléctrico del país.
La Estación Científica “Parupa”, bordeada por el río que lleva su nombre, fue creada en octubre del año 1993 por la Corporación Venezolana de Guayana y Edelca con el objetivo de “promover las investigaciones en la cuenca del río Caroní, la formación de recursos humanos locales y la difusión de información para sentar las bases necesarias que aseguren la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales”. Fue concebida como un centro interdisciplinario a la disposición de la ciencia, de ahí que cuenta con una infraestructura dotada de laboratorios, biblioteca, estación meteorológica, equipos de comunicación, vivero, entre otros, necesarios para la ejecución de los proyectos.
Adscrita a la dirección de la Secretaría Ejecutiva Autoridad Gran Sabana, Parupa viene desarrollando investigaciones en las áreas de protección ambiental, manejo de recursos naturales, recuperación de áreas, investigaciones ecológicas a largo plazo, desarrollo social y consolidación de comunidades y proyectos de educación ambiental. Actualmente, han finalizado un total de 10 proyectos de investigación y se encuentran en ejecución igual cantidad de trabajos científicos que vendrán a contribuir con el conocimiento de una de las regiones más frágiles y menos conocida del planeta. Todo un reto para la investigación.

Proyectos en práctica
Uno de los proyectos en ejecución busca medir los efectos de las continuas quemas a las que son sometidas las sabanas de la cuenca alta del río Caroní. Esta investigación, titulada “Caracterización de combustible y comportamiento del fuego en el impacto del régimen de quemas en sabanas”, la lleva a cabo el Laboratorio de Ecología Vegetal de la Universidad Simón Bolívar. En esta misma línea se encuentra el trabajo que realiza el IVIC sobre los “Cambios en diversidad de especies, estructura y biomasa vegetal a lo largo de un gradiente bosque-sabana” y el proyecto de la Universidad Simón Bolívar que contempla el estudio de la “dinámica sabana-bosque actual y pasada, así como la influencia del fuego sobre la evolución y posible destino de las comunidades boscosas de la Gran Sabana”.

Plantas restauradoras
“Propagación de especies vegetales autóctonas de la Gran Sabana bajo condiciones controladas”, es la investigación que coordina CVG, Fundacite Guayana y la Estación
Científica Parupa con el objetivo de evaluar la capacidad de adaptación de las plantas que fueron transplantadas en las áreas degradadas de sabana, previa caracterización y selección de especies vegetales. Incluso, los resultados de la caracterización evidenció 33 posibles especies para ser utilizadas como plantas restauradoras de dichas áreas.
Otro de los trabajos que reviste mayor importancia es el que desarrolla conjuntamente el IVIC y la Universidad Simón Bolívar, el cual persigue estudiar las “Interacciones atmósfera-biosfera en la Gran Sabana”. Una investigación minuciosa de la composición química de la atmósfera de la región con medición de gases en la Estación Científica Parupa, Luepa, Yuruani y Kavanayen.

Hongos y helechos
El trabajo sobre la “Sistemática molecular y morfológica de hongos presentes en las sucesiones fúngicas descomponedoras de madera de bosques tropicales” reviste especial relevancia por la poca información que se tiene de la vida biológica de los hongos (micobiota) presentes en la Gran Sabana. El estudio de los hongos sobre los troncos de árboles caídos que realiza la Universidad Simón Bolívar es significativo por la acción descomponedora de estos microorganismos sobre las ramas, troncos y hojas que contribuyen con la pérdida excesiva de nutrientes tan necesarios en los suelos tan pobres de la Gran Sabana.
En ese “mosaico de vegetación” que es la Gran Sabana, donde predominan los bosques y las sabanas, los helechos constituyen motivo de interés para el Laboratorio de Ecología Vegetal de la Universidad Simón Bolívar, de ahí que se propuso el estudio de las características fotosintéticas y morfoanatomía foliar de esta especie que se encuentran a lo largo del gradiente sabana-helechal.

Nitrógeno
El nitrógeno es uno de los principales nutrientes en todo ecosistema por ello el Laboratorio de Química Atmosférica del IVIC realiza investigación para conocer los “Compuestos de nitrógeno orgánico solubles en la Gran Sabana”. La investigación señala que hasta los momentos, los estudios realizados sobre la composición química de la materia orgánica y las aguas de ríos se han dirigido al contenido del nitrógeno total y el nitrógeno inorgánico, pero no determinando el nitrógeno orgánico disuelto, el cual “juega un papel importante en el ciclo de este nutriente en los ecosistemas” y es el objetivo de este trabajo de investigación.

Especie nueva
El IVIC realiza otra investigación sobre el “Análisis molecular del género Scutelospora”, una especie de hongo micorrizo no cultivable en condiciones de invernadero que abunda en la Gran Sabana y que por sus características morfológicas únicas puede ser considerada una especie nueva para la ciencia.

Termitas
En los alrededores de Parupa existen nidos de una especie de termitas o comejenes que llamaron la atención de los investigadores de la Universidad Simón Bolívar por su abundancia y distribución en este ecosistema. Así nace el proyecto para el estudio de la “Ecología y comportamiento de algunas especies de termitas en la Gran Sabana”.
Entre las necesidades de investigación, la Estación Científica Parupa plantea: estudios de los cambios ecológicos a largo plazo en los ecosistemas de sabana y bosque y la evaluación de la productividad de los ecosistemas del Parque Nacional Canaima; evaluaciones ecológicas de los recursos de fauna y peces; y evaluación de la relación hombre-naturaleza.
Ningún aspecto del ecosistema de la Gran Sabana se escapa del interés de los investigadores que encuentran en la Estación Científica Parupa el centro de apoyo para continuar en la búsqueda del conocimiento de la dinámica de este complejo hábitat.

Sinergia institucional
La Estación Científica Parupa ejerce una función primordial como soporte a los investigadores gracias al convenio firmado entre Inparques, Fundacite Guayana, Uneg y CVG. Forma parte de la Red Venezolana de Investigaciones Ecológicas a Largo Plazo y a su homóloga Latnoamericana. Además cuenta con el apoyo y la participación de CVG Edelca, una de las empresas más interesadas en la conservación de la cuenca alta del río Caroní

01 septiembre 2005

¿Qué hacemos con la basura?


Para la mayoría de la gente la basura es un estorbo, algo del cual hay que deshacerse, sin detenerse a pensar que esos residuos “son nuestros”, de ahí que el problema de la basura es un asunto de corresponsabilidad

El ruido del camión a lo lejos, le indicaba que debía recoger la basura; pero la vecina pensó que aún le quedaba tiempo para terminar el capítulo de la novela. Cuando el ruido se hacía ensordecedor, salió corriendo y dejó tirada la bolsa con los desperdicios del día sin percatarse que el camión recolector ya había pasado, dejando ese olor nauseabundo que invade nuestro ambiente por un buen rato. ¿Qué hacemos con la basura? Es la pregunta que nunca se formula, porque para la mayoría de la gente la basura es un estorbo, algo del cual hay que deshacerse, sin detenerse a pensar que esos residuos “son nuestros” y como tal, existe un sentido de corresponsabilidad que no se puede eludir. Por Ley, las alcaldías están en la obligación de garantizar un servicio de aseo urbano eficiente, pero de igual forma la Ley añade que para lograr un ambiente libre de contaminación, el Estado debe contar “con la activa participación de la sociedad” (artículo 127 de la Constitución). La pregunta a formular es ¿Cómo participar en la solución de un problema que nos compete a todos?

Deudas que pesan
El primer paso se dio la tarde de este viernes cuando se llevó a cabo el taller sobre desechos sólidos en el auditorio de Almacaroní donde participaron representantes de las distintas parroquias que conforman el municipio. El director de Servicios en Concesión de la municipalidad, Rafael Zerpa explicó la situación actual que enfrenta la municipalidad en cuanto a la recolección y disposición final de la basura y planteó las acciones que emprenderá el gobierno municipal. Según las estadísticas presentadas, cada día se deposita un promedio de 660 toneladas de basura en el relleno sanitario de Cambalache. De estas 660 toneladas de desechos y residuos sólidos, 260 toneladas por día son generadas en Puerto Ordaz y 400 toneladas diarias provienen de San Félix. Toneladas de desechos que van aumentando al igual que la deuda que se mantiene con las operadoras del servicio de aseo, lo que a juicio del funcionario de Almacaroní, han ocasionado la mala prestación del servicio. Añadió que la deuda con las dos empresas operadoras, Sabenpe y Lime, alcanza los 25 millardos de bolívares, “por supuesto, tienen una depreciación de sus equipos bastante alta en función de que no ha habido una reinversión en sus equipos”. Adicional a este problema, recordó que existe un número importante de la población que no cancela el servicio de aseo urbano, el cual espera por un ajuste de tarifas en un 15 por ciento que desde el año 2004 fue decretado por el Ejecutivo.
Asimismo, dijo que tanto las ordenanzas municipales de aseo urbano como el catastro están desactualizados. Además del colapso del relleno sanitario sin ningún tipo de control sobre los gases y los lixiviados que se producen por la descomposición de los desechos. Lo anterior, aunado a la escasa cultura ambiental de los habitantes de Ciudad Guayana avizora una tarea nada fácil para la municipalidad.

Acciones municipales
Entre las acciones que se dispone a emprender la municipalidad para enfrentar el problema de la basura, Zerpa señaló que es necesario normalizar la frecuencia de la recolección de los desechos, “que las personas sepan los días de recolección para que sepan de que manera van a disponer adecuadamente sus desechos”. Asimismo, tienen previsto la actualización de la ordenanza municipalidad en materia de sanciones, “de manera de ir dándole orden a la disposición inadecuada de los desechos sólidos”. De igual forma, se plantean el diseño y puesta en funcionamiento de programas de medios y campañas de concienciación ciudadana, por cuanto “es fundamental para el éxito de un sistema de gestión de desechos sólidos”; así como también un plan piloto de recolección selectiva “que es la separación de los materiales aprovechables de manera que las comunidades sepan la frecuencia de la recolección de estos residuos por sus viviendas”.
Zerpa indicó que entre los planes se encuentra el diseño y construcción de parques de acopio y separación de materiales para recibir todos los materiales que son separados de la basura común y que son recuperables, tales como plástico, papel cartón, materia orgánica, vidrios, metales, aluminio etc.
También contemplan el diseño y construcción de centros de transferencia de residuos y desechos sólidos, “lo que permitiría disponer los desechos de manera temporal para acortar las distancias entre las rutas de recolección y el sitio de disposición final”. Finalmente, Almacaroní trabaja en la reubicación, diseño y operación de un relleno sanitario que estaría ubicado en la zona de El Pinar, en el kilómetro 17 de la autopista Puerto Ordaz-Ciudad Bolívar.

Participar es la consigna
Para muchos vecinos presentes en el taller, como Apolinar López de la parroquia Unare I, el problema de la basura se resolverá cuando “la gente vea a la basura como una oportunidad de negocios”. Una consigna aplaudida por todos. Otros, como la conocida artista Edith Salcedo, recomendaron instalar mesas de discusión sobre el problema de la basura en cada comunidad, mientras que la mayoría insistía en la necesidad de iniciar campañas informativas y de educación ambiental a través de los medios de comunicación social. Lo cierto es que la comunidad manifestó su preocupación y su disposición a participar en la solución del principal problema ambiental no sólo de Ciudad Guayana, sino del país, según la encuesta realizada por la organización ambientalista Vitalis en 2004.

Basura costosa
El aseo urbano es el servicio que más costo le genera a cualquier gerencia municipal y Caroní no es la excepción. La alcaldía paga a la empresa recolectora 78 mil 500 bolívares por tonelada de basura servida que deposita en el relleno de Cambalache, lo que multiplicado por 660 toneladas que se recogen diariamente, da un saldo de 51 millones 800 mil bolívares diarios que la municipalidad debe cancelar a Sabenpe. Sólo el 28 por ciento de la población cancela el servicio de aseo urbano. El restante 72 por ciento es subsidiado por la alcaldía. Actualmente, la municipalidad tiene una deuda con las empresas recolectoras, por el orden de los 25 millardos de bolívares.

Un cuento real
“Todo comenzó hace muchísimos años cuando a un hombre, le sobró algo de lo que estaba haciendo y lo botó. Así nació la basura, pero resulta que la basura crecía y crecía. Obstaculizaba el tránsito y la gente ya no podía salir de su casa… La ciudad había desaparecido bajo la basura”. Un cuento que nos alerta sobre la necesidad de promover una conducta que permita alcanzar mayores niveles de calidad de vida, donde la responsabilidad por nuestro ambiente sea asumida de forma participativa por los distintos actores involucrados: habitantes, municipalidad e industria.

Corredor Ribereño del Bajo Orinoco: hacia su conocimiento


Ecosistemas sometidos a fuertes presiones, alta contaminación en su margen derecha durante la temporada de aguas altas, uso de plantas medicinales, son algunos de los resultados de la investigación de la Uneg

¿Cómo se quiere lo que no se conoce?. Un ejemplo claro es lo que observamos a diario en una región tan privilegiada como Guayana donde vivimos a espaldas del majestuoso Río Orinoco.
No conocemos las inmensas potencialidades que ofrece el río padre y la rica biodiversidad que alberga a lo largo y ancho de su cauce. Entonces, ¿cómo quererlo?. Pero el empeño de investigadores como Judith Rosales, del Centro de Investigaciones Ecológicas Guayana de la UNEG, ha hecho posible reencontrarse con la ribera del Orinoco, luego que en el año 2002 comenzara a coordinar el proyecto Corredor Orinoco, el cual forma parte del subprograma Orinoco, una estrategia del programa interinstitucional de Fundacite, BioGuayana, y la UNEG, para la conservación de la biodiversidad de la región.
Cuenta con el apoyo de la Fundación La Salle y el Jardín Botánico de Ciudad Bolívar. Los recursos fueron gestionados por Fundacite y ascienden a 60 millones de bolívares.
Judith Rosales explicó que el objetivo fue estudiar las características relevantes en el corredor ribereño del Bajo Orinoco, entre Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana “con la finalidad de producir la base científica para la conservación y manejo de la biodiversidad y conocer las funciones de los ecosistemas de este paisaje ribereño”.
Para lograr este objetivo, Rosales comentó que se dividió el corredor ribereño en cinco paisajes funcionales, realizando un trabajo de campo durante los años 2003 y 2004 para abarcar las distintas fases de crecidas del río: aguas altas y aguas bajas. Las variables tales como: vegetación ribereña y suelos asociados, calidad de las aguas y sedimentos ribereños, aves, actividades socioeconómicas, percepción del ambiente ribereño, poblamiento, potencialidad de ecoturismo fluvial, necesidades de restauración; fueron analizadas espacialmente con apoyo de un sistema de información geográfico.

Avances del proyecto
El estudio de los paisajes ecológicos, uso de la tierra y prioridades de conservación en el corredor ribereño Bajo Orinoco, realizado por Militza Rodríguez Sojo y Judith Rosales “determinó que estos ecosistemas están sometidos a fuertes presiones por diversas actividades económicas y el crecimiento poblacional de las principales ciudades como Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana”. Hasta el momento se tienen identificadas siete categorías de usos y coberturas de la tierra, de las cuales el 26,34 por ciento son de sabana y 21,37 por ciento son de bosques. “La menor proporción (0.52%) está constituida por áreas descubiertas (suelo desnudo)”.

Bosques del corredor ribereño
Los resultados preliminares del estudio de los bosques inundables del Corredor Ribereño en el Bajo Orinoco, realizado por Wilmer Díaz y Judith Rosales arrojan que la familias: Euphorbiaceae, Fabaceae, Caesalpiniaceae, son las más importantes así como las especies como el caramacate negro (Piranhea trifoliata), Cordia sp., Swartzia sp. y Ocotea sp. “Hasta el momento, la composición florística dominante corresponde a bosques inundables”.

Avifauna
El estudio sobre la variación espacio-temporal en la composición de la avifauna del Corredor Ribereño del Bajo Orinoco, elaborado por Sara Leal, Hernán Castellanos, Rosauro Navarro, Oly Angulo y Judith Rosales, ha identificado un total de 237 especies de aves, distribuidas en 15 órdenes y 38 familias. Pudieron observar que las aves que se nutren principalmente de insectos (insectívoros) tienen mayor presencia durante la estación de aguas altas y bajada de aguas del Orinoco; mientras que aquellos que se alimentan de animales y de granos (granívoros) son más comunes durante aguas bajas.

Bacterias
Los investigadores Asmine Bastardo, Héctor Bastardo y Judith Rosales han encontrado los más altos niveles de contaminación bacteriana en los tres sectores del Orinoco estudiados durante la época de aguas altas. El estudio sobre la variación de las bacterias coliformes totales y fecales en el Bajo Río Orinoco evidenció una alta contaminación en su margen derecha durante la temporada de aguas altas “en sectores donde se ubican Ciudad Guayana y su zona industrial y la población de Los Castillos de Guayana”.
Mientras que en la misma época, en la margen derecha, a la altura de la población El Almacén, antes de Ciudad Bolívar, “los niveles de coliformes totales y coliformes fecales fueron muy bajos lo cual coincide con la ausencia de actividades industriales y poblaciones capaces de modificar con sus descargas la calidad de las aguas en este sector”.

Metales en el fondo
Las lagunas Las Arhuacas, ubicada cerca de la isla de Mamo, sector Las Galderas, Los Cardonales, ubicada en el sector Cambalache e influenciada por las lagunas de los lodos rojos de la empresa CVG-Bauxilum y la laguna Los Caribes, ubicada en el sector industrial Matanzas, entre las empresas CVG-Venalum, Cementos Guayana y CVG-Bauxilum, fueron estudiadas por los investigadores Narayan, Sánchez y Rosales, para determinar las cantidades de aluminio, hierro, plomo y cromo en sus sedimentos.
“En los resultados preliminares de los parámetros físico-químicos de las tres lagunas se observaron variaciones bien definidas en los diferentes períodos que conforman el ciclo hídrico del río Orinoco y sus planicies de inundación”.

Potencial turístico
Es innegable el valor turístico del Río Orinoco, pero la investigadora María Isabel Blanco Quintero quiso ir más allá en el estudio del potencial turístico del área. Se dedicó a estudiar “la estacionalidad del ecosistema ribereño del Bajo Orinoco como un factor para evaluar el potencial turístico del área y proponer potenciales productos eco turísticos asociados al río para un desarrollo local sustentable”. Los resultados obtenidos evidencian que el paisaje a lo largo de los 71.988 km2 que cubre el Orinoco entre los poblados El Almacén y Los Castillos de Guayana nunca será el mismo. Quintero observó que la dinámica estacional del río, genera cambios en la planicie de inundación. “Los recodos, las lagunas del complejo orillar y las islas son igualmente cambiantes, pues siempre hay nuevos aportes de sedimentos que se depositan y le dan una configuración nueva en cada estación, un nuevo paisaje”.
Asimismo, Quintero analizó la belleza escénica del Corredor Ribereño del Bajo Orinoco como servicio ambiental. “Esta imagen del río y su belleza paisajística cambiante, es un recurso turístico que debe ser estudiado y valorado económicamente para su conservación”. La especialista propone la comunidad junto con los organismos públicos y privados “deben garantizar a través de un fideicomiso destinado al pago por servicios ambientales para asegurar su conservación. Se puede deducir que valorar la belleza escénica del corredor ribereño del bajo Orinoco, es un medio para su sostenibilidad. Este servicio ambiental puede estimular aún más el turismo fluvial sustentable a lo largo del Corredor”.

Plantas medicinales
El uso de las plantas con fines medicinales por parte de las comunidades cercanas a la ribera del río Orinoco fue otro aspecto analizado por los investigadores Janneth Rueda y Judith Rosales quienes realizaron entrevistas semi estructuradas abiertas a una muestra de 75 pobladores de El Almacén, Ciudad Bolívar, Las Galderas, Ciudad Guayana y Los Castillos de Guayana. Se pudo constatar que 131 especies de plantas tienen un alto valor utilitario, “de las cuales 90 pertenecen a la flora característica del bosque ribereño”, por lo que las investigadoras sugieren profundizar en el conocimiento de estas especies en beneficio de la población ribereña.

Investigación de la Uneg confirma alta contaminación en las lagunas Macanillal y Punta Cuchillo










El monitoreo se realizó el pasado 22 de noviembre de 2005 en las lagunas rebalseras ubicadas en la zona industrial Matanzas y este fin de semana el Marn estaría coordinando una inspección en el sector

La coloración roja de las aguas inquietó a la estudiante del postgrado de Ecología. Ese lunes 22 de noviembre de 2005, Aracelis Narayán se dispuso a realizar un análisis de agua y sedimentos en las lagunas ubicadas en el sector industrial de Matanzas como parte del trabajo de grado que lleva a cabo en el marco del Proyecto Corredor Ribereño del Orinoco que desde hace dos años viene desarrollando la Universidad Nacional Experimental de Guayana bajo la coordinación de la investigadora Judith Rosales. Sus grandes ojos no daban crédito a lo que veía. En año y medio que llevan monitoreando estas lagunas, no habían registrado valores tan altos de pH y conductividad, parámetros cuyos valores normalmente se encuentran más altos en el Orinoco en aguas bajas (8.5, 70 respectivamente), pero no a niveles tan altos, lo que sugiere que alguna descarga de sustancias químicas está modificando la calidad natural de las aguas generando así un grave problema ambiental.
Narayán explica que las condiciones de las lagunas monitoreadas están elevadas por encima de los parámetros que establece el Decreto Nº 883 (Noviembre 2004). “Los sistemas naturales acuáticos deben tener un pH neutro (cerca de 7), pero en cambio para estos dos sistemas de lagunas se encuentran pH entre 9 y 12”.

Lagunas afectadas
Narayán es licenciada en Química, egresada de la Universidad Central de Venezuela y actualmente realiza una maestría en Ciencias Ambientales, mención Ecología Aplicada. Su trabajo consiste en monitorear las lagunas Macanillal o Caribe ubicadas en el sector industrial de Matanzas, entre las empresas Venalum, Bauxilum y Cemex; y la laguna Punta Cuchillo ubicada en el sector de Cambalache frente al relleno sanitario y las lagunas de lodos rojos de Bauxilum. La tercera laguna objeto de estudio (Arahuacas cercana al centro poblado Las Galderas) se encuentra en un sector donde no hay ningún tipo de intervención industrial lo que permite evaluar las diferencias que se encuentran con respecto a las lagunas Macanillal y Punta Cuchillo.
La especialista en Química detalló que en el último monitoreo efectuado el pasado 22 de noviembre se evidenció que la laguna Caribe o Macanillal es la más afectada mostrando valores muy por encima de lo normal, específicamente se registró un pH de 11.98, cuando los valores máximos referidos para este tipo de cuerpos de agua en el Decreto Nº 883 es de 8.50; por su parte, la laguna Punta Cuchillo registró un pH de 9.07 “y una coloración roja de sus aguas”.
“Es importante mencionar que el incremento de este parámetro tan drásticamente en un sistema de aguas lénticas (lagunas) produce un trastorno o alteración de la dinámica natural ocasionando mortandad de peces por toxicidad y deposición de metales en el fondo de la laguna”. Incluso, la investigadora anunció que en ambas lagunas se han observado peces con hemorragias.
La investigadora presume que por la proximidad a la zona industrial Matanzas las aguas de las lagunas presentan un pH tan alto, lo que implica que “debe estarse introduciendo hidróxido de sodio, conocido a nivel industrial como soda cáustica, dentro de estos sistemas. El hidróxido de sodio es un compuesto sumamente tóxico, produce irritación en la piel y hasta se puede formar tumores cancerígenos si lo tienes en muy altas concentraciones”.

Un pH neutro
El pH del agua determina la solubilidad y disponibilidad biológica de importantes componentes químicos tales como nutrientes, fósforo, nitrógeno, carbono y metales pesados. Si el pH es muy ácido significa que estos componentes pueden solubilizarse (disolverse) en el agua aumentando su concentración hasta niveles que pueden ser dañinos al medio ambiente; en caso contrario, si el pH es básico se produce una precipitación de algunos de esos elementos al fondo de las lagunas pudiéndose incorporar a la cadena alimenticia a través de los organismos bentónicos que viven en el fondo de la laguna.

Conductividad
Otro de los parámetros analizado fue la conductividad, que indica el nivel de las sales disueltas en agua. Narayán explicó que aunque la norma no es muy explícita en cuanto a los valores mínimos y máximos de este parámetro, tomaron como línea base los valores de la laguna de control (Arhuacas en Las Galderas) que presenta una conductividad de 40.1 “valores muy bajos comparados con las lagunas con alteraciones industriales”.
El valor más alto que se registró correspondió a la laguna Caribe o Macanillal, con 3.010 mS/cm de conductividad, lo que a juicio de la estudiante de la Uneg “es un claro indicativo de que existe una fuga de desechos industriales hacia esta laguna”.
Estos valores reportados en la mencionada laguna pertenecen al periodo de bajada de aguas (inicio de la sequía), específicamente durante el mes de noviembre de este año.
“Las planicies de inundación de los ríos son grandes reservorios de nutrientes, aquí se deposita la mayor parte de los sedimentos trasportados por el río”, por lo que Narayán advierte de la necesidad de un mayor manejo y control de los desechos producidos por las empresas básicas y privadas a fin de preservar estos ecosistemas.
Este es el primer paso del Proyecto Corredor Orinoco, monitorear y ver en qué condiciones se encuentran estos ecosistemas para luego en una segunda fase, estudiar los procesos de bioacumulación que aparentemente se están suscitando en los mismos y pueden tener efectos en la cadena trófica, incluyendo al hombre.

Respuesta del Marn
Ante los resultados de esta investigación, el director estadal de Ambiente, Inocencio Soto instruyó al área administrativa Bajo Caroní, a cargo del ingeniero Homero Mejías, para coordinar conjuntamente con la Guardia Nacional y la Fiscalía un monitoreo este fin de semana en las lagunas de Macanillal y Punta Cuchillo y constatar la veracidad de la información reportada. Recordó el titular de ambiente en el Estado que uno de los componentes que hace falta para procesar este tipo de muestras es el laboratorio analítico ambiental, que no existe en la zona por lo que “es una perentoria necesidad para Guayana”.

La sarrapia: árbol emblemático de Guayana


  • Los bosques de Guayana, desde el Guayapo hasta las montañas orinoqueñas, están cubiertos por la esplendorosa flora sarrapiera

    Pasamos a su lado y seguro no la reconocemos como el árbol emblemático del estado Bolívar. La sarrapia, con sus casi 30 metros de altura nos permite disfrutar no sólo de su sombra sino de su aroma penetrante por el cual se disputaban muchos comerciantes del Viejo Mundo a principios del siglo 20.
    Su nombre científico es Dipteryx punctata, mejor conocida como sarrapia, en lengua anglosajona sería Haba Tonga. Es autóctona del estado Bolívar, por eso fue escogida como árbol emblemático en mayo de 1952 y su zona de distribución natural coincide con la cuenca baja del río Caura. También es nativa de Perú, Brasil, Colombia y las Guyanas. No obstante, Eugene André en su libro “Un naturalista en la Guayana venezolana, 1899 y 1901” hace referencia a la llegada de la sarrapia a Europa proveniente de la provincia China de Tonkin.
    Lo cierto es que, citando al periodista e historiador, Américo Fernández, los bosques de Guayana desde “Guayapo, Suapure, Hilaria, Monte Oscuro, Pastora, Chiveta, El Caballo y el Manteco en el Bajo Caura, sin dejar de mencionar las selvas ribereñas de la zona media, desde el raudal La Mura hasta la desembocadura del Nichare y las grandes montañas orinoqueñas” están cubiertos por la esplendorosa flora sarrapiera.

    FRUTO APETECIBLE
    Eduardo Hernández, ingeniero forestal y jefe del departamento de Parques y Jardines de la CVG explicó que el fruto de la sarrapia es parecido al mango, con una cáscara semejante a la piel, con poca pulpa, no muy sabrosa más bien insípida, que contiene una semilla grande que provee de la cumarina, una sustancia blanca aromática parecida al azúcar que es la más apreciada por el mercado internacional por su utilización en la elaboración de tabacos, perfumes y alimentos. “Incluso existe una fuerte tendencia mundial a sustituir la vainilla por la cumarina por presentar mejores características que la primera para dar sabor y olor a las comidas”. Por algo, el afamado chef venezolano Sumito Estévez la utiliza en sus recetas de alta cocina, es así como entre sus postres se encuentra un relleno de bizcocho de sarrapia con salsa de queso crema y guayaba en almíbar.

    EXPLOTACIÓN SARRAPIERA
    Hernández agregó que la sarrapia es un árbol maderable, pero su explotación como producto maderero no está permitido por ser el árbol emblemático del estado Bolívar, “sólo se permite la recolección de sus frutos”.
    Puede alcanzar alturas propias del bosque de Guayana, de hasta 30 metros, lo que dificulta la recolección de la sarrapia, de manera tal que muchos prefieren recogerla cuando cae el fruto. “Los mejores trepadores siguen siendo los indígenas que son contratados durante la época de la cosecha, se tiene que esperar que los frutos estén en buen estado de madurez para su recolección”.
    Aunque la explotación de la sarrapia es de vieja data, -Américo Fernández, cuenta en su libro “Historia y Crónicas de los Pueblos del Estado Bolívar” que los registros de exportación de la sarrapia datan de los años 1845 y 1846, extendiéndose su comercio desde 1890 hasta 1965, “cuando comienza a decaer”- el funcionario de la CVG, asegura que hoy en día la explotación de la sarrapia es todavía muy común en la zona de Maripa durante los meses de febrero y marzo, que son los meses de cosecha, llegándose a explotar toneladas de semillas que son enviadas a una empresa exportadora ubicada en Maracay. “Hace 20 años hubo un intento de la CVG para semiprocesar la semilla en la población de Maripa con el fin de darle valor agregado, sin embargo la empresa con la que se hizo el contacto determinó que no era conveniente por la falta de energía eléctrica que en ese tiempo no era confiable”.

    SEMBRANDO SARRAPIA
    Hernández dijo que este año el vivero de la CVG produjo 500 árboles de sarrapia que fueron donados a diferentes instituciones de la zona, como una forma de incorporar esta especie autóctona en los planes de siembra que cada año realizan, porque la tendencia que existe es a escoger plantas foráneas como el eucalipto que es oriundo de Australia. “La gente solicita más pinos y eucaliptos que son especies exóticas, por eso comenzamos dictando charlas sobre la importancia de este árbol nuestro y la incluimos en los planes de reforestación de las escuelas para difundirla”. Precisamente, una de las funciones de este departamento de Parques y Jardines es colaborar con las escuelas en cuanto a la recuperación de áreas verdes, ornamentación asesorías y donación de plantas.

    CALIDAD EXPORTADORA
    El premio que otorga anualmente la Cámara de Comercio Venezolano-Francesa a la Exportación recayó en el año 2004 en la empresa venezolana Agroindustrial Panares, cuya principal actividad es la exportación de sarrapia. Una nota de prensa de la Cámara de Comercio Venezolano-Francesa reconoce “el esfuerzo del sector empresarial Venezolano por mantener su actividad exportadora con altos niveles de calidad”. En tal sentido, una investigación de la Estación Científica Experimental del Fonaiap en el estado Amazonas publicada en la web (http://www.ceniap.gov.ve/publica/divulga/fd64/texto/sarrapia.htm) señala que “existe un mercado insatisfecho que demanda el producto. Países como Francia, Italia, Alemania y Estados Unidos de Norteamérica, mantienen sus puertos abiertos para la importación de sarrapia. Tal situación ha generado una cotización de este rubro, en la bolsa de valores agrícola, altamente rentable, en razón de la baja oferta del producto y por su alto valor productivo en la industria farmacéutica”. Por tal motivo, la investigación exhorta a impulsar el cultivo del árbol por cuanto en la región se dispone “de un germoplasma natural aún no explotado, así como de un comercio no explorado”.

    REMEDIO NATURAL
    El jefe del departamento de Parques y Jardines de la CVG, Eduardo Hernández reconoció la alta demanda de la semilla de sarrapia para la cura de dolores abdominales y estomacales. “Aquí han venido a pedir la semilla que es rallada y la preparan como una infusión para mitigar los dolores estomacales”. También se conoce que la cumarina, contenida en las semillas, tiene propiedades antiespasmódicas, diaforéticas y cardíacas además de retardar los movimientos respiratorios y circulatorios. Las semillas tenían otros usos (www.a-venezuela.com/estados/bolivar/arbol.html) entre los indígenas del Amazonas quienes la usaban como talismanes.

    PARA PREPARAR EN CASA
    Con 260 gramos de semillas de sarrapia, 1.920 ml de alcohol absoluto al 96% y 1.920 ml de agua potable usted puede preparar un extracto de sarrapia para compartir con los amigos. Sólo tiene que picar la sarrapia finamente, meterla en un envase con el alcohol y el agua. Dejarla allí durante cuatro meses, batiendo todos los días durante cinco minutos. Pasar a través de un trapo fino y guardar en una botella de vidrio en un lugar fresco y oscuro.